tag:blogger.com,1999:blog-79455464840518777122024-03-09T01:15:59.286+01:00El Laberinto de la Lunahistorias y relatos de una mente trasnochadaZyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.comBlogger49125tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-61176724361707522832018-05-10T10:58:00.000+02:002018-05-10T10:58:07.189+02:00Victoria (XI): Una serie de catastróficas desdichas<div style="text-align: justify;">
El resto de la fiesta de Tiara pasó sin pena ni gloria a pesar de estar rodeada de algunas de las figuras más conocidas del panorama, como por ejemplo la famosa diva del pop Lola Belle, quien resultó ser una de las mejores amigas de la jefa de producción. El desafortunado encuentro con aquel tipo, Reuben Littler, me había dejado mal cuerpo, y la perspectiva de volver a verme en la obligación de mantener una conversación con él me causaba un rechazo innegable, así que, cuando la mañana murió para desembocar en el mediodía, abandoné la fiesta bajo el resguardo de una vaga excusa, me escabullí entre los invitados y me escapé de allí. Me había quedado con las ganas de ver de qué iba ese festival de verano que organizaban en Bridgeport, por lo que decidí que ése sería mi siguiente destino y me encaminé hacia allí.<br />
El festival se celebraba en un parque cerca del centro de Bridgeport donde habían montado algunos puestos con comida y un montón de actividades, como una pista de patinaje, una portería para jugar al fútbol, concursos de engullir perritos calientes, puestos para pintarse la cara... En general se respiraba un ambiente familiar, de pareja o de pandillas de adolescentes para los que aquello era lo más cercano a salir de fiesta que podían experimentar. <br />
En definitiva, un ambiente con el que yo no encajaba para nada.<br />
No sé qué esperaba, de todas maneras. Supongo que me había acostumbrado demasiado rápido a ver celebridades por todas partes y en esos momentos bajar al mundo de los mortales, aunque fuera por un rato, me sabía a poca cosa.<br />
Aún así, de alguna manera se me pasaron las horas en el festival. Ver a la gente de a pie haciendo sus vidas normales en uno de los escasos pulmones verdes de la gran ciudad supuso un golpe de realidad para el que no estaba preparada después del estrés y el surrealismo de los últimos días. Mientras me comía un helado sentada en la fuente que marcaba el epicentro del parque, no podía evitar que todas las escenas que se sucedían a mi alrededor me recordaran a la vida tranquila y pausada de Twinbrook y me traía escenas de mi infancia acompañada de mis abuelos.<br />
Al final acabé por animarme y patiné un rato en la pista que habían instalado. Cuando asumí que ese día estaba llegando a su fin y no había hecho ningún contacto nuevo, decidí hacerme una foto en la caseta habilitada para ello y me marché de allí con el deseo de que la siguiente no volviera a ser en solitario. Al menos tendría un recuerdo de mi primer festival en Bridgeport.<br />
Los siguientes días transcurrieron con la normalidad que le puedes pedir a una vida prácticamente nómada en una gran ciudad trabajando como extra de fondo en uno de los estudios cinematográficos de mayor prestigio... y con tu jefa pegada a tu culo veintiocho horas al día. Al final de la semana cobré mi primer sueldo y ese mismo fin de semana lo invertí en adquirir algún artículo de primera necesidad, como una silla, una cocina portátil y un trozo de encimera flotante para poder empezar a variar un poco más mi dieta. <br />
A la mañana siguiente, emocionada como una niña pequeña, quise estrenar mis nuevos juguetes y hacerme unos gofres para desayunar.<br />
Pero la suerte no parecía tener en gana darme tregua ni un solo segundo. Para cuando quise darme cuenta, mi cocina ardía en llamas ante mi atónita mirada (y de mis gofres ya ni hablamos). Sin acabar de procesar lo que estaba ocurriendo, me vi en la situación de tener que llamar a los bomberos para apagar el fuego que acababa de generarse. Lo último que deseaba era que una panda de extraños asolara mi guarida, poniéndome en evidencia, pero a falta de extintor no me quedó otra que resignarme a que me descubrieran. Salí a trompicones de la cabaña, casi arrancándome las uñas a mordiscos en el ataque de nervios en el que estaba sumida y dándole vueltas a la posibilidad de que algún paparazzi de los que acosaban a Tiara se hubiese quedado con mi cara y fuera testigo de ese desastre. Sin embargo, ese pensamiento se me borró de un plumazo ante la venida de un miedo aún mayor.<br />
Que mi minúscula y ridícula cabaña se viniera abajo pasto de las llamas.<br />
Sentí que el corazón se me congelaba por momentos. Si eso sucedía, poco o menos importaba que me hubiesen visto todos los paparazzis del mundo. Aunque la situación de tener que vivir en una choza entre las lujosas mansiones de las mayores figuras públicas de Bridgeport pareciera una broma de mal gusto, me aferraría a ella como a un clavo ardiendo mil veces antes de no tener absolutamente nada.<br />
Aquellos minutos hasta que llegó el camión de bomberos fueron de los más largos de toda mi vida, pero afortunadamente la cosa no llegó a mayores. Uno de los bomberos entró a zancadas, extintor en mano, y se deshizo del fuego en cuestión de segundos, mientras el resto de su equipo alternaban miradas entre ellos, estupefactos e impotentes ante aquella escena sacada de una comedia mala. Cuando su compañero acabó con su trabajo, salió por la puerta observándome con una expresión que bailaba entre el más absoluto desconcierto y la compasión más profunda. Sin saber muy bien en qué tono dirigirse hacia mí, me notificó que el problema estaba solucionado y que probablemente la fuente había sido la mala calidad de la cocina portátil, que, por otra parte, había quedado totalmente inservible después del incidente. Me sugirió que, la próxima vez, intentara cocinar en el exterior, ya que el ambiente claustrofóbico de mi hogar seguramente no había sido de mucha ayuda, o que esperase a poder disponer de una cocina de mejor calidad antes de aventurarme a preparar platos tan sofisticados.<br />
Yo no sabía ni en dónde meterme. Podía percibir que el pobre hombre estaba haciendo un esfuerzo titánico por escoger las palabras, pero sus recomendaciones no habían hecho más que acrecentar mis deseos por que todo aquello no fuera más que parte de una pesadilla horrible. No había pasado más vergüenza en toda mi vida y sólo quería que todas esas personas se marcharan de mi casa y borrar todo lo que había sucedido. Por suerte, los bomberos tampoco debían encontrarse muy cómodos, pues, tras despedirlos con un escueto agradecimiento, no tardaron en subirse de nuevo al camión y salir de allí pitando.<br />
Pues sí que me había durado el juguete nuevo. Ahora tenía unos gofres chamuscados, una cocina rota y unas ganas de morirme que no podía con ellas.<br />
Que esperase a tener una cocina de mejor calidad, me había dicho el bombero… ¿Acaso podía caer más bajo?<br />
Sintiéndome la más absoluta mierda del universo y sin saber qué otra cosa hacer, me serví mi calcinado desayuno en uno de los platos que había tomado prestados del comedor de los estudios y me lo comí lentamente sentada en mi nueva silla.<br />
A partir de ahí el día transcurrió con relativa normalidad, e incluso llegué a dejar de sentirme miserable por unas horas mientras trabajaba en Plumbob. Cuando salí de trabajar, rehuyendo la idea de reencontrarme con mi dura realidad, decidí salir un poco a conocer el ambiente nocturno de Bridgeport. Fui a un club llamado The Brightmore, una pequeña discoteca situada en el sótano de un edificio del centro, esperando encontrar algún que otro famoso más y ampliar mi círculo de influencias, pero fue un fracaso más añadido a la serie de catastróficas desdichas de ese día (evidentemente, no sé qué esperaba) y, tras tomarme una copa de un sospechoso color morado con parte de los pocos ahorros que me quedaban, decidí dar por zanjado el día y regresar a casa.<br />
Al día siguiente me desperté bastante tarde después del intento de fiesta de la noche anterior. Era el primer día desde que había llegado a Bridgeport que me levantaba sin nada que hacer por delante, y la incertidumbre inherente a ese hecho se mezclaba con la confusión y el mareo provocados por la total oscuridad que se cernía sobre mí. Siendo consciente de que, si me quedaba parada mucho tiempo, mis pensamientos volverían a jugarme una mala pasada, me hice con mi móvil para comprobar la hora, pero rebuscando en el bolso (con el cansancio de la noche anterior me había olvidado de guardarlo bajo la almohada) me topé con algo de cuya existencia me había olvidado con el ajetreo de los últimos acontecimientos.<br />
La tarjeta de Richie Striker.<br />
Me mordí una uña mientras consideraba la puerta que acababa de abrirse frente a mí. Richie me había pedido expresamente que lo llamara.<br />
¿Lo habría dicho en serio?<br />
Con esa duda revoloteándome en la cabeza, decidí seguir mi rutina habitual y, tras un breve desayuno, me vestí, guardé los platos sucios de los últimos días en mi bolsa de deporte y me encaminé hacia el gimnasio.<br />
La idea no me abandonó durante todo el tiempo que permanecí ejercitándome en la cinta de correr. Más tarde, sentada en uno de los bancos del vestuario de mujeres, me quedé observando la pantalla de mi móvil, sopesando en mi cabeza las diferentes consecuencias de lo que podía suceder dependiendo de qué hiciera.<br />
—Bueno, basta de tonterías –murmuré para mí misma, y procedí a marcar el número.<br />
El corazón me latía con fuerza mientras escuchaba los interminables pitidos. Por un momento, llegué a estar convencida de que nadie me iba a responder.<br />
Pero, por fortuna, no fue así.<br />
—¿Sí? –sonó una voz masculina al otro lado del teléfono.<br />
—¿Richie Striker?<br />
—¿Quién eres?<br />
Cogí aire profundamente.<br />
«Vamos, Victoria, tú puedes».<br />
—¿Ya no te acuerdas de mí? –pregunté con voz sugerente.<br />
La respuesta se hizo unos segundos de rogar.<br />
—La verdad es que me está costando ubicarte –contestó él con tono dubitativo.<br />
Medité rápidamente qué decir a continuación. No le había dado mi apellido, así que tenía que ser algo que le dejase claro quién era sin dar demasiadas explicaciones para no parecer desesperada.<br />
La solución se me presentó ante mí tan obvia que hasta me dieron ganas de reírme de mi genialidad.<br />
—Dejémoslo en Victoria –fue mi respuesta final, parafraseando la manera en que me había presentado ante él hacía unos días.<br />
Por suerte, Richie captó la referencia al vuelo.<br />
—Por fin te has dignado a llamarme, ¿eh? –contestó alegremente.<br />
Dejé escapar una risilla, encantada de que me hubiera reconocido.<br />
—He estado algo liada, pero me debes algo y me temo que no soy el tipo de persona que deja de cobrar sus deudas.<br />
—Muy bien, “dejémoslo en Victoria” –replicó él, divertido –. ¿Qué te parece si nos vemos esta noche en Aquarius? Es uno de los pubs más selectos de Bridgeport, no creo que tengas problema en localizarlo.<br />
Me sonreí para mí misma, plenamente satisfecha.<br />
—Allí me tendrás.<br />
—¿A las diez?<br />
—Por ejemplo.<br />
—Pues ahí nos vemos, Victoria –acordó Richie animadamente –. Hasta esta noche.<br />
—Hasta esta noche, Richie Striker.<br />
Colgué el teléfono y me quedé mirando la pantalla, completamente embobada.<br />
Si a mi yo de una semana anterior le hubieran dicho que, una semana más tarde, estaría tomando una copa con Richie Striker, hubiese pensado que me estaban tomando el pelo.<br />
¿Podría ser que aquella quedada marcase el comienzo del fin de la serie de catastróficas desdichas?</div>
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<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/victoria-x-la-fiesta-de-tiara.html">← Victoria (X): La fiesta de Tiara</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Próximamente</span></i> <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span></div>
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Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-12376887221682575292017-11-28T11:32:00.000+01:002017-11-28T11:32:25.253+01:00Iván (V): Inoportuno<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Clara estaba radiante.<br />Era lo único en lo que podía pensar mientras la veía caminar a su lado por el parque, con esa sonrisa de oreja a oreja y el rostro iluminado por una felicidad como Iván no le había conocido antes. Hasta su melena de tirabuzones castaños parecía brillar con luz propia al tiempo que se mecía con el suave balanceo de sus pasos. Y sus ojos... los océanos de sus ojos reflejaban hasta al mismo sol como si de dos hermosos espejos se trataran.<br />Tras la dura revelación, la muchacha había insistido en verse en persona ese mismo día para poder contarle a su amigo de la infancia todos los detalles... y, por primera vez en la historia, a Iván no le había apetecido nada aceptar la invitación. Sin embargo, tras mostrarse algo reticente al principio con un humor que no estaba muy seguro de saber de dónde lo había sacado, al final había acabado por recoger los pedacitos rotos de su corazón y había accedido a verla. Al fin y al cabo, aquello hacía enormemente feliz a Clara y, aunque el hecho de que fuera otra persona la que provocaba todo eso en ella le laceraba las entrañas y le producía en la boca del estómago una rabia muy difícil de digerir, nada le hacía más feliz que verla feliz a ella. Y, a pesar de que no hubiese sido así, de entre todas las personas con las podría haber compartido esa felicidad en ese momento, lo había escogido a él. No podía defraudarla.<br />Así que en esos instantes se hallaba a su vera, observándola resplandecer cual estrella mientras paseaban por el parque que conectaba sus casas.<br />Se sentía tremendamente idiota por haber llegado a pensar que tenía una oportunidad con la muchacha, pero la losa de la realidad lo había aplastado con una lógica tan obvia que le resultaba hasta insultante. <br />¿Qué había esperado? Ella era preciosa, dulce, inteligente, divertida... y él... <br />Bueno, él sólo era Iván. <br />¿Qué le había hecho pensar que alguien tan increíble como ella, pudiendo tener a quien quisiera, iba a querer tenerlo a él? Tenía ganas de gritar, de llorar, de romper cosas, de enterrarse en un agujero y no salir nunca más de él. Pero, en vez de todo eso allí estaba, devolviéndole la sonrisa al amor de su vida mientras ella le contaba la historia que la alejaba de él definitivamente.<br />—Bueno... –carraspeó, en un intento de disimular su pastosa voz, aparentando un buen humor que estaba muy lejos de sentir –. ¿Quién es el afortunado, entonces?<br />La sonrisa de Clara se ensanchó aún más, si es que eso era posible.<br />—Se llama David –contestó, radiante –. Lo conocí este fin de semana pasado, y es monísimo.<br />Iván le devolvió la sonrisa para ocultar su dolor.<br />—Estaba con Marina y Alba tomando un batido en el Tommy Mel's y él estaba unas cuantas mesas más allá con sus amigos –prosiguió ella, y procedió a relatarle lo ocurrido.<br />Clara lo describió como si de una película romántica se tratase. El muchacho en cuestión no había dejado de mirarla desde su posición, ganándose alguna burla por parte de sus amigos, hasta que finalmente había dado el paso y se había acercado a ellas. Clara había estado convencida de que quien había llamado la atención del chico había sido su amiga Alba en vez de ella, pero su sorpresa había sido mayúscula cuando éste se había dirigido a la joven directamente tras saludar brevemente a las otras dos chicas. Después de preguntarle el nombre a ella y presentarse, le había dicho:<br />—Sé que esto es raro, y no quiero molestaros, pero llevo un rato viéndote y no quiero irme de aquí y arrepentirme de no haberte conocido, así que... –en ese momento había sacado el móvil del bolsillo y se lo había tendido a la boquiabierta muchacha –, ¿quieres que nos veamos alguna vez?<br />Clara no había cabido en sí de la sorpresa y la confusión. Nunca en su vida había vivido algo ni remotamente parecido, por no decir que, hasta ese momento, ningún chico se había fijado en ella, por lo que no tenía ni idea de cómo reaccionar ante una situación así. Se había quedado petrificada, alternando la vista entre el muchacho que se erigía ante ella y sus amigas, quienes no cesaban de apremiarle a que diera el paso con expresiones demasiado evidentes. Finalmente, y más movida por un impulso que por una decisión racional, había tomado el móvil del chico y apuntado su número.<br />—Clara, ¿no? –se había asegurado el muchacho mientras recuperaba su teléfono.<br />Ella había asentido con la cabeza, incapaz de proferir palabra, a lo que él había correspondido con una encantadora sonrisa.<br />—Esta noche sabrás de mí –había prometido y, tras disculparse ante las otras dos presentes, había regresado a su mesa, donde su pandilla lo había recibido entre mofas y ovaciones.<br />Y había cumplido su promesa. Esa misma noche había escrito a Clara.<br />—Al principio estaba asustada –le confesó la chica –. No sabía qué esperar, no sabía quién era y me daba miedo que... –carraspeó, enrojeciendo levemente y dejando la frase en el aire –. Pero, una vez empezamos a hablar, se me pasaron todos los nervios. David es tan mono... <br />Iván sentía hervir la sangre en su interior, pero se obligó a mantener la compostura y esperó a que Clara terminara de contar la historia.<br />—Estuvimos hablando durante horas, y al día siguiente quedamos a solas. Me dijo que el día anterior no podía dejar de pensar en que le hubiese gustado compartir ese batido conmigo... así que me llevó al mismo Tommy Mel's y eso hicimos.<br />Hizo una pausa, durante la que Iván forzó una nueva sonrisa para mostrarle a la chica que estaba emocionado por ella.<br />—Estuvimos toda la tarde hablando, y fue genial. David fue súper cariñoso conmigo... Me escuchaba súper atento, le importaba lo que le contaba… –cada frase que ella pronunciaba era un nuevo latigazo para él –. ¿Sabes? Te sonará raro, porque sólo le conocía de hacía un día, pero tenía la sensación de que verdaderamente yo le importaba y de que se preocupaba por mí.<br />—Me alegro mucho, Clara –respondió Iván, escondiendo su creciente escepticismo bajo una capa de dulzura fingida –. Te mereces a alguien así.<br />Ella le sonrió, agradecida, y el corazón de Iván dio un vuelco antes de estallar en mil pedazos.<br />Carraspeó.<br />—Así que... –comenzó a hablar, formulando la pregunta obligada que ni por lo más remoto deseaba hacer –. ¿Estáis juntos?<br />Clara se encogió de hombros, y sus mejillas se tiñeron de un suave tono rosado.<br />—Algo así. No lo sé, en realidad. No me ha pedido salir, pero, cuando acabó la tarde, me acompañó a casa y me dijo que quería besarme. Yo también quería, pero nunca he besado nadie, y estaba muy nerviosa... Así que él me dijo que no me sintiera forzada, que lo haría cuando yo me sintiera preparada. ¿No es adorable?<br />Aquello era mucho más de lo que Iván podía soportar. Simuló una tos prolongada para apartar la mirada y que ella no lo viera derrumbarse y trató de recuperar el control sobre su cuerpo.<br />—¿Estás bien? –preguntó ella, preocupada.<br />Él hizo un gesto para indicar a Clara que no se acercara y dio media vuelta para toser a gusto sin que ella viera las lágrimas de rabia que se estaban acumulando entre sus párpados. Se sentía morir por dentro por tantas razones que lo único que era capaz de hacer era desear que se lo tragara la tierra y aparecer en una realidad paralela en la que jamás hubiera conocido a la chica. Mientras se alejaba y tosía, solamente podía pensar en intentar averiguar la manera de huir de esa situación y volver a casa. Definitivamente, estar con Clara en esos momentos era lo último que necesitaba.<br />Pronto, el hecho de concentrarse en hacer sonar su tos convincente lo hizo distraerse de todo lo demás lo suficiente como para volver a tomar las riendas de sus emociones. Tranquilamente, fue mitigando su carraspeo, se limpió disimuladamente las lágrimas y se volvió hacia la chica con una sonrisa.<br />—Llevaba reteniéndola un montón de tiempo para no interrumpirte –mintió con una sonrisa entre los labios –, y al final, fíjate, me sale en el momento más inoportuno.<br />Clara lo observó con recelo.<br />—¿Estás bien de verdad?<br />—De verdad –confirmó Iván cálidamente –. Siento haber roto el momento.<br />Ella dejó entonces escapar una risilla.<br />—No te preocupes –dijo, acercándose a él y apretándole la mano con suavidad –. Sueles ser inoportuno.<br />Iván rió amargamente y, antes de darse tiempo a dotar las palabras de la chica de un significado más profundo, la tomó de los hombros y la miró a los ojos.<br />—Me alegro muchísimo por ti, de verdad –insistió.<br />El mar de zafiro de sus ojos relució con intensidad. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando, Clara salvó la distancia que los separaba y lo abrazó con fuerza.<br />—Gracias, Iván. Eres el mejor.<br />Él se quedó paralizado unos segundos antes de corresponder al abrazo.<br />—Tú sí que eres la mejor –susurró con un tono agridulce que no fue capaz de ocultar.<br />Ella se apretó más contra su cuerpo a modo de agradecimiento.<br />Iván tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no derretirse allí mismo. Ahora que sabía con certeza que la había perdido, al sentirla tan cerca de él se daba cuenta de hasta qué punto la quería y necesitaba, y ése abrazo no hacía sino golpear con fuerza la muralla de piedra que llevaba toda la tarde tratando de levantar.<br />Respiró hondo y, con mucho dolor, se separó de ella.<br />—Debería irme ya a casa –dijo –. No he hecho nada en toda la tarde y tengo muchísimos deberes para mañana.<br />—¿Ya estáis con deberes?<br />Él se encogió de hombros.<br />—Segundo de Bachillerato.<br />—Buf... Te compadezco.<br />Él se encogió de hombros con pesar.<br />—¿Necesitas que te acompañe a casa? –le preguntó a la muchacha.<br />Clara negó con la cabeza.<br />—No hace falta, estamos al lado –sonrió –. Pero gracias, eres un amor.<br />Iván experimentó ganas de llorar otra vez. Cada halago que Clara le hacía era una nueva estaca clavada en su corazón, pues ahora sabía con certeza que ninguno de ellos venía del mismo sentimiento que le profesaba él a ella.<br />—Cuídate, Clara –le dijo, deseando poner fin a ese encuentro lo antes posible –. Ya me presentarás a David para que le dé el visto bueno.<br />A ella le brillaron los ojos.<br />—Claro –aceptó –. Nos vemos pronto, Iván.<br />Él le revolvió el pelo a la chiquilla, preguntándose al momento por qué acababa de hacer eso, y puso rumbo a su hogar antes de no ser capaz de contenerse más.<br />Una vez en casa, saludó brevemente a su madre, se encerró en su habitación y se echó cuan largo era sobre su cama. Hundió la cara en la almohada con fuerza y ahogó en ella sus ganas de gritar y de destrozar cosas. Le bullía la sangre de rabia y desesperación, le ardían las entrañas de dolor, y pronto las lágrimas que había luchado por aguantar toda la tarde comenzaron a manar en cascada de sus ojos, como si de un niño pequeño se tratara. Se odiaba a sí mismo, por ser tan débil, por ser tan iluso, por ser tan imbécil. ¿Por qué estaba llorando? Tenía lo que se merecía. Nunca había hecho ningún movimiento, en parte porque sabía la respuesta de antemano, y ahora ella estaba con otro.<br />Lloró durante a lo que él se le antojó una eternidad, hasta quedarse seco. Tenía la cabeza embotada y no era capaz de pensar con claridad. Ya nada tenía sentido.<br />Y, de pronto, la respuesta se le presentó demasiado lógica, demasiado evidente.<br />Siguiendo un impulso, cogió el móvil y abrió la conversación en el grupo de sus amigos.<br /><i>¿A qué hora hemos quedado el viernes entonces?</i></span></div>
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<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/06/ivan-iv-un-plan-genial.html">← Iván (IV): Una noticia genial</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><i style="font-family: times, 'times new roman', serif;">Próximamente</i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"> </span><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><i> </i></span></div>
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Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-39211730314223010192017-11-22T23:59:00.000+01:002017-11-22T23:59:00.314+01:00Piel negra<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Estoy tan confusa.<br />Pensaba que tenía todo bajo control. Había viajado por infiernos peores antes de comenzar este último dolor. Éste es el tramo más corto, me dije en su día, sólo un páramo gris antes de salir a la luz del sol. Tenía todo planeado, cada pequeña meta, cada parada… Parecía fácil seguir el programa.<br />Supongo que llevaba tanto tiempo encerrada que no recordaba la sensación del viento en mi cara. Que llevaba tanto tiempo con las alas atadas que no recordaba lo que sentía al volar. Que llevaba tanto tiempo siguiendo planes y esquemas que no recordaba lo que era dejarse llevar.<br />Y dejar que todo fluya… Que todo sea presente sin la sombra del futuro instándome a que huya.<br />Y aunque nunca fue mi intención… ignoré la correa que aún me ataba y volé alrededor de mi farol. Y sí, cuando intento alejarme más allá, la correa tira de mi cuello, pero… joder, es que sienta tan bien desplegar las alas de nuevo…<br />Mundo, yo te juro que lo intento. Te juro que conozco mi deber, te juro que me esfuerzo. Pero mi cabeza es un torbellino y yo estoy mareada y ciega. Que cuanto más cerca está la cima, más empinada es la cuesta… Y no quiero seguir escalando más, tengo las extremidades entumecidas, necesito descansar… Necesito vivir, necesito volar… Tantas cosas que hace años que dejé atrás…<br />Ya, mundo, ya sé que es el precio que he de pagar, ya sé que no tengo opciones más allá de avanzar. Yo tampoco me entiendo, a quién quiero engañar. ¿Qué ha pasado con el tiempo? Ha volado más rápido de lo que yo puedo caminar. Y tengo mucho miedo… Ojalá te lo pudiera explicar.<br />Mundo, te juro que no me estoy rindiendo. Estoy en ello y lo voy a lograr. Es sólo que llevaba una niña muerta dentro y de pronto ha vuelto a respirar. Es que mi mente es más débil que mi cuerpo, es que por una vez no tengo razones, no me sé autodiagnosticar… Que sí, que veo la luz al final del túnel. Que no, que no entiendo por qué no encuentro guía para llegar ya.<br />Y como ésta otra carta más sin acabar. Más tinta derramada y papel arrugado que nunca te llegará. Pero, bah, qué más da… Para qué tanto esfuerzo si este tren no se va a parar. Para ti, mundo, son sólo excusas de una niña que sólo quiere jugar. Adolescente tardía, rebelde sin causa, sin suficientes horas fuera de casa y demasiados deberes por acabar.<br />Mundo, no entiendes que no elijo cómo funcionar. Que para mí es igual de decepcionante, pero no sé cómo contraatacar. Que esto es pura necesidad… Y no, no me gusta nada lo que me espera por caer una vez más. Pero no sé qué hacer, soy demasiado pequeña para hacerle frente a este titán.<br />Mundo, tal vez algún día pueda demostrarte de lo que soy capaz… Tal vez algún día entiendas que éste nunca fue mi lugar, todo mi dolor, mi sufrimiento, mi pena, mi desaliento y todo aquello que siento a lo que ni siquiera sé nombrar. A veces pienso que la culpa es mía por no plantar cara y no luchar. Soy tan débil, mundo… sólo me sé arrastrar. Y a veces querría llorar, pero mi corazón se ha quedado vacío y no me quedan más lágrimas que derramar. Pero, bueno, qué importa… Supongo que ya te darás cuenta el día en que me veas brillar.<br />Mientras tanto aceptaré la piel negra que debo cargar… las miradas de reprobación, de impotencia, de incomprensión que me toca aguantar, y seguiré avanzando con este paso lento y tembloroso que tanto odio, alargando mi condena sin quererlo, pero sin saberlo evitar. Y tal vez, algún día, con media vida perdida atrás, cuando llegue al lugar en el que siempre he querido estar, verás, mundo, que en el sitio al que pertenezco, mi piel es más blanca que cualquier lienzo, pues ya no se proyectará sobre mí más la sombra que ahora me obliga a vagar en esta oscuridad.</span></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-68468392724823165212017-10-27T11:18:00.000+02:002017-10-27T11:18:34.437+02:00Kai (VII): La decisión<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hina se dio la vuelta.</span></div>
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<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Kai –saludó con una tenue sonrisa –. ¿Ya has acabado las pruebas? ¿Qué tal ha ido?</span></div>
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<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai le relató a su madre lo ocurrido brevemente.</span></div>
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<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Pero eso es muy bueno, ¿no? –exclamó una vez su hijo le hubo comunicado las noticias –. Siempre me ha gustado el maestro Hando, ha sabido ver tu potencial desde el primer momento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai permaneció en silencio, sin saber bien qué decir. La observó de arriba a abajo, fijándose en la gran variedad de piedras preciosas de diferentes formas y colores que adornaba su cuerpo en forma de pulseras, pendientes, brazaletes y tobilleras y siendo cada día más consciente de lo fuera de lugar que estaba esa forma de vestirse entre el pueblo thaender.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hina captó al instante los pensamientos de su hijo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Los landahríes tenemos por costumbre simbolizar nuestros logros de esta manera para recordar lo que hemos conseguido hasta ahora y no rendirnos nunca –se justificó con expresión seria, soltando la misma retahíla que recitaba cada vez que pillaba al muchacho mirándola de esa forma –. Le debo mucho a Donei, pero no puedo renunciar a todo lo que soy.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai retiró la vista, avergonzado. Admiraba a su madre, pero, cada vez que la veía con esas pintas y recordaba el desprecio con el que lo trataban a él por ser mestizo, no podía evitar imaginar las cosas que le dirían a ella por demostrar abiertamente su procedencia no thaender.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Te encuentras bien de las heridas? –preguntó Hina inmediatamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Sí, mamá. Ya me han curado, sólo tengo que reposar un poco.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Estoy orgullosa de ti, Kai, pero tienes que tener cuidado. No hacía falta que te sacrificaras tanto, ibas a superar la fase de todas maneras.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Tenía que llegar antes que Vith. Quiero ir a Elbor, mamá.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai no había planeado darle la noticia a su madre de esa manera, y hasta él mismo se sorprendió cuando descubrió esas palabras saliendo de su boca. Unas horas antes permanecía lanzando cantos rodados al estanque de su santuario personal sin tener ni idea de qué quería, pero en esos momentos la decisión se presentaba ante él de forma tan clara que hasta le costaba comprender por qué le había causado tantas dudas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hina lo contempló apenada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Ya te has decidido, hijo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El chico se encogió de hombros, tratando de restarle importancia al asunto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Pero, Kai, ¿para qué quieres seguir formándote? –quiso saber Hina, en un intento fallido de ocultar la desesperación que traslucían sus ojos de ónice –. Sé que esto se te da muy bien, pero nunca has demostrado una vocación tan clara como para querer aprender más.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Weid quiere ir a Elbor. Nera quiere ir a Elbor. No quiero quedarme aquí solo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Su madre cogió aire profundamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Kai, cariño –dijo con paciencia –. Entiendo lo que significan tus amigos para ti, y sé lo duro que sería verlos partir mientras tú te quedas aquí, pero no vas a estar solo. Estarás conmigo, y con el tiempo llegarás a conectar con otras personas. Weid y Nera son unos chicos maravillosos, pero tu camino no debería venir marcado por el de tus amigos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Y cuál es mi camino, mamá? –preguntó él, sin poder ocultar más la tristeza que lo embargaba –. ¿Quedarme en Hanan toda mi vida, siendo un simple arquero a expensas de lo que quieran de mí? ¿Decirles adiós a las únicas personas a las que no les ha importado nunca lo que soy?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Las palabras azotaron a Hina como si su hijo le acabase de asestar una bofetada. Kai podía leer la culpabilidad marcada en los ojos de su madre y en las sombras que le cruzaban el rostro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Kai –dijo, muy despacio –. Entiendo cómo te sientes, y si finalmente decides marcharte lo aceptaré y respetaré. Pero debes ser consciente de que nunca te van a tratar igual de bien que en Hanan. Lo que hizo Donei conmigo es absolutamente excepcional, y gracias a él todo el mundo te tolera y te respeta, y nunca seré capaz de agradecerle lo suficiente lo que hace por nosotros; pero, antes de que Donei me aceptase aquí, me rechazaron en muchos otros sitios, en algunos de ellos de formas que no creo que me atreva nunca a contarte. He visto cómo tratan a los mestizos en otros sitios, y siento de verdad que por mi culpa...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—No, mamá –la interrumpió Kai –. Tú no tienes la culpa de cómo era mi padre. Eres quien se ha llevado la peor parte de todo esto y siempre has dado lo mejor por mí. No te culpes, por favor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hina permaneció en silencio durante un buen rato, visiblemente emocionada, hasta que reunió las fuerzas suficientes para volver a hablar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Lo que quiero decir es que... Aquí estás protegido, Kai. Me aterra pensar lo que te pueda pasar si te vas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai se acercó a su madre y la tomó con delicadeza de los hombros, mirándola a los ojos desde arriba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Voy a estar bien, mamá –intentó tranquilizarla, expresándose con una seguridad que estaba muy lejos de sentir –. No sería el primer ni el último mestizo en entrar en la Escuela Especializada de Elbor, y el maestro Hando nos ha explicado muchas veces que todos los que acaban la formación se asientan en mejores trabajos y viven mejor. Además, Elbor es la capital, a la fuerza tiene que ser un lugar más civilizado que este.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hina lo contempló con ojos llorosos, nada convencida de las palabras de su hijo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Sólo van a ser unos años –insistió Kai –. Ni siquiera sé si superaré las pruebas para acceder a la Escuela, es posible que hasta tenga que regresar enseguida. Pero si lo consigo, cuando acabe, volveré a casa, contigo. Además –añadió después de un silencio, en un tono de voz más bajo –, si lo logro puede que dentro de unos cuanto años vuelvan a llamar a gente para Eleon. No tendrás que vivir encerrada nunca jamás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">La mirada de Hina se iluminó brevemente, pero una sombra que Kai atribuyó a su preocupación maternal volvió a apagar sus pupilas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Le contuvo la mirada durante unos largos segundos, hasta que dejó escapar un profundo suspiro y se puso de puntillas para besarlo en la mejilla.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Comamos algo, hijo. Tienes que volver y acabar las pruebas.</span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/09/kai-vi-la-mujer-de-fuego.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Kai (VI): La mujer de fuego</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> Próximamente</i><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> →</span></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-55896004190591963242017-10-23T16:54:00.000+02:002017-10-23T16:54:01.200+02:00Mi jardín<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Algunos pájaros no pueden ser enjaulados. Sus plumas son demasiado hermosas… y cuando se van volando, se alegra esa la parte de ti que siempre supo que era un pecado enjaularlos. </i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Aún así, el lugar donde tú sigues viviendo resulta más gris y vacío cuando ya no están.</i></span></div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"></span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Ellis Redding, Cadena Perpetua</i></span></div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No sé amar si no es intensamente. Si no es desgarrándome la piel, si no es abrasándome las entrañas. <br />No sé querer si no es con cada fibra de mi ser. Si no es entregándome al completo, si no es exponiéndome a la luz del sol, con todos mis defectos. <br />No sé sentir si no es volcándome. Si no es vertiendo todo mi interior por cada poro, si cada emoción no me atraviesa de lado a lado, dolorosamente. <br />No sé creer si no es ciegamente. Si no es ilusionándome por la causa como si fuera mía propia, si no es trabajando por ella como si no existiera nada más.<br />No sé reírme si no es a carcajada limpia. Si no siento mi risa atascarse en mi garganta, si cada sonrisa no es un canto de libertad. <br />No sé llorar si no es hasta desangrarme. Si no es hasta que mis lágrimas se resequen en mis mejillas, si no es hasta que mi corazón se transforme en un páramo baldío. <br />No sé besar si no es apasionadamente. Si no es entregándome en cada beso, si no soy capaz de expresar con mis labios hasta dónde soy capaz de llegar. <br />No sé luchar si no es hasta la muerte. Si no es levantándome aun sin aliento, si no es hasta que mis huesos acaben por quebrarse y partirse sobre sí mismos.<br />No sé temer si no es hasta el pánico más extremo. Si no me petrifica cada célula, si no me arranca el sueño por las noches. <br />No sé equivocarme si no es metiendo la pata hasta el fondo. Si no es arrasando todo a mi paso, si no es marcando cicatrices en las entrañas de los que me rodean. <br />No sé arrepentirme si no es hasta desear evaporarme. Si no es enterrándome viva, si no es ansiando cambiarlo todo.<br />No sé pedir perdón si no es arrastrándome. Si no es ofreciéndote mi sacrificio a cambio, si no es estando dispuesta a cualquier cosa para demostrarte mi redención.<br />Pero tú viniste a mi jardín y arrancaste todas mis semillas, y luego lloraste y suplicaste para que floreciera todo lo que me habías arrebatado. Arrasaste mis tierras y me culpaste de no cuidarlas. Y no atendías a razones cuando trataba de explicarte que ya no quedaba nada. <br />Pero, ¿cómo explicártelo? Tú sólo querías ver torrentes de agua en época de sequía. Querías ver frutos dulces y carnosos sin preocuparte de cultivarlos. Lo querías todo, porque eso era lo que habías visto al llegar, y cerraste los ojos cuando me dejaste vacía.<br />Pero, vida mía, ¿no te dabas cuenta? Mientras escarbabas en mi jardín en busca de semillas sin germinar, dejaste que tus propios frutos se marchitaran. Te encerraste en tu casa y viste tus cultivos morir lentamente a través de la ventana, dejando que se empañara el cristal con tus lágrimas mientras te alimentabas de mí.<br />Y aún así yo seguí regando mis tierras, con la esperanza de que algún día brotase algo que poder ofrecerte. Y aguanté tus gritos y tu cólera, y viví entre los barrotes de tu cárcel. Y dejé que las llamas de tu infierno me abrasaran.<br />Te caíste en un pozo y echaste a llorar. Te hiciste un ovillo y esperaste la luz más brillante o la más absoluta oscuridad. Y llegué yo con mis cuerdas y las lancé al vacío con intención de salvarte. Intenté ayudarte a que salieras de tu prisión, pero tú tirabas más fuerte. Me querías a tu lado, a toda costa, a cualquier precio. Dentro o fuera, eso era lo de menos.<br />Pero, vida mía, ¿no te dabas cuenta? No era yo quien debía cuidarte. No era yo quien debía sacarte del pozo, no era yo quien debía alimentarte con los frutos de mi jardín. <br />Eras tú. Siempre fuiste y serías tú. Porque tú eras el único que sabía lo que había dentro, porque tú eras el único que podías llegar a conocer las debilidades de tu monstruo. Y porque tú eras el único que tenías las armas para derrotarlo.<br />Y aún así lo di todo, lo que tuve y lo que dejé de tener, por ti. Y me convertí en piel y huesos, en cuencas vacías, en sonrisas inertes. En inercia de seguir viva, para que tú no quisieras dejar de hacerlo.<br />Pero, vida mía, ¿no te dabas cuenta? Por querer salvarte acabé teniendo que salvarme a mí misma primero.<br />Vida mía, sabes que siempre hice todo lo posible. Sabes que para mí siempre fuiste tú primero, y yo después. Sabes que habría muerto por devolverte la vida si hubiese funcionado de esa manera.<br />Porque, vida mía, sabes que no sé amar si no es intensamente.<br />Pero ahora debo ser yo la que cuide de su propio jardín.</span></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-5430117412841654522017-09-12T11:00:00.000+02:002017-10-27T11:20:26.380+02:00Kai (VI): La mujer de fuego<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai empujó la puerta de su casa, que se abrió con un quejido chirriante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Mamá? –llamó al entrar, pero no obtuvo respuesta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El hogar de Kai se situaba casi a las afueras de Hanan, en una antigua casa que antaño había ocupado una familia de arqueros antes de ser reclamados para escoltar a una partida comerciante que se trasladaba hacia Elbor, la capital. Sus allegados fueron notificados tiempo después de que durante el viaje habían hecho buenas migas con sus acompañantes, hasta el punto de que éstos habían acabado solicitando sus servicios de forma indefinida, abandonando definitivamente su lugar de origen. Donei, alcalde de Hanan y padre de Nera, le había ofrecido aquella inusual vivienda a Hina, la extranjera que, años atrás, había llegado a la población thaender con su pequeño y hambriento Kai en brazos, suplicando desesperada por un hogar después de demasiado tiempo sin tener un sitio donde caerse muerta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El motivo por el que Donei había aceptado a aquella mujer procedente de Landahr, la región de fuego, nadie lo sabía, pues la comunidad que veneraba a Everyth, diosa de la tierra y, por tanto, de la vida, creía fervientemente que la manera de vivir del resto de regiones de Deilia era sacrílega, violenta e irrespetuosa con las tierras que la diosa había creado para todos ellos. De esta manera, y sin poder soportar la forma en que el resto de regiones mataban a sus criaturas para alimentarse y extraían sus recursos sin ningún tipo de empatía para abastecerse, los thaenderes habían optado desde hacía siglos por mirar hacia otro lado ante las atrocidades cometidas por sus vecinos y vivir aislados y en armonía, procurando llevarse lo mejor posible con ellos al precisar de los bienes procedentes de las otras regiones, pero sin llegar a entrar en contacto con ellos más allá de lo estricto y necesario para evitar confrontaciones. Ante todo, los thaenderes conformaban una comunidad pacífica y tranquila, y la palabra conflicto no entraba dentro de su vocabulario.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era por esto que, aunque solían mantener una pose correcta y respetuosa en sus relaciones comerciales, los extranjeros no solían ser bien recibidos dentro de sus fronteras. Ya les había costado demasiado tiempo tolerar que vejaran y atentaran contra el producto de su diosa y aprender a vivir con ello como para poder soportar que ese tipo de actividades criminales se realizaran en sus propias tierras. Incluso cuando algunos thaenderes, por motivos que se escapaban a la comprensión de la gran mayoría, engendraban hijos con seres procedentes de más allá de Thaenderia, los aceptaban y acogían, ofreciéndoles un oficio dentro de la Casa Arquera como protectores de la tierra que les había dado cobijo. Pero el hecho de que los habitantes de Hanan tuvieran a una landahrí viviendo entre ellos era inusual y, bajo el punto de vista de la mayoría, completamente fuera de lugar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Muchas eran las habladurías que relacionaban románticamente a la extranjera con el alcalde de la población, quien había enviudado recientemente al complicarse el parto de su única hija en el momento en el que Hina acudió a él en busca de un techo. Sin embargo, y aunque Hina siempre se deshacía en halagos con aquél que la había salvado de seguir viviendo a la intemperie con un bebé a cuestas, Kai sabía de buena tinta que el único sentimiento que su madre experimentaba hacia el alcalde no era otro que una inmensa gratitud.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A pesar de que la acogida de Hina había supuesto una mancha en la reputación de Donei, la adoración de la extranjera era compartida por todo Hanan, pues era un alcalde bueno y atento que velaba por todos y cada uno de sus habitantes, los escuchaba individualmente y se desvivía por cubrir las necesidades de todos ellos en la medida de lo posible. Y, aunque trataba con el mismo respeto y dedicación a su madre, la mantenía oculta entre las paredes de aquella casa abandonada, haciéndola pasar por thaender en sus registros y no permitiéndola salir apenas de allí, pues era la única manera que tenía de hacerle pasar desapercibida ante las autoridades que residían en la capital. Hanan siempre había sido un pueblo tranquilo, y así se mantendría por el bien de todos ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El motivo por el que Donei había escogido en su día esa vivienda para la extranjera era bien simple: el árbol que la sustentaba entre sus ramas era de una especie que poseía un tronco ancho y hueco que también podía ser habitable. Generalmente, las viviendas construidas en ese tipo de árboles solían ser destinadas a familias numerosas, como la que antaño la ocupó antes de decidirse por la vida nómada, al proveerlas de un espacio adicional donde algunos de sus miembros pudieran dormir; pero, en su caso, ese espacio cilíndrico, oscuro y mayormente incómodo, apenas iluminado por algunas rendijas practicadas sobre la corteza, era el lugar donde la landahrí permanecía recluida la mayor parte del día.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Así que, cuando Kai hizo acto de presencia y no vislumbró a su madre entre las paredes de madera construidas artificialmente por la mano thaender, el chico dedujo rápidamente dónde se encontraba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Las casas thaenderes eran toda una obra de ingeniería. Adaptadas en su totalidad a la disposición de las ramas de los árboles, conformaban viviendas escalonadas de tablones de madera cuya estructura se sustentaba logrando que su peso confluyera en unos pocos puntos concretos de las ramas, por las que se trasladaba al tronco como pilar básico y fundamental y posteriormente a las raíces. En el caso del hogar de Kai era todavía más impresionante, ya que al tener el tronco hueco la naturaleza del árbol hacía que costase creer que las ramas no se partieran sobre sí mismas. Cómo los constructores se las apañaban para que aquello fuera posible, Kai no lo sabía, puesto que Weid hablaba tan incansablemente de lo que aprendía durante su formación que el chico había acabado aborreciendo la construcción y desconectando de la conversación cada vez que su amigo le sacaba el tema, que era casi siempre. Entre los innumerables encantos de Weid no se encontraba el de saber cuándo callar para no aburrir a sus oyentes hasta la extenuación, y Kai era su mayor víctima en ello.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El mobiliario de la casa se repartía por donde buenamente se podía colocar, encajándolo de manera casi milimétrica en las formas resultantes que los constructores lograban levantar entre las ramas y conectándolo todo con escaleras de mano para alcanzar los lugares más inaccesibles. Ninguna casa de Thaenderia era similar a ninguna otra, ya que todo quedaba a disposición de la forma de cada árbol. Algunas piezas de cocina y baño y una superficie sobre la que solían comer eran algunos de los elementos que se encajonaban en compartimentos de las dimensiones necesarias, mientras que el resto de cavidades consistían fundamentalmente en armarios en los que almacenaban todas sus pertenencias, a excepción de un cajón sobre el que se tendía el lecho de algodón donde Kai dormía y cuya única manera de acceder era tumbarse sobre el suelo y rodar hacia el interior.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y, en el centro, se abría el hueco de sección circular que se adentraba hacia el interior del tronco y del que sólo llegaba una tenue luz del fondo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai descendió por la escalera de mano que conectaba la construcción con la oscura dependencia y se dejó caer en la suave superficie de madera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Hina se encontraba de espaldas, trabajando en algo volcada sobre una mesa. Dos bolas de fuego que flotaban a cada uno de sus costados la iluminaban parcialmente, creando un juego de luces y sombras que bailaba y lamía sus ropas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Mamá? –la llamó de nuevo Kai.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La mujer se dio la vuelta. Sus redondos ojos negros relucían como piedras de ónice a la luz de las llamas sobre su piel tostada. Sus mejillas altas destacaban en un rostro de facciones suaves que su hijo había heredado, donde ya se notaba el paso de los años marcado en algunas arrugas. Vestía el uniforme habitual de los residentes en Hanan, pero tenía la cabeza rapada y cubierta por completo con un gran paño de tela de color crema que había anudado a la nuca y que le caía sobre la espalda haciendo las veces de una coleta artificial y, de no ser por unos cuantos pelos rojos que comenzaban a nacer desordenadamente en sus cejas, nadie habría podido saber su color natural de cabello. Hina le había contado en muchas ocasiones que, en Landarh, mostrar el cabello era un privilegio sólo al alcance de la nobleza y los cargos importantes, y así lo mantenía también en el lugar en el que llevaba viviendo desde la más tierna infancia de Kai. La extranjera se había despojado de muchas de sus costumbres landahríes, pero aquella, junto a sus orejas repletas de pendientes y otros múltiples abalorios que repartía por su cuerpo fabricados a partir de diferentes gemas persistían como un constante recordatorio de que esa mujer no era de allí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Como si el tono de su piel, el color de sus ojos y sus pequeñas orejas redondeadas no fueran suficiente.</span></div>
<div>
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<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/09/zoe-viii-el-pescador.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Zoe (VIII): El pescador</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> </i><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/10/kai-vii-la-decision.html">Kai (VII): La decisión →</a></span></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-60764917113818341922017-09-01T15:38:00.000+02:002017-09-12T11:01:51.717+02:00Zoe (VIII): El pescador<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe se volvió hacia su izquierda, guiada por la fragancia que llegaba a sus fosas nasales. Una playa de arena blanca y fina, que se extendía hasta adentrarse parcialmente en el poblado, llegando a camuflarse con los coloridos senderos de conchas, era la antesala de un océano teñido de un profundo turquesa. Sus aguas se mantenían tan lisas y claras que bien habrían podido hacer las veces de un inmenso espejo si hubiese habido algo en el cielo que reflejar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rayle rió jovialmente ante la cara de estupefacción de su acompañante. Leyendo en sus ojos como si de un libro abierto se trataran, la tomó con suavidad del brazo y la ayudó a saltar la pequeña ladera que las separaba de la arena.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Al sentir esa suavidad bajo sus pies, Zoe tuvo que pellizcarse para convencerse de que, definitivamente, aquello no era ningún sueño. Se agachó hasta caer de rodillas, hundió las manos en la arena y dejó escurrir el árido entre sus dedos, maravillada ante el dulce cosquilleo que experimentó. A continuación, se encaminó hacia la orilla, casi temerosa de que, como en su sueño, no lograra acercarse nunca y la ilusión se desvaneciese ante sus ojos, pero comprobó con gran regocijo cómo la marea arrastraba sus cálidas aguas y bañaba sus pies descalzos, sintiendo un placer hasta ese momento desconocido para ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Si hubiera estado sola, le habría faltado tiempo para desprenderse de las escuetas ropas con las que la habían vestido y sumergirse en ese paraíso, pero la divertida mirada de Rayle la cohibía y hacía que el solo pensamiento encendiera sus mejillas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La chica de los ojos violetas se situó a su lado, charlando animadamente como llevaba haciendo desde el momento en que había hecho acto de presencia, y la dejó experimentar un poco más la sensación antes de tomar su mano y llevarla de paseo por la orilla. Al girar sobre sus talones, Zoe pudo ver un muelle del mismo material que las casas que nacía del poblado y atravesaba la playa para adentrarse unos metros en el mar. En él, algunas embarcaciones permanecían amarradas, construidas con aquellas mismas hebras blanquecinas, algunas de ellas alternadas en mayor o menor cantidad con madera, dando lugar a botes de diferentes dimensiones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Una de ellas, la más grande de todas, atracaba en esos momentos en el muelle. Algunos hombres, tan exóticos como los que ya había conocido, se encargaban de atar la embarcación al muelle desde el interior con cuerdas, mientras otro ayudaba desde fuera. Otros botes de menor tamaño se arremolinaban a su alrededor, imitando a su prójimo como crías de un animal siguiendo los pasos de su madre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A Rayle se le iluminó la mirada ante aquella visión. Sin dudarlo, trotó alegremente hacia el muelle, arrastrando a Zoe tras ella, y la ayudó a trepar la construcción para acercarse a los recién llegados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Allí había por lo menos diez o quince hombre semidesnudos ante los que Zoe no lograba decantarse por cuál se sentía más intimidada. Desalentada ante la falta de oportunidad de esconderse y reprimiendo sus ganas de salir corriendo, procuró camuflar su presencia detrás de la de Rayle, rezando por que su insólita belleza atrapase la vista de esos seres lo suficiente como para que no repararan demasiado en ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No hubo suerte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Todos y cada uno de los hombres detuvieron lo que estaban haciendo a la primera llamada de Rayle, posando sus ojos de llamativas tonalidades sobre la extranjera como si su acompañante acabase de mostrarles un animal de circo. La examinaron de arriba a abajo, primero con estupor y luego con una descaradísima curiosidad a medida que la lugareña iba hablando, haciendo una cantidad de gestos tan desproporcionada que pareciera que estuviera bailando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De pronto, del bote más grande asomó la cabeza de un chico que Zoe reconoció al instante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era el joven que había sido testigo de su despertar en la cabaña de Isshia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era un chico de unos veinte años, alto, delgado y musculado en su justa medida. Su cabello, del mismo azul marino que el de Rayle, aunque sin aquellos reflejos violetas que adornaban el de ella, era corto, y al girarse comprobó que lo mantenía rapado en la parte de la nuca para dejar ver un tatuaje gris exactamente igual al que ella tenía en la copa de su majestuoso árbol de corales. Sobre sus ojos de aquel intenso color turquesa, poseía una unas cejas no muy gruesas, con los extremos exteriores despeinados hacia arriba, que enmarcaban su brillante mirada y, en sus orejas, algo más grandes de lo normal, una pequeña caracola negra atravesaba uno de sus lóbulos. Su nariz era respingona, sus pómulos, marcados, su boca, grande de labios finos… y, en general, no había que ser ningún genio para percatarse del gran parecido que compartía con la chica que la había llevado hasta allí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero lo que más destacaba de él, y ya era decir dados sus inusuales rasgos, era una enorme cicatriz que le cruzaba el pecho desnudo, justo encima de sus branquias. Una amalgama de tatuajes de diferentes tonos de azul cubría la totalidad de su brazo derecho, ascendiendo hasta el hombro y atravesando sus trazos con los que dibujaban aquella espantosa cicatriz; y, de la misma manera, otro entramado de tatuajes de los mismos colores, aunque de estilo claramente diferente, trepaba por su pierna contraria.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe enrojeció hasta límites que ella misma desconocía al recordar que, como los otros tres, la había visto completamente desnuda.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sus sospechas acerca del parentesco de Rayle con su vigía nocturno se hicieron más fuertes cuando ésta se lanzó a sus brazos. Visiblemente entusiasmada, le habló directamente al chico, que se mantenía sosegado y sereno, contrastando con la excitación de la que Zoe creía era su hermana, mientras el resto de presentes no se cortaba ni un pelo en acercarse a la visitante y rodearla como buitres ante su aterrorizada mirada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El chico exclamó algo al darse cuenta de la situación y, haciendo caso omiso de Rayle, pegó un salto desde el bote y se abrió paso entre sus compañeros para situarse a la altura de Zoe. Sin perder la calma en ningún momento, pero con expresión seria, intercambió algunas palabras con ellos y, como por arte de magia, los hombres se dispersaron, regresando a sus quehaceres.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe miró con nuevos ojos al joven, sintiéndose infinitamente agradecida; pero, cuando su mirada se cruzó con sus intensos irises turquesas, la imagen del chico observándola mientras dormía le asaltó como una pesadilla y deseó con todas sus fuerzas que se la tragara la tierra en ese preciso instante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rayle se acercó a ellos, volviendo a enfrascarse con su hermano en la conversación que habían dejado a medias. No parecía nada molesta por el desplante que le había hecho éste segundos antes; al contrario, parecía más animada si cabía, desviando repetidas veces la vista hacia Zoe y señalándolos a ambos sin ningún tipo de reparo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe aguardó, sin saber ya qué más hacer para ocultar su creciente incomodidad, hasta que, finalmente, y tras escuchar a su guía pronunciar varias veces su nombre a lo largo de su monólogo, el chico volvió a clavar sus ojos en ella y, empleando el tono más aterciopelado que Zoe había escuchado jamás, dijo:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Eryel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe se quedó patidifusa, sin esperarse por algún motivo la presentación del muchacho. Sin darse cuenta, se perdió en los ojos turquesas del chico, reparando en su antinatural belleza por primera vez. Tenía unos ojos tan vivos y penetrantes que contrastaban de manera casi cómica con la pose tranquila y relajada de su portador.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El chico esperó pacientemente una respuesta por parte de la forastera, pero Zoe parecía haberse quedado completamente congelada. Rayle, dejando escapar una risilla, abrazó con ternura a la muchacha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe –la llamó, usando un tono similar al que ella emplearía con un niño pequeño –. <i>Ae</i>, Rayle; <i>ren</i>, Zoe –a continuación se separó de ella y cogió al joven, que le sacaba una cabeza, por los hombros –; <i>ei</i>, Eryel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Las palabras de Rayle parecieron hacer su efecto poco a poco en ella, ya que el nombre del joven la golpeó y acabó por sacarla de su letargo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Eryel –repitió en un murmullo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El aludido sonrió, mostrando una gran hilera de dientes blancos que, en conjunto con el resto de su rostro, la dejaron totalmente embelesada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Qué diablos le estaba pasando?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Reparando en lo surrealista de la situación, Zoe se obligó a volver al mundo de los vivos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Zoe –dijo como un autómata, con los nervios a flor de piel –. <i>Ren</i>, Eryel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y, como para subsanar parte del ridículo que había hecho, añadió:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Íha</i>, Rayle.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rayle, altamente impresionada, aplaudió y rió maravillada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe no pudo evitar sentirse como una mascota a la que acabaran de enseñar un truco, y eso le hizo sentir aún más patética.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eryel asintió aprobadoramente y, tras realizar un complicado gesto que Zoe no comprendió, le dijo:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Amia</i>, Zoe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Eryel!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe se volvió hacia el lugar del que provenía la potente voz. Al parecer, algunos hombres reclamaban su presencia desde los botes, pues no paraban de hacer señas hacia el suelo, como si tuvieran algún tipo de problema.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eryel se despidió escuetamente de las dos chicas y se reunió con sus compañeros, que forcejeaban con algo que se movía en el interior y que Zoe no alcanzaba a ver. Asustada, la muchacha hizo amago de irse, aprovechando que Eryel parecía haberles dado su beneplácito para que lo hicieran, pero Rayle la retuvo con un sencillo gesto, haciéndole entender sin palabras que no había nada que temer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eryel se agachó rápidamente según puso un pie en la embarcación para coger una especie de arpón y, con un rápido movimiento, lo clavó en el motivo de la disputa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Una criatura del tamaño de una cría de elefante se elevó entre los brazos de varios de los hombres y fue depositada en el muelle, desparramando su sangre violácea sobre la nívea superficie. Era lo que a Zoe se le antojó una especie de monstruo marino, con rasgos que a simple vista se le asemejaban a los de una ballena, pero que poco tenían que ver más allá de su alargado cuerpo y la relación entre sus proporciones. Su piel era lisa y brillante como la de un delfín, de un profundo gris azulado, y tenía el cuerpo surcado de branquias que se dibujaban de lado a lado de su lomo. En la unión con su vientre, pequeñas fisuras dejaban entrever el comienzo de unas garras que a todas luces parecían retráctiles, como las de los gatos, y de las que Zoe no alcanzó a dilucidar su verdadera dimensión, pero, por su aspecto salvaje y afilado, sí pudo llegar a la conclusión de lo mortales que podían llegar a ser. El cuerpo de la criatura se estrechaba hacia el final, formando una pequeña cola que también poseía aquellos pliegues que auguraban amenaza, y, al voltearlo boca arriba, Zoe pudo ver un par de hileras de ojos, íntegramente blancos y desprovistos de pupilas, que adornaban su vientre, de una tonalidad más oscura.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe se vio obligada a contener varias arcadas ante la desagradable imagen que se exponía explícitamente ante sus ojos al tiempo que trataba de procesarla sin éxito. Enseguida, al cuerpo inerte de la criatura se sumaron unos cuantos cadáveres más, algunos más pequeños y otros más grandes, que Eryel y sus compañeros se dedicaron a extraer de las embarcaciones con aire armonioso y rutinario, como si aquella tarea la desempeñaran todos los días.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rayle dio un suave tirón del brazo de Zoe, invitándola a marcharse juntas de allí con una dulce y tranquilizadora sonrisa. A grito pelado, se despidió de su hermano y sus compañeros en su idioma, a lo que los aludidos correspondieron concisamente por encontrarse ocupados, y sacó a la traumatizada extranjera de allí.</span></div>
<div>
<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/zoe-vii-la-chica-del-arbol-de-corales.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Zoe (VII): La chica del árbol de corales</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> </i><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/09/kai-vi-la-mujer-de-fuego.html">Kai (VI): La mujer de fuego →</a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-83361654664356467002017-08-27T12:41:00.001+02:002017-08-27T12:41:44.915+02:00After Death (I): El valle de las almas perdidas<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Leah</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El valle de las almas perdidas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Así era cómo llamaban coloquialmente a Shining Valley, el lugar al que me dirigía. Una pequeña ciudad en medio de la nada a la que íbamos a parar todos aquellos que ansiábamos volver a empezar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El valle de las almas perdidas…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">En esos momentos no parecía haber otro lugar al que pudiera ir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Las laderas de las montañas dibujaban siluetas sinuosas que se contorneaban a medida que avanzaba sorteando las curvas de la carretera. Unas solitarias gotas de lluvia golpeaban la luna delantera de mi furgoneta al son de la guitarra de Tracy Chapman. La melodía de su <i><a href="https://www.youtube.com/watch?v=uTIB10eQnA0&spfreload=10">Fast Car</a></i> resonaba a través de los altavoces, haciendo temblar a la pequeña muñeca de trapo que colgaba del retrovisor… y a mi trémulo corazón.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">La voz grave e intensa de Tracy recorría mis venas y erizaba mi piel como si estuviese hablando de mí misma a través de ella. Mis dedos tamborilearon sobre el volante, tratando de mantenerme concentrada en cualquier cosa salvo en sus palabras para que el cielo no fuera el único que llorase.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Apreté el acelerador. Supongo que me sentía en mi derecho dada la letra de la canción, pero en realidad lo único que ésta hacía era acentuar mis ganas de escapar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Huía. No sabía qué esperaba encontrar al otro lado de esas montañas, pero poco importaba. Lo único que tenía importancia era lo que dejaba atrás… y que ése era el único lugar donde debía permanecer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Bien atrás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El cielo no tardó en cubrirse con enormes nubarrones grises que dejaron caer algunas compañeras a las pocas lágrimas que habían vertido ya. Resignada, me vi obligada a girar la manivela de la ventanilla para cerrarla, y continué mi camino con la voz de la cantautora retumbando en mis oídos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Ya quedaba menos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Cerca de una hora más tarde, el camino de tierra entre montañas por el que circulaba doblaba su último recodo sin señalizar para dar paso al primer cartel que auguraba la cercanía de mi destino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Era un poste desvencijado de madera con una flecha carvada en él como única indicación. Un pájaro solitario me lanzó una mirada severa desde la cabeza del mismo, como queriendo alertarme en silencio de que estaba adentrándome en sus dominios. </span><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Reduje la velocidad y continué conduciendo entre dos escarpadas paredes de roca cubiertas de musgo y liquen. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">La lluvia había cesado hacía un rato y decidí abrir de nuevo la ventanilla para aspirar el aire puro de la montaña y del que sería mi nuevo hogar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Cerré los ojos para disfrutar mejor de la sensación, pero, de pronto, la furgoneta pareció tropezar con un bache y se caló. Inmediatamente mi mirada se dirigió al retrovisor para asegurarme de que mis pertenencias seguían en su sitio, y respiré aliviada al comprobar que las tres maletas que llevaba conmigo permanecían inmóviles, amarradas con los cinturones de seguridad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Respiré hondo, agarrando con fuerza el volante, y me dispuse a bajarme de la furgoneta para ver qué era aquello que me había forzado a detenerme.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Al hacerlo, comprobé que no había sido la única interesada. Una pequeña ardilla olisqueaba curiosa el pedazo de roca que había hecho a mi vehículo renquear. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El animalito se quedó petrificado al reparar en mi presencia. Esbocé media sonrisa, enternecida, y tardé un abrir y cerrar de ojos en volver con una bolsa de frutos secos en una mano y mi vieja Canon colgada al cuello.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">La ardilla tenía algo más allá de su esponjoso pelaje y sus adorables orejas en punta que me cautivó. Sus ojos negros relucían con un fulgor especial, casi como si fuera un humano deseoso de hacer preguntas en vez de un animal esperando a cualquier mínimo movimiento por mi parte para escabullirse a la velocidad del rayo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Hola, pequeña –la saludé con voz suave –. ¿Estás perdida como yo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Con paso precavido, le tendí una avellana escogida al azar de mi bolsa. La ardilla alargó su hocico hacia mi mano, la olisqueó y, con un rápido movimiento, se hizo con ella y se alejó de un par de saltos para comérsela sin la sombra de mi desconocida presencia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Eres una desconfiada, ¿eh? –sonreí, acercando el visor de mi cámara de fotos a mis ojos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Cada vez me caía mejor ese bicho.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Ajusté el objetivo y me arrastré muy lentamente por el suelo, tratando de buscar un encuadre apropiado para esa escena, con mi nueva amiga recortada en parte contra la pared rocosa que se levantaba a sus espaldas y en parte por el majestuoso bosque de abetos que se podía apreciar a lo lejos, con sus copas apuntando hacia el cielo. Quería captar su esencia, el brillo curioso e inteligente de sus ojos, el espíritu humano que encerraba tras ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Como cada vez que tomaba una fotografía, me fijé en el tatuaje que adornaba el dorso de mi mano derecha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Qué opinas, Warren? –pregunté al aire –. ¿Ves en ella lo mismo que yo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Apreté el disparador.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Sí, yo también lo creo –dije, viendo cómo la ardilla se alejaba finalmente –. Sería una buena recluta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Aún con una sonrisa en el rostro, aparté la roca que entorpecía mi camino y volví a subirme a la furgoneta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">La muñeca de trapo del retrovisor me dirigió una mirada cargada de circunstancias.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—No te preocupes, Cindy –la tranquilicé, dándole un suave golpecito con uno de mis dedos –. Tú siempre serás nuestra favorita.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">De pronto, observé por el retrovisor algo que me dejó petrificada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Las maletas estaban abiertas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Warren, ¿has sido tú? –pregunté con voz temblorosa, negándome a abandonar mi fantasía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Pero no hubo respuesta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Me quedé helada, esperando algún tipo de movimiento. Los segundos se escurrieron de forma tan lenta y perezosa que podía visualizarlos en mi mente como el goteo de un grifo sobre un lavabo, hasta que, tensa como la cuerda de un arco, volví a bajarme de la furgoneta para arreglar el estropicio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Una vez me hube cerciorado de que no faltaba nada y que las maletas volvieron a estar cerradas y aseguradas con los cinturones, eché un vistazo a mi alrededor, con la convicción de que, quien quiera que hubiese hecho aquello no andaría muy lejos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">A no ser que, como yo, fuese en un vehículo motorizado y hubiese aprovechado mi distracción con la ardilla para intentar birlarme algo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Suspiré largamente. Desde luego, daba igual lo lejos que huyese, siempre habría genta mala en el mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Aquel pensamiento me dejó una sensación de vacío y desesperanza difícil de digerir. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Por un momento, consideré la opción de abandonar toda aquella pantomima y regresar por donde había venido. ¿Qué esperaba? No encontraría nada diferente a lo que había vivido hasta entonces tras esas montañas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Me quedé largo rato observando mis maletas, sin saber qué hacer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Sin quererlo, mis ojos se desviaron hacia mi compañera de viaje, que en esos momentos se mecía suavemente empujada por la brisa fresca del monte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">«No has llegado tan lejos para nada», me regañó silenciosamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Una ligera sonrisa se dibujó en mi cara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Por eso siempre serás mi recluta favorita –le dije tras haber ocupado de nuevo el asiento del conductor, chocando su pequeño puño de trapo con el mío –. No sé qué haría sin ti.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Sin embargo, por algún motivo no pude evitar sentirme obsevada al hacerlo, como si una presencia vigilase mis actos desde el asiento de atrás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Un escalofrío recorrió mi espalda.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Sacudí la cabeza, alejando de mi mente esos pensamientos, y arranqué la furgoneta de nuevo para completar el último tramo del viaje.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Poco después, el valle de las almas perdidas se extendió frente a mí como un oasis en medio del desierto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Shining Valley era como un pueblo de cuento. Pequeñas construcciones de piedra blanca y tejados rojos se desperdigaban aquí y allá, con el humo de sus chimeneas elevándose hacia la inmensidad de un cielo tan azul que resultaba sobrecogedor. Las montañas abrazaban con su poderosa presencia a la pequeña población, como dioses cubiertos por un manto esmeralda, y, salpicando de color la extensión de hierba que rodeada la ciudad, una gran variedad de flores se esparcía por doquier, resaltando como si de piedras preciosas se tratara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Era como si ese bosque que acababa de atravesar fuera algún tipo de portal a otro siglo… o, directamente, a otra dimensión.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Al llegar con mi furgoneta al suelo empedrado que indicaba el comienzo de vida civilizada, comprobé que alguien aguardaba, mirándome a través de la luna delantera con una amplia sonrisa. Era un hombre de baja estatura, entrado en carnes, con un prominente bigote y ojos pequeños y redondos, vestido con una especie de frac y un sombrero de copa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Lo dicho, como sacado de otra dimensión.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Aparqué como pude y me bajé de la furgoneta, volviendo a sentir aquella mirada invisible clavada en mi nuca.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Tragué saliva.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Leah Parker? –me preguntó el rollizo señor amablemente, sacándome de mi trance.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Sí, soy yo –respondí, mirándolo con algo de desconfianza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El hombre ensanchó su sonrisa tras la enorme mata de pelo que crecía bajo su rechoncha nariz.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Derek Johnson, alcalde de Shining Valley –se presentó, estrechándome una mano –. Estaba deseoso de conocerla.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Me vi incapaz de proferir palabra, con demasiadas preguntas circulando por mi cabeza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Sé lo que estás pensando –dijo él alegremente –. He visto esa expresión demasiadas veces. ¿De dónde sale este señor? ¿Por qué va así vestido? ¿Cuál es el motivo de que venga el alcalde a recibirme personalmente? –hizo una pausa y redujo el tono de su voz en un movimiento teatral –. Pero, joven Leah, para todas esas preguntas y todas las demás que seguramente te estés haciendo ahora mismo sólo tengo una única respuesta: aquí, en Shining Valley, cada uno es exactamente quien quiere ser. Por eso has venido hasta aquí, ¿no?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Las palabras del buen hombre me pillaron bastante desprevenida en el momento, percatándome poco a poco de que, efectivamente, aquella sencilla explicación podía servir de solución a cualquiera de mis preguntas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Había llegado a Shining Valley huyendo de la vida que me precedía, deseando volver a empezar. ¿Qué sentido tenía esperar las mismas reglas del juego en mi destino? ¿Para qué me había marchado si no?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Correspondiendo tenuemente a su sonrisa, apreté su regordeta mano y me dejé guiar, no sin antes percibir por última vez aquella presencia que me había perseguido durante esa última etapa como un aliento gélido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Ethan</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">La vi alejarse empujada suavemente por el abrazo del alcalde hacia el interior del pueblo, sentado con las piernas cruzadas sobre el asiento trasero de su furgoneta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">¿Quién era ella? ¿Qué la habría llevado hasta allí?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">¿Sería la persona que por fin me daría la clave?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">La figura espigada de Rob se materializó a mi lado, posándose con suavidad sobre una de sus maletas, y me lanzó una mirada cargada de represalias e incertidumbre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—No deberías estar aquí –me advirtió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Sus palabras se desvanecieron en el aire, demasiado ensimismado como estaba en mis propios pensamientos como para prestarle atención.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Ethan –insistió al ver que mantenía la vista clavada en el horizonte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Sin volverme hacia él, y sin terminar de creerme aún lo que acababa de suceder, murmuré, muy despacio:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Esa chica me ha sentido.</span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Próximamente</span></i> <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-8831910516104623882017-07-31T20:59:00.000+02:002018-05-10T10:59:32.897+02:00Victoria (X): La fiesta de Tiara<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los primeros días de trabajo fueron un caos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Encontrarme por primera vez en un set de rodaje real se me antojaba un sueño. No podía creerme que mi trabajo estuviera en el lugar donde se habían tomado tantas y tantas fotografías que había visto en mis libros de cine. Ver en primera persona cómo se rodaban escenas de acción (y lo ridículas que quedaban desprovistas aún de efectos especiales) o cómo eran en la realidad algunos decorados eran sólo algunas de las cosas que no dejaban de maravillarme a cada rato que pasaba allí. Eso por no hablar de la impresión brutal que causaba trabajar a sólo unos metros de Matthew Hamming, quien simulaba luchar contra los crímenes cometidos por una mafia rusa, o algo así. El típico argumento sobreexplotado con el que dormirse un domingo por la tarde, vaya. Por lo menos, el director, un tipo llamado Warren Thorne, era decente, y pude empezar desde el primer minuto a fijarme en todo lo que hacía en un intento de aprender de él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Por su parte, Tiara Angelista se había convertido en mi jefa directa. A pesar de que su trabajo aparentemente nada tenía que ver con estar pendiente de los extras, era ella quien daba indicaciones a toda la bandada que éramos para que no nos descontrolásemos. La primera mañana, tras darnos las debidas explicaciones sobre lo que teníamos que hacer y una vez todo el mundo se puso en marcha, Tiara aprovechó un momento que pasé a su vera y me preguntó, como quien no quería la cosa:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Se resolvió el problema con el inquilino?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Me volví hacia ella, completamente desconcertada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Perdona? –pregunté, sin tener del todo claro si era a mí a quien se dirigía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ella ni me devolvió la mirada. Caminaba a mi lado, como si coincidiera el lugar al que ambas nos dirigíamos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—El problema que me comentaste anoche –respondió, ajustándose las gafas de sol –. ¿Averiguaste quién fue el que te levantó la chabola?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Honestamente, me costó unos segundos deducir de qué estaba hablando. Había borrado de mi memoria la patética excusa con la que me había cubierto las espaldas la noche anterior, y desde luego estaba convencida de que ella ni siquiera me había escuchado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Debo reconocer que fue una grata sorpresa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Ah, sí –balbuceé rápidamente –. No, no averigüé de quién se trataba. Tendré que pasar alguna noche más por allí hasta que lo cace. No quiero denunciar hasta que no sepa quién es el pordiosero que me ha invadido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tiara asintió casi imperceptiblemente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Nos vio una paparazzi.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Empalidecí. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Aquello era lo opuesto a que nadie conociera en dónde vivía. ¿Qué iba a hacer ahora?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—La prensa no descansa –comenté, tratando de disimular mi pavor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Por suerte, yo tampoco. Me aseguré de que no vendiera esas fotos. Pero no me gustaría que te relacionaran conmigo… Al menos no de momento –añadió antes de separarse de mí y regresar a su puesto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No estaba segura de si sus palabras habían sido una especie de amenaza o simplemente una advertencia, pero poco me importaba. Era la primera que no quería ser descubierta por la prensa y, aunque en otras circunstancias habría aceptado de buena gana haber levantado el interés público, no me lo podía permitir… al menos no hasta que lograse un hogar más digno, lo que me iba a llevar bastante tiempo, de acuerdo con mi plan. Además, no era tan rastrera. Que te relacionen con otros famosos siempre es un empujoncito, pero algún día quería ser reconocida por mi trabajo, no por mis amistades.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Desde entonces, Tiara pareció tomarse muy en serio sus palabras de la noche anterior. Prácticamente no se despegaba de mi persona, aunque ponía bastante cuidado de cara a mis compañeros de trabajo en que pareciera totalmente casual y fortuito.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Adaptarme a la rutina que conllevaba mi nueva situación estaba siendo duro, pero, por suerte o desgracia, llevaba unos cuantos años acostumbrada a sobrevivir en circunstancias infrahumanas. Hice algunas compras con mis nulos ahorros que consistieron en poco más que cereales y ensalada para ir tirando, y me mentalicé en que en aquello iba a consistir mi dieta hasta que recibiera mi primera paga. Afortunadamente, en el trabajo nos daban de comer, así que, por lo menos a mediodía, podía incluir algo de variedad en mis comidas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tuve que hacer varias cosas en contra de mis principios que jamás pensé que me vería en la situación de hacer: tomar prestado algo de cubertería del comedor de los estudios, puesto que no disponía de más dinero para poder adquirirla por mis propios medios, y tomar prestados los baños del gimnasio local, puesto que yo no disponía de ningún tipo de saneamiento en mi infravivienda… y, si os estáis preguntando si me colaba todos los días en el gimnasio sin ser vista, lo cierto es que fue una opción en mi cabeza hasta que descubrí una oferta con la que disponía de una semana de prueba antes de empezar a pagar la cuota correspondiente, por lo que pude concederme esa semana de tregua hasta recibir mi primer salario. A partir de ahí, ya veríamos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Así que todos los días, después de pasar la noche con un ojo abierto por miedo a cualquier tipo de incursión, me levantaba, me preparaba un desayuno rancio que almacenaba en mi nevera inoperativa, me vestía con mi ropa de deporte y, bolsa en mano, me tragaba una hora de viaje en metro y ascendía los veinticinco pisos del rascacielos sobre el que se situaba el gimnasio de Bridgeport. Para hacer el paripé, y ya que estaba allí, aprovechaba para hacer algo de ejercicio en la cinta de correr y, a continuación, me daba una buena ducha, me cepillaba los dientes a conciencia y fregaba los platos en el lavabo del baño cuidándome de que nadie me descubriera en tan humillante situación. Luego me volvía a meter en el metro para ir a trabajar, donde me llevaba a la boca la mayor cantidad de comida posible, y me dedicaba a hacer mi labor de extra de fondo para después volver a encerrarme en el metro durante otra hora y pico y caminar la eterna cuesta de Silvertone Way, completamente agotada. Una vez llegaba a las proximidades de mi solar, me aseguraba de que no había paparazzis a la vista, cenaba en medio de una oscuridad total un plato de ensalada sin aliñar y me enfundaba en mi pijama para meterme en mi camastro y pasar otra noche casi en vela.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De ese modo transcurrieron varios días hasta que llegó, hacia el final de la semana, un día festivo cuyo motivo no me quedó claro. Al parecer, era la manera laica que tenían en Bridgeport de conmemorar el verano o algo así, y me enteré de que habría hasta una especie de festival con actividades al aire libre durante todo el día que acabaría en un espectáculo nocturno de fuegos artificiales. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Para cuando se dio el momento yo estaba absolutamente exhausta y lo único que quería era dormir durante todo el día, pero para mi sorpresa recibí un mensaje de texto de Tiara en el que me invitaba a una fiesta en su piscina esa misma mañana. Me costó varios minutos procesar la información, sin entender los motivos de aquella invitación. Ya me costaba entender la persecución a la que me sometía en el trabajo (aunque aprovechara como es lógico la oportunidad para intentar entablar relación con ella y sacar tajada de la situación), pero, ¿que después de apenas tres días de trabajo me invitara a mí, una simple extra de fondo, a una fiesta privada en su casa? No comprendía nada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero, por supuesto, no podía desaprovechar la oportunidad, así que me despedí de mi día de descanso y me dirigí hacia mi destino con toda la brevedad que pude.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tiara Angelista vivía en una mansión en una calle perpendicular a Silvertone Way. Era una vivienda moderna, de dos plantas, cerrada con planchas de hormigón blanco y dotado de un juego de cubiertas inclinadas de color negro que la hacía muy particular. Tenía una parte de la vivienda completamente en diagonal, como incrustada de cualquier manera en el resto de la casa, y algunos huecos de diferentes tamaños se esparcían por las paredes, demasiado pocos para mi gusto. En la parte izquierda se apreciaba la entrada a un garaje, y un muro de piedra protegía la casa del exterior.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Me acerqué maravillada y pulsé el botón del telefonillo bastante nerviosa. Enseguida las puertas se abrieron por algún procedimiento mecánico, dando paso a un jardín delantero totalmente desnudo, desprovisto de cualquier tipo de planta o flor que pudiera adornarlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eso no me gustó. Yo siempre había soñado con cultivar mi propio jardín, incluso mi abuelo Lawrence me había permitido crear un pequeño huerto en la mansión. Me prometí a mí misma que, cuando ampliara lo suficiente mi maltrecho hogar, dedicaría todo mi empeño en crear un hermoso jardín con todo tipo de vegetación, incluyendo mi propia plantación de frutas y hortalizas, tal y como tenía en mi anterior casa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tiara estaba enmarcada en la puerta, vestida con un elegante bañador de cuerpo entero, sus pendientes de aro y sus ya características gafas de sol, y portaba una bebida de aspecto cítrico en su mano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Eh, Victoria Legacy! –me saludó, con una gran sonrisa en su rostro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era la primera vez que la veía demostrar algún tipo de expresividad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Me acerqué a ella, bastante insegura acerca de lo que esa mujer esperaba de mí, y ella me invitó a entrar a un amplísimo salón en el que algunas personabas charlaban o bailaban al son de una estridente música electrónica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Tienes un cuarto de baño arriba donde puedes cambiarte –me indicó –. La piscina también está arriba, en la terraza, pero si quieres servirte algo antes, aquí a la derecha tienes una barra de bar, en la zona de comedor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Entonces, echó un vistazo en derredor y su cara se iluminó al localizar a alguien en concreto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Ah! Ahí está Lola –se volvió de nuevo hacia mí –. Pásalo bien, por aquí hay algunas personas interesantes. Estaré por ahí si me necesitas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y, dicho esto, se acercó a un grupito de unas tres personas con las que comenzó a parlotear alegremente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Un poco confusa, decidí hacer caso a Tiara y, tras ponerme mi bikini en el único baño que encontré, bajé de nuevo las escaleras. Iba tan ensimismada buscando a mi anfitriona que no reparé en que un hombre se disponía a ascenderlas, y me abalancé sobre él, derribándolo en el acto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Perdona, lo siento! –me apresuré a disculparme, agachándome para tenderle una mano y ayudarlo a levantarse.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El hombre me dirigió una mirada lastimera antes de dejarse ayudar. Debía de andar alrededor de los cuarenta, aunque poseía un rostro de rasgos algo aniñados. Tenía la piel cetrina, el pelo corto y rubio y los ojos de un verde bastante apagado, además de ser bastante enclenque. Era como un muerto viviente que en vida debió de ser atractivo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No te preocupes, señorita –tartamudeó, poniéndose en pie –. ¿La conozco de algo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Lo observé con detenimiento, y de pronto lo reconocí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Trabajas en Plumbob?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Su rostro gris se iluminó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Soy ayudante de dirección. Reuben Littler –se presentó, estrechándome una mano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Victoria Legacy –lo correspondí –. Extra de fondo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Reuben esbozó una media sonrisa que no me gustó nada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Extra de fondo –repitió, repasándome de arriba a abajo –. ¿Y cómo es que has sido invitada al gran evento de nuestra jefa de producción?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los pocos remordimientos que había podido sentir hasta ese momento se borraron de un plumazo al comprobar la altivez y el deje lascivo que denotaban su voz. No pensaba quedarme con ese señor ni un segundo más.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Pues lo mismo que tú, supongo –repliqué, cortante –. Nos vemos en el trabajo, ayudante de dirección.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y me alejé de él rápidamente, asqueada a más no poder.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero, ¿de qué iba ese hombre? ¿Cómo se le ocurría mirarme de esa manera, como si fuera un cacho de carne? Yo merecía un respeto, y eso sin contar con que por edad ese tío podría ser mi padre perfectamente. Menudo pedófilo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sin más dilación, ahuyenté de mi mente la escena que acababa de vivir y me acerqué de nuevo a Tiara para simular que estaba ocupada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/victoria-ix-una-de-cal-y-otra-de-arena.html">← Victoria (IX): Una de cal y otra de arena</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2018/05/victoria-xi-una-serie-de-catastroficas.html"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Victoria (XI): Una serie de catastróficas desdichas</span> <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span></a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-81265340103245276982017-07-19T10:54:00.000+02:002017-07-19T10:54:02.149+02:00Kai (V): Alma de arquero<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Trató de mantener su pánico a raya y repasó mentalmente los conocimientos que en teoría debía poner en práctica en la fase de supervivencia. Los desperfectos no eran extremadamente graves, tal vez con un poco de magia pudiera arreglarlo sin problemas, pero era una reparación laboriosa y no disponía del tiempo necesario. En un arranque de determinación, arrancó de cuajo la pieza rota ayudándose de un ligero movimiento mágico y colocó la mano que sujetaba el arco de tal forma que pudo hacer un pequeño apoyo con sus dedos. Tiró de la flecha, apretó los dientes y disparó hacia la marca al tiempo que sentía cómo el arma le dejaba en carne viva la mano y parte del brazo a medida que se deslizaba por ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hubo un momento en el que estuvo convencido de que el sacrificio había sido en vano, pero la flecha impactó en su objetivo por poca distancia, y a Kai le faltó tiempo para brincar sobre el alféizar y agarrarse al poste, dándose impulso con piernas y brazos para ascender por él y aguantándose las lágrimas cada vez que la madera entraba en contacto con las heridas causadas por la flecha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Apenas pudo contener la alegría cuando, al desasirse del poste y ponerse en pie sobre la cubierta de la casa, descubrió que finalmente se había puesto a la altura de Vith.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El chico le dirigió una mirada hostil al percatarse de su presencia, visiblemente sorprendido. Nunca le había tratado mal, pero Kai sabía que Vith también deseaba ser seleccionado para viajar a Elbor, y aquello era una cuestión personal para él. Resollando por el esfuerzo, Vith no perdió ni un segundo más y puso pies en polvorosa en un intento de dejarlo atrás de nuevo, pero esta vez Kai no se lo permitió. Dio una zancada frente a él, obstaculizándole el paso por un instante, y saltó a la cubierta de la siguiente casa, alejándose a la velocidad de la luz.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¡Maldito mestizo! –le oyó vociferar a lo lejos, henchido de rabia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai sintió una mezcla de dolor y satisfacción al mismo tiempo, pero no se fiaba de Vith y necesitaba asegurarse de que le cogía la delantera definitivamente. Sin detenerse, buscó con la mirada la luz del siguiente munhe, y la localizó brillando entre las hojas alargadas y sinuosas de la copa de un gran árbol. Encendido por la adrenalina, volvió a ignorar el camino habitual y apretó el paso, lanzándose hacia otra pasarela que le sirvió para coger carrerilla y dar un enorme salto en dirección al árbol en cuestión, colgándose de una de las hojas. Aulló de dolor cuando sus manos resbalaron por la hoja, cediendo por el peso y cortándole las palmas con el filo, pero aún así se las arregló para agarrarse bien. Obviando la sangre que manaba de sus manos y teñía el verde azulado de la vegetación de un intenso escarlata, se las ingenió para enrollarse parte de la hoja alrededor de una mano, y repitió el proceso para sujetarse a la otra hoja que tenía al lado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">«¿De verdad era necesario esto, mestizo idiota?», se torturó a sí mismo mentalmente mientras ascendía a pulso por las hojas del árbol, sin evitar reparar en el escozor de las palmas de sus manos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Cuando llegó a la copa del árbol casi se sintió desfallecer. Aspiró aire durante un momento, apoyándose sobre sus rodillas, pero de pronto se acordó del rostro enfurecido de Vith y volvió a ponerse en marcha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">No tardó en encontrar el munhe, y desde allí visualizó la marca correspondiente, balanceándose en una hoja del árbol como había estado haciendo Kai momentos antes. Sacó una flecha del carcaj, la colocó sobre el arco y la flecha cayó hacia un lado, imitando a la anterior.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Mierda –maldijo en voz baja. Había olvidado todo el asunto del reposaflechas y acababa de caer en la cuenta de que debía volver a hacerse daño con las malditas flechas dos veces más si quería superar la fase.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Le dieron ganas de llorar, totalmente reacio a la idea provocada por su mala cabeza, pero no había tiempo que perder. Vaciló, pero finalmente decidió arrancarle un par de pedazos a una hoja.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Lo siento –se disculpó de corazón, tanto con el árbol como con Everyth –. Espero que sepas perdonarme.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Se enrolló y sujetó los trozos de la hoja en las manos, a modo de vendas, y a continuación compensó torpemente al árbol invocando su magia para hacer que la hoja arrancada creciera de nuevo y devolverla a su estado anterior. Kai sabía que aquello no arreglaba nada, ni ante el árbol, ni ante la diosa, pero no podía permitirse dejar la fase a medias, y no sabía qué otra cosa hacer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Volvió a colocar los dedos simulando un reposaflechas y se concentró en la marca balanceante. No podía fallar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Disparó, y la flecha le cortó de nuevo al volar hacia su blanco, pero esta vez no le escoció tanto gracias a su protección improvisada. Eso lo alentó, pero sus ánimos desaparecieron cuando la flecha pasó silbando al lado de la marca.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai soltó una maldición, sacó otra flecha y repitió la operación. Esta vez sí acertó, pero su protección estaba ya desgastada y no soportó tan bien el dolor. Con lágrimas en los ojos, decidió que necesitaba acabar con esa fase cuanto antes, así que no se lo pensó más y se dejó caer de rama en rama hasta sentir de nuevo la hierba bajo sus pies, y trotó hacia el final del circuito, esta vez siguiendo el camino convencional.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El maestro Hando lo vio llegar desde la meta y asistió estupefacto a su último disparo, viendo cómo la flecha le desgarraba el brazo y una mano cubierta por una hoja de siaze destrozada y ensangrentada antes de atinar en el centro de la marca. Sin poderse controlar más, Kai profirió un grito descomunal, lanzó el arco y el carcaj al suelo con furia y se tiró sobre la hierba fresca, con los ojos henchidos en lágrimas y profundamente aliviado por haber acabado al fin con aquella fase del infierno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El maestro se quedó observándolo durante unos largos segundos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Llamaré a un mago –sentenció finalmente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Qué ha pasado, chico? –le preguntó abiertamente el maestro una vez hubo regresado, mientras la sanadora que había traído<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span> se encargaba de curar sus heridas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El resto de aprendices todavía no habían llegado cuando Hando había regresado acompañado de una thaender anciana que, nada más ver de quién se trataba el accidentado, se había dispuesto a hacer su trabajo sin proferir una sola palabra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai bajó la cabeza, visiblemente avergonzado. A pesar de ser mestizo, el maestro Hando siempre lo había tratado con respeto y temía decepcionarlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Nunca has tenido problemas con esta fase –continuó el maestro al ver que Kai no contestaba –. De hecho, no me ha sorprendido que hayas llegado el primero, pero siempre lo has realizado holgadamente, y mira en qué condiciones estás. ¿Ha ocurrido algo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai dudó de si contarle lo sucedido con Nilhe al principio del circuito, pero en ese momento vio cómo Vith llegaba a la meta y sus dudas se disiparon, acordándose del momento en el que el propio Kai se había interpuesto en el camino de su compañero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Tuve un percance al principio –dijo finalmente, escogiendo las palabras –, y tuve que ingeniármelas para salvar tiempo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El maestro Hando señaló con la vista las heridas que la sanadora estaba cerrando poco a poco con su magia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Y esos cortes? ¿Has olvidado de pronto cómo disparar?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai notó de pronto la boca pastosa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Se me rompió el reposaflechas, maestro. Consideré arreglarlo, pero hubiese tardado demasiado, así que al final decidí utilizar mis propios dedos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hando alzó las cejas, y por un momento Kai tuvo miedo de que su maestro decidiera descalificarlo por saltarse las normas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Sin embargo, el maestro se mantuvo en silencio, observándolo con una expresión indescifrable.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Esto ya está –anunció la sanadora de pronto, y se dirigió al arquero –. La magia aún estará haciendo su efecto por un rato, así que debe tener cuidado y mantener reposo en el brazo y en las manos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">A Kai se le cayó el mundo a los pies al escuchar la noticia de la mujer. Si no podía utilizar sus manos, ¿cómo se suponía que iba a seguir con la prueba?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El maestro Hando asintió severamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Descuida, lo hará. Que Everyth te otorgue larga vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Se despidieron con el saludo deiliano y la mujer desapreció en el bosque.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Nilhe había llegado mientras la sanadora comunicaba la noticia y, en cuanto vio a Kai y concluyó que el mestizo había finalizado el primero, le dedicó una mirada cargada de odio. Unos minutos después llegó Esven, sin dejar de mirar hacia el cielo para comprobar que había llegado a tiempo, y disparó su última flecha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Bueno, pues ya estáis todos –declaró el maestro Hando cuando al fin se reunieron –. Y todos a tiempo, así que de momento vais por el buen camino. Tomaos un descanso y nos reuniremos aquí mismo al comienzo de la tarde para continuar con la prueba. Que Everyth os guarde y os dé suerte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Sí, maestro –respondieron los aprendices al unísono, tratando de contener su excitación por haber superado la fase.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Esven, Vith y Nilhe intercambiaron animadas despedidas y se disgregaron sin mirar a Kai en ningún momento. Kai, acostumbrado, suspiró y se dispuso a marcharse cuando la voz de su maestro lo llamó:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Kai –dijo con una voz limpia y clara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai dio media vuelta, sorprendido porque su maestro se dirigiera a él en exclusiva.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Sí, maestro Hando?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El hombre lo observó con cierta curiosidad, cruzando los brazos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—La forma en que has superado la fase de habilidad ha sido temeraria, chico –lo reprendió con tranquilidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Lo sé, maestro –coincidió Kai, arrepentido –. Lo lamento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—No es necesario que asistas a la fase de supervivencia –dijo súbitamente su maestro, sin tapujos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai alzó las cejas, sin creer lo que estaba oyendo</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Perdona, maestro?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Estoy al corriente de que para tus compañeros no eres de agrado, y sé que te lo han puesto más difícil.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El aprendiz guardó silencio, incapaz de ocultar su confusión, esta vez en un nuevo sentido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Tenía fe en ti –continuó el maestro al ver que Kai no pronunciaba palabra –, pero ni por asomo pensaba que fueras a llegar tan lejos. ¿Disparar flechas apoyándolas en tus propios dedos? Estoy francamente sorprendido, muchacho.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai se mantuvo observando a su maestro, tratando de resolver en su cabeza el rompecabezas de sus palabras.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Entonces… ¿me descalificas por no haber reparado el arco?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El maestro Hando, eternamente serio y cansado, miró perplejo a su aprendiz unos instantes antes de dejar escapar una risa seca.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—No me has entendido, chico. Has realizado una fase de habilidad como no he visto en mi vida. Has demostrado que tienes recursos para vencer las adversidades, si es necesario sacrificándote tú mismo. No sólo eso, sino que has empleado conocimientos de otras fases para ayudarte en ésta, tal y como se debería hacer en una situación real. En otras palabras, has demostrado que tienes alma de arquero. Así que ve a casa, reposa tal y como ha dicho la sanadora y vuelve para la fase de abastecimiento. Creo que, por cómo has acabado, tu fase de habilidad también vale para superar una fase de supervivencia, ¿no crees?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai no daba crédito a lo que escuchaban sus oídos. Se sentía tan contrariado y colmado al mismo tiempo de tantas emociones que no sabía ni qué decir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Pe-pero… No he reparado mi arco. Quiero decir, no he demostrado que sé fabricar uno propio desde cero, ni que sé arreglarlo si se rompe como hoy, ni…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—¿Quién ha fabricado ese arco que llevas a la espalda, Kai? –lo interrumpió su maestro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Y-yo, maestro…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Entonces podemos concluir que sí sabes hacerlo, ¿verdad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai tragó saliva y asintió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Bien, pues creo que no hay mucho más que hablar –sentenció, y se dispuso a marcharse, dándole una palmada en el hombro al muchacho al cruzarse con él –. Descansa, chico. Te veo en la fase de abastecimiento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Kai parpadeó varias veces, aún sin creérselo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">—Gra-gracias, maestro… –dijo, contemplando cómo el arquero se desvanecía entre los árboles.</span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/06/kai-iv-el-comienzo-de-las-pruebas.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Kai (IV): El comienzo de las pruebas</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> </i><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/zoe-vii-la-chica-del-arbol-de-corales.html">Zoe (VII): La chica del árbol de corales →</a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-24813862064621788832017-07-16T13:09:00.000+02:002017-09-01T15:39:23.844+02:00Zoe (VII): La chica del árbol de corales<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La voz sonaba en la lejanía, susurrante pero limpia y clara al mismo tiempo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe –repitió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe abrió los ojos pesadamente, pero fue incapaz de ver nada. Una espesa niebla cubría su cabeza y no era capaz de distinguir las formas ni los colores.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe –la seguía llamando la voz.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y entonces la reconoció.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era la voz de su claro. Lo que silbaba el viento a través de las hojas de los árboles cuando yacía en él dibujándolo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De pronto, los contornos se esclarecieron, y allí estaba ella de nuevo. La embargó la sensación de paz y familiaridad propia de quien ha regresado a su hogar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sin embargo, algo la dejaba intranquila. Su claro no era el mismo de siempre. La distancia que la separaba del estanque y del resto del bosque era mucho mayor de la habitual, y se sentía extrañamente sola.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No se dio cuenta al principio, pero poco a poco fue consciente de que los árboles se movían y que llevaban moviéndose de esa manera todo el rato. Danzaban a su alrededor, mezclándose con otros y susurrarando a gritos su nombre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe… Zoe…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ella acudió a su llamada, caminando emocionada hacia el lago, pero, cuando llevaba apenas unos pasos, se percató con impotencia de que éste seguía igual de lejos que al principio. Cuanto más se acercaba a él, más lejos parecía estar, y la suave danza de los árboles se volvía cada vez más frenética y violenta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Por qué estaba el claro tan enfurecido?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Seguía escuchando su nombre, pero ya no sonaba dulce y suave, sino fuerte y exigente, y Zoe no alcanzaba a distinguir si aquello era una réplica dolida o una llamada de auxilio desesperada. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La chica apremió el paso, pero era inútil, su claro estaba cada vez más lejos. Y, de repente, un torrente de agua salió disparado del lago, como si de un monstruo marino se tratase, y le agarró del tobillo, empujándola con fuerza hacia adentro. Zoe, asustada, intentó aferrarse al suelo, pero el torrente era mucho más fuerte que ella. Impotente y desesperada, sus uñas sólo lograron arañar la tierra y arrancar la hierba mientras sentía cómo las aguas la arrastraban por el suelo antes de engullirla como a una lombriz.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Entonces, todo se apagó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ni el ruido del viento y el agua, ni el verde y el dorado de los árboles danzantes, ni la distancia cada vez más grande entre el claro y ella. No veía, sentía ni oía nada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sólo una voz tenue y adormilada que susurraba:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Zoe!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe se despertó sobresaltada, con el corazón latiéndole totalmente desbocado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se giró bruscamente y vio a Isshia enmarcada en la puerta de su exótico hogar, mirándola con una mezcla de diversión y preocupación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Zoe?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ella aún trataba de ubicarse y reconocer que lo que ocurría a su alrededor no formaba parte del sueño. Su pecho subía y bajaba, frenético, y miraba a la mujer del pelo de colores con ojos desorbitados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Zoe –dijo automáticamente, sin saber muy bien cómo habían llegado esas palabras a sus labios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Isshia soltó una risotada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ren</i>, Zoe –respondió, encantada, y a continuación le hizo gestos apremiantes para que abandonara el lecho de hierba y se acercara a ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Confusa, Zoe se puso en pie lentamente y se palpó el cuerpo para comprobar que seguía vestida, aunque fuera con aquellos extraños ropajes. Dio unos pasos hacia la mujer, pero, antes de haber llegado a su lado, ésta retiró la cortina de caracolas que pendía del marco de la puerta y la invitó a salir al exterior.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A Zoe apenas le dio tiempo a apreciar de nuevo la luz del sol. Antes de que hubiese puesto un pie fuera, una avalancha de gente se volcó sobre ella, curiosa y entusiasmada, hablándole a gritos en su lengua.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ella enseguida se sintió estresada, aturdida y terriblemente incómoda. Ni siquiera era capaz de distinguir los rasgos de aquellas personas, ni el color de su pelo, o si eran hombres o mujeres. Desesperada, buscó con la mirada a Isshia, suplicándole auxilio en silencio, y ella enseguida salió a su rescate, apartando con brazos y piernas a la gente y dando órdenes en tono maternal. En cuestión de segundos, aquellos seres se habían dispuesto a un par de zancadas a la redonda, observando a la visitante ahora en respetuoso silencio, pero con un interés aún mayor si cabía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Fue entonces cuando la chica pudo ver el aspecto de toda esa gente con claridad: pieles bronceadas y tatuadas, torsos desnudos, telas transparentes y traslúcidas de diversos colores, ojos y cabellos también de brillantes tonalidades, éstos últimos muy cortos o largos y recogidos… y todos ellos con sus branquias sobre la caja torácica, indicativo de que ahí la diferente era ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Algunos valientes trataron de acercarse un poco a Zoe y comunicarse con ella en voz suave, pero Isshia enseguida los acalló, y Zoe no tuvo que pensarlo mucho para deducir lo que les había expresado: que era inútil, la chica no entendía ni una palabra de lo que estaban diciendo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El grupo intercambió murmullos de sorpresa, hasta que una joven aparentemente de la edad de Zoe se abrió paso entre la muchedumbre y, momentáneamente, la atención se centró en ella. Todo el mundo parecía conocerla y alegrarse de su presencia, e Isshia la saludó con gran efusividad, como si la hubiera estado esperando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La muchacha correspondió al saludo alegremente y juntas intercambiaron unas palabras antes de que se volviera hacia Zoe con los brazos en jarras y una cálida y jovial sonrisa dibujada en su rostro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe –la llamó Isshia, y a continuación señaló a la recién llegada con las manos –. <i>Íha</i>, Rayle.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Rayle –se apresuró a corroborar la chica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe anotó mentalmente la palabra “<i>íha</i>”, traduciéndola como “ella”, y añadió el nombre de Rayle a los ya conocidos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Zoe –se presentó como había aprendido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rayle asintió y aplaudió, maravillada, y volvió a hablarle muy despacio y haciendo un montón de gestos que Zoe no comprendió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ante el contrariado ademán de su huésped, Isshia volvió a dirigirse al grupo que observaba la escena desde segunda fila y vociferó algunas cosas con satisfacción y firmeza, logrando que, por fin, todos esos seres desaparecieran de la vista, dejando a las tres mujeres a solas. Zoe respiró con alivio, aunque aún seguía inquieta por la presencia de la recién llegada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Entonces, Isshia volvió a hablar y hacer gestos, señalándola a ella y a Rayle de vez en cuando, hasta que la empujó suavemente hacia la joven y Zoe intuyó con pavor que pretendía dejarla a solas con ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sus sospechas se confirmaron cuando, tras intercambiar de nuevo unas últimas palabras con Rayle, Isshia se despidió de la muchacha con una sonrisa y se introdujo de nuevo en la cabaña.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe quiso suplicarle a la mujer que no la dejara sola con aquella extraña, pero ya era tarde, y de todas formas no tenía manera de hacerse entender. Desolada, contuvo un suspiro y se enfrentó a su destino, sin saber muy bien qué hacer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En cambio, su compañera no parecía nerviosa en absoluto. Al contrario, se la veía tan emocionada con aquella idea que no perdió tiempo y se dispuso a hablarle con toda la tranquilidad del mundo, a pesar de que Zoe no entendiera nada de lo que estaba diciendo y no pudiera responder, así que la chica no tuvo más alternativa que quedarse contemplándola, tratando de disimular lo mejor posible su estupor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rayle era media cabeza más alta que Zoe y poseía un cuerpo proporcionado y definido, de bellas curvas y piel tostada plagada de multitud de coloridos tatuajes. Sus ojos violetas refulgían con alegría en medio de un rostro pecoso y equilibrado, con una boca ancha y carnosa de la que sobresalía esa radiante sonrisa, pómulos marcados y nariz respingona. Su cabello, de color azul marino, brillaba con reflejos del tono de sus ojos, y en esos momentos lo mantenía recogido hacia arriba en un inusual peinado sin ningún tipo de orden que dejaba un par de gruesos mechones ondulados enmarcando su hermosa faz. Vestía una especie de body rasgado por varios sitios, de varios tonos de amarillo, que estaba compuesto a partes iguales de zonas traslúcidas y opacas, mostrando su vientre plano y dejando entrever un pecho desnudo y las branquias que ya le eran familiares sobre sus costillas. Sobre esa vestimenta llevaba un amplio pedazo de tela transparente sujeto a su hombro derecho que cubría parte de un brazo, e iba descalza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La chica le indicó con un gesto ávido que la siguiera y, al darse la vuelta, Zoe pudo ver que su atuendo se abría en la espalda hasta la cadera, dejando ver un enorme tatuaje que destacaba frente a todos los demás: un mosaico de corales de distintos tonos de azul marino que trepaba por su espina dorsal hasta la nuca, donde terminaba en un extraño símbolo gris, y del que nacían hacia los lados multitud de bellos dibujos de todos los colores habidos y por haber, describiendo líneas curvas que se enredaban las unas con las otras o se enrollaban sobre sí mismas hasta desaparecer. Zoe pensó que parecía un enorme árbol marino, y se olvidó casi hasta de respirar al contemplarlo embelesada mientras caminaba detrás de su lienzo, descubriendo nuevos detalles a cada paso que daba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rayle no había dejado de hablar con su voz cantarina desde el momento en que se había dado la vuelta. Cuando se percató de que Zoe se había quedado anonadada con el tatuaje de su espalda, rió, divertida, y tomó suavemente de la muñeca a su acompañante para colocarla a su altura y obligarla a mirar a su alrededor. Zoe se dejó llevar, apenada por tener que dejar de estudiar aquella maravillosa creación, pero pronto se olvidó del tatuaje al ver el lugar en el que se encontraban.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El hogar de aquellas criaturas parecía un poblado de cuento. Pequeñas viviendas como la de Isshia se levantaban por doquier, y vistas desde fuera parecían casi como caparazones acabados en punta, con todos sus pilares blanquecinos y curvos atados entre sí en la parte superior con aquel extraño material del cerramiento que Zoe no identificaba. Las viviendas se esparcían aquí y allí sobre un lecho de hierba corta, como carcasas blancas con sus puertas hechas de cortinas de colores que las distinguían unas de otras, y, conectándolas entre ellas, sus habitantes habían construido caminos sinuosos hechos con lo que a Zoe le parecieron conchas de múltiples tamaños y colores. A lo lejos, las aguas de un río se atravesaban entre las casas como una serpiente, cargando el ambiente de un aire puro y fresco que llenó los pulmones de la muchacha. Y, a medida que iban caminando, a Zoe le llegó un olor que conocía bien.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El del aroma que traían las olas y la brisa del mar.</span></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/kai-v-alma-de-arquero.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Kai (V): Alma de arquero</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> </i><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/09/zoe-viii-el-pescador.html"><span style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">Zoe (VIII): El pescador</span><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> →</span></a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-64712233829163028342017-07-04T10:59:00.002+02:002018-05-08T15:48:53.274+02:00Victoria (IX): Una de cal y otra de arena<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era noche cerrada cuando un ruido sordo interrumpió mi sueño.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Me desperté entre desubicada y asustada, con el corazón latiéndome fuertemente bajo mi pecho. La negrura de la habitación era total, y me costó un buen rato acostumbrarme a ella y reconocer el camastro donde dormía y darme cuenta de que ya no estaba en la mullida cama con dosel de mi habitación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Aturdida y hecha un manojo de nervios, auné fuerzas para levantarme y averiguar qué diablos había sido ese ruido. La cabeza me daba vueltas como una noria y me crujió todo el cuerpo al incorporarme, pero finalmente logré mantenerme firme como para coger mi móvil, que se encontraba a buen recaudo descansando bajo mi almohada, dura como una piedra, y activar una vez más la luz de su linterna.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La puerta de la chabola estaba abierta de par en par y se balanceaba ligeramente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Me quedé completamente paralizada, sin saber cómo reaccionar. Alguien había entrado mientras dormía. ¿Para qué había querido alguien internarse en ese sitio tan cochambroso?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De pronto, tuve una iluminación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Y si había sido el anterior dueño?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Salí de la casa impulsada por un arranque de valentía, y apunté con mi linterna a todas partes, esperando ver a quien quiera que fuese el autor de aquella incursión huyendo en la distancia, pero eso no sucedió. Desconcertada, volví al interior de la choza. Tal vez simplemente había sido el viento el que había abierto la puerta, tampoco sería extraño dada su calidad, traté de convencerme…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sin embargo, cuando por instinto dirigí la luz del móvil hacia cada rincón de la habitación para comprobar que todo estaba en orden, descubrí que faltaba algo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Aquel individuo me había robado el váter.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No tenía claro si tenía ganas de reír o de llorar. Aquel pedazo de cerámica no servía para nada, más allá de aparentar un recipiente donde hacer mis necesidades, pero descubrí para mi sorpresa que sin él me sentía completamente expuesta. Lo ridículo de la situación me hizo sentir impotente y estúpida a partes iguales. ¿Qué se suponía que tenía que hacer alguien si le robaban un inodoro que ni siquiera funcionaba cuya simple existencia ya era de dudosa legalidad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No sé cuánto tiempo me mantuve allí, contemplando el hueco vacío que había dejado la ausencia del váter, hasta que una voz me sacó de mi ensimismamiento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Victoria Legacy?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A punto estuve de desmayarme del susto. ¿Quién diablos venía a verme a esas horas? Y, lo que era más inquietante, ¿cómo había descubierto que vivía allí?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cuando me volví, la persona que encontré mirándome con aspecto inexpresivo era la última persona que esperaba y quería ver en aquella situación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡¿Tiara Angelista?! –espeté, en un tono mucho más histérico que en el que me habría gustado hablar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Cómo narices me había encontrado? Y, ¡¿qué hacía ella allí?!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Repasé mentalmente mi lista de contactos de ese día: Natalie Taylor, la agente inmobiliaria estafadora; el taxista imbécil que me había llevado a mi recién adquirido hogar; el hombre gordo con el que había intercambiado dos palabras en el casting; Champ Ward, el propietario del local de fiestas al que había ido a parar de casualidad; y Richie Striker.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Las únicas dos personas que conocían mi ubicación eran las dos primeras. Pero, aunque en el más remoto de los casos diera la casualidad de que fueran amistades de Tiara, cosa que veía muy improbable, ¿qué le había llevado a la productora de cine a buscar mi paradera e ir a visitarme en plena madrugada?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eran muchas las preguntas que se agolpaban en mi cabeza como para poder discernir unas de otras y tratar de dar respuesta aunque fuera a una sola de ellas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La mujer se quedó mirándome con cara de póker a través de unas gafas de sol totalmente innecesarias dadas las horas que eran, para luego pasar a contemplar sin ningún tipo de pudor la infravivienda en la que habitaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Excéntrico –comentó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Te lo puedes creer? –me apresuré a replicar, poniendo en marcha de nuevo la máquina de mentiras –. Compras un solar y cuando te quieres dar cuenta ya te han levantado una chabola. He tenido que quedarme a pasar la noche para averiguar quién es el sinvergüenza que me ha ocupado el solar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tiara pareció hacer caso omiso de mis palabras.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—He venido personalmente a darte un puesto como extra para la película.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No sabía si me había quedado más anonadada por la noticia o por el hecho de que la mujer se presentara allí a esa hora como si aquello fuera la mansión de Twinbrook y fueran las cinco de la tarde.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Perdona? –pregunté, estupefacta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Me has gustado. Tienes agallas y mente crítica. Actuar no es lo tuyo, pese a todas esas compañías de teatro en las que dices haber trabajado… Pero se nota que sabes de cine y que tienes ambición por llegar lejos en este mundo. Estoy aburrida de todas esas pánfilas que no analizan nada y que se creen que sólo por tener una cara bonita van a ser alguien en esta vida. Yo he trabajado mucho para llegar a donde estoy, y he visto en tu mirada que tú estás dispuesta a recorrer el mismo camino. ¿Cuántos años tienes?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Dieciocho –respondí, tan atónita que me olvidé hasta de si era razonable decir la verdad en esa ocasión.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Me recuerdas a mí hace unos años –contestó ella –. Esa fuerza en los ojos, ese carácter… Estás dispuesta a todo y no te vas a dejar pisotear para conseguirlo. ¿Me equivoco?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—N-no…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Empiezas mañana. De una a siete de la tarde, de lunes a viernes, en el set que asignaremos cada día para la película. Si no estás puntual, no entras y no recibes paga ese día. Si te desempeñas bien y das la talla, te haré mi ayudante personal. Necesito a alguien con tu cabeza para asesorarme, y estoy harta de machitos que me digan lo que tengo que hacer. ¿Todo claro?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—S-sí, cristalino –dije, en un intento desesperado por recomponerme.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Tengo un ojo puesto en ti, Victoria Legacy –me advirtió –. Espero mucho de ti.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No la defraudaré, señorita Angelista –la aseguré.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Te veo mañana –se despidió, y se perdió en la oscuridad de la noche.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Puse todas mis energías en mantenerme firme hasta que me aseguré de que Tiara había desaparecido, y a continuación mis piernas flaquearon y me desmoroné.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ya me daban igual todos los misterios que rodeaban el suceso y que no dejaban de ser turbadores.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tenía trabajo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y mi pésima actuación en el casting había llamado la atención de la jefa de producción más reconocida de Plumbob Pictures.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ahogué un grito de alegría nada propio de mí y me sumergí entre mis sábanas para descansar todo lo que me fuera posible antes de mi primer día.</span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/05/victoria-viii-el-plan.html">← Victoria (VIII): El plan</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/victoria-x-la-fiesta-de-tiara.html">Victoria (X): La fiesta de Tiara →</a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-21876925654598934752017-06-28T00:25:00.001+02:002017-11-28T11:33:35.344+01:00Iván (IV): Una noticia genial<div style="text-align: justify;">
Pasaron un par de días desde lo sucedido en casa de Clara que fueron tediosos a más no poder. Nunca había tenido excesivos problemas con los estudios, pero para Iván ir a clase era un recordatorio constante de lo que se le venía encima ese curso. Era su último año de instituto, y si segundo de Bachillerato ya era un curso complicado de por sí por la amenaza permanente de la selectividad, la presión inherente de a elegir una carrera (la decisión más importante de sus vidas) y sacar la nota necesaria poder llevarla a cabo, además él tenía una carga añadida.</div>
<div style="text-align: justify;">
Iván quería estudiar nanotecnología, una carrera que implicaba dos inconvenientes principales: en primer lugar, que necesitaba tener conocimientos tanto de dibujo técnico como de biología a partes iguales para poder comenzar la carrera sin morir en el intento, por lo que le había tocado escoger un itinerario y estudiar por su cuenta la asignatura restante. Era por ello por lo que había tenido que pedirle a la madre de Clara, que era profesora de biología, que le prestase un libro para prepararse esa asignatura.</div>
<div style="text-align: justify;">
El otro inconveniente era que la única facultad de nanotecnología de España estaba en Barcelona.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y eso implicaba separarse de Clara. Cosa para la que no sabía si estaba preparado, y menos teniendo en cuenta lo sucedido la tarde anterior.</div>
<div style="text-align: justify;">
Iván le había dado muchas vueltas a lo ocurrido, había rememorado y analizado cada pequeño detalle de ese momento, y aproximadamente cada cinco minutos llegaba a una conclusión distinta. En general se oponía a la idea de que ella lo pudiera corresponder, convencido como siempre de que lo que él sentía no era recíproco en absoluto, pero a veces se acordaba de la mirada de Clara, de cómo por momentos se había desviado hacia la boca de él, de cumplidos que le había hecho como quien no quería la cosa, y no podía evitar dudar…</div>
<div style="text-align: justify;">
De pronto, todas las cosas que él había dado siempre por sentado habían cobrado un nuevo sentido para él a partir de ese día. ¿Y si había vivido durante años en una mentira, interpretando que aquella complicidad que experimentaba con ella era causada por la relación de amistad que llevaban manteniendo desde niños y no porque ambos tuvieran sentimientos hacia el otro? Que Iván supiera, Clara nunca había estado con ningún chico. Él nunca le había dado ninguna importancia, pero, ¿y si había una razón para que aquello no hubiera sucedido?</div>
<div style="text-align: justify;">
Durante esos días, Iván no había parado de hacerse estas preguntas y, cuanto más lo pensaba, analizaba y recordaba, más esperanzas se generaban inconscientemente en su interior… y, con ellas, una idea que jamás se le habría ocurrido ni imaginar que iba a llegar a plantearse.</div>
<div style="text-align: justify;">
La idea de proponerle a Clara quedar juntos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Fuera de su casa o de la de ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
Como una cita, vaya.</div>
<div style="text-align: justify;">
Iván había sentido un ramalazo de adrenalina cuando la idea llegó a su cabeza por primera vez, y enseguida la había desechado al considerarla más seriamente. Pero con el transcurso del tiempo su imaginación había volado hacia un futuro cercano en el que él y Clara iban a tomar un helado juntos, o paseaban por el parque, tal vez cogidos de la mano…</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y si aquello podía ser una realidad?</div>
<div style="text-align: justify;">
Iván llevaba un rato tirado en la cama, dándole vuelas a toda aquella situación, y por fin había creído haber tomado una decisión.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y se atrevía a afirmar que era con diferencia la más terrorífica de toda su vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
En un acto impulsivo, alargó el brazo rápidamente hacia su escritorio y cogió su móvil.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Hey</i>, escribió rápidamente por WhatsApp.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por suerte, la respuesta no se hizo de rogar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Hey, tío</i>, contestó Sergio al otro lado del teléfono.</div>
<div style="text-align: justify;">
Iván se lo pensó un segundo antes de volver a escribir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Voy a decirle de salir a Clara.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Guay</i>, fue la respuesta de su amigo. <i>¿Vas a ir al final a lo de mañana?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Iván se desinfló como un globo. Sus amigos llevaban un par de días dando por saco ininterrumpidamente por el grupo que tenían en la aplicación haciendo planes sobre salir de fiesta ese viernes para celebrar el comienzo del curso (una excusa igual de estúpida que cualquier otra para emborracharse y ligar con desconocidas).</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>No creo</i>, contestó, ligeramente ofendido por la escueta respuesta de su amigo ante la magnitud de lo que acababa de decirle.</div>
<div style="text-align: justify;">
Iván le había narrado a Sergio lo ocurrido en casa de Clara al día siguiente mientras salían juntos del instituto y el muchacho había estado al corriente de su inmenso dilema, pero sabía que detrás de ese escueto “guay” su amigo realmente se alegraba por él y estaba orgulloso de que hubiese llegado a tomar esa decisión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Deberías decir algo por el grupo. Todo el mundo cuenta contigo, tío.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Iván resopló, desganado. El grupo de amigos se había tomado la participación de Iván en el plan como todo un hito histórico y no habían parado de mencionarlo una y otra vez a lo largo de esos días, pese a que él se había mantenido firme en ignorarlos a todos ellos. Retirarse públicamente y someterse al agotador juicio de todos ellos durante días era lo que menos le apetecía en esos momentos.</div>
<div style="text-align: justify;">
En qué hora accedería a la propuesta de Sergio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>¿Cuál es el plan exactamente?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Una de las cosas que más le gustaba de su amigo era que, a diferencia de lo que habría hecho el resto, no le cuestionaba por no haber leído el grupo de WhatsApp.</div>
<div style="text-align: justify;">
Probablemente él mismo tampoco lo había hecho tanto como parecía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Todavía no se ponen de acuerdo en el sitio, pero Quique tiene la casa sola. Quieren beber allí y entrar cuando abran la sesión para adultos.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Pero si todos somos menores</i>, objetó Iván.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Ya. Habrá que buscar un DNI.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Iván casi podía ver a Sergio encogiéndose de hombros con indiferencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Paso, tío. No me gusta salir de fiesta, no me voy a meter en líos encima. </i>Se lo pensó un segundo más antes de proseguir: <i>Además, voy a quedar con Clara. Ya no tiene sentido que salga.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
En cierto modo, hasta sentía que de alguna manera le estaba siendo infiel a Clara si salía, aunque no comprendiese bien esos sentimientos y no se atreviera a reconocerlos en voz alta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Vale, tío, como quieras</i>, respondió Sergio. <i>Dilo por el grupo y ya está.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Gracias, tío.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Su pulso se aceleró, siendo consciente de que la conversación con su amigo había muerto… y eso significaba que la hora de la verdad había llegado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Bueno, Sergio</i>, tecleó, muy despacio. <i>Voy a escribir a Clara.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Suerte, tío. Ya me contarás.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Gracias. Te digo luego.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Iván cerró la conversación con Sergio, viendo cómo en la pantalla principal se acumulaban las notificaciones en el grupo de los chicos, y buscó a Clara en su lista para abrir una nueva pantalla.</div>
<div style="text-align: justify;">
Estaba en línea.</div>
<div style="text-align: justify;">
Respiró hondo. Notaba su corazón latiendo con fuerza, haciendo que todo su cuerpo retumbase y temblase como un flan.</div>
<div style="text-align: justify;">
No sabía si estaba preparado para aquello. ¿Y si Clara lo rechazaba? Por un momento estuvo a punto de echarse para atrás, pero al final se hizo fuerte y decidió lanzarse sin pensárselo más veces.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Hey, Clara</i>, tecleó rápidamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ya estaba hecho.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>¡Hola, Iván!</i>, respondió ella al poco tiempo. <i>¿Cómo estás?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Iván no pudo evitar alegrarse del entusiasmo con el que había contestado la chica.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Bien, ¿y tú? ¿Qué tal estás?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Muy bien.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Tuvo una horrible sensación de vértigo, pero no podía demorarlo más. El momento había llegado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Escogiendo bien las palabras, comenzó a escribir: <i>Oye, Clara, he pensado que tal vez te gustaría…</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero antes de que pudiera terminar la frase, llegó un nuevo mensaje de ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Tengo que contarte una cosa, Iván.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
El chico se quedó confundido y paralizado, con el dedo levitando sobre la siguiente tecla. ¿Qué sería aquello que quería contarle?</div>
<div style="text-align: justify;">
Tuvo un mal presentimiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>¿Ha ocurrido algo malo?</i>, preguntó con cautela tras borrar el anterior mensaje.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>¡Qué va!</i>, respondió ella alegremente. <i>Es una noticia genial.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Iván respiró aliviado y dejó escapar una risita nerviosa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>¡Guay!</i>, escribió. <i>¿De qué se trata?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>He conocido a alguien.</i></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/01/ivan-iii-1998.html">← Iván (III): 1998</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/11/ivan-v-inoportuno.html"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván (V): Inoportuno </span><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span></a></div>
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<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los tres amigos se despidieron escuetamente y cada uno se encaminó junto a su maestro correspondiente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro Hando les dirigió una breve mirada a cada uno de sus cuatro aprendices con ojos vidriosos, contándolos mentalmente, y a continuación hizo un ademán con la cabeza indicando que lo siguieran.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los guió a través del bosque, hasta una zona donde la vegetación era especialmente densa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bien –dijo una vez se hubieron detenido –. Voy a repasar las fases de la prueba rápidamente por si queda alguna duda, aunque realmente no creo que sea necesario. Como ya sabéis, las pruebas constan de cinco fases: fase del deber, en la que deberéis demostrar que tenéis los conocimientos necesarios sobre el oficio; fase de habilidad, en la que se pondrá a prueba vuestra agilidad y destreza en el manejo del arco; fase de supervivencia, en la que mostraréis que sois capaces de fabricar vuestro propio arma en caso de necesidad; fase de abastecimiento, en la que haréis el sacrificio de un animal enfermo; y, por último, fase de protección, en la que os enfrentaréis entre vosotros para ejercer la parte más importante de nuestra labor. ¿Todo claro?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los cuatro aprendices asintieron en silencio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro Hando los correspondió aprobadoramente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—En ese caso comenzamos con la fase del deber. Os haré preguntas indistintamente a cada uno de vosotros. Ya sabéis que esta fase no computa dentro de la valoración global, pero es el requisito esencial para poder realizar el resto de pruebas, porque sobreentendemos que un arquero que no tiene clara su función no es merecedor de desempeñar dicha labor; por lo tanto, si no la superáis, quedaréis automáticamente descalificados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Hubo un silencio tenso que fue rápidamente sofocado por Hando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Podéis estar tranquilos, ya hemos hecho esta prueba muchas veces y no vais a tener problema. ¿Empezamos?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El grupito volvió a asentir, algo más calmado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Esven –dijo, dirigiéndose al aludido –. ¿Cuál es la función principal de un arquero?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Los arqueros somos los encargados de la protección de Thaenderia, maestro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Y, ¿por qué es necesaria la protección de Thaenderia si es la región más pacífica de toda Deilia?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Esven tardó algo más en contestar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Los arqueros debemos estar siempre presentes y asegurar la seguridad de todos los thaenderes, maestro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Alguien quiere completar la respuesta de Esven? –preguntó el maestro al aire.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Un muchacho llamado Vith se adelantó unos pasos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Thaenderia es una región pacífica, maestro –declaró –, mas nunca podemos saber cuándo los extranjeros dejarán de serlo con nosotros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Y nunca sabemos si los gannuh abandonarán el bosque de Zurea algún día –añadió Esven, al que el comentario de su compañero le había hecho recordar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro asintió aprobadoramente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Kai, ¿puedes enumerarme los trabajos que desempeña la Casa Arquera? –le preguntó, mirándolo fijamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai carraspeó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Los principales son la protección de los thaenderes, como ha dicho Esven, incluyendo acompañar a cualquier thaender que se aleje de su población, así como a las partidas comerciales y viajeras, y el sacrificio de animales en caso de que enfermen y no puedan servir de alimento por el método habitual, maestro. También podemos dedicarnos a la fabricación de armas y a formar a futuros arqueros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Hando esbozó una pequeña sonrisa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Nilhe, háblame un poco más del ritual de sacrificio del que ha hablado Kai.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Debe realizarse siempre en presencia de un mago, maestro –respondió la chica –. Debe ser todo lo veloz e indoloro posible, y luego se debe acompañar al mago durante el proceso de despiece de la carne y su curación mágica para poder ser ingerida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Algo más? –inquirió el maestro, aguardando la parte de la respuesta que faltaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nilhe empalideció súbitamente, sin saber a qué se refería exactamente su maestro. Se hizo el silencio durante unos instantes, hasta que Kai, apiadándose de ella, salió al socorro de la chica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Hay que agradecer a la diosa Everyth antes y después del sacrificio por la vida que crea y rogar por que no caigan más animales enfermos, además de agradecer al animal en cuestión por el alimento que nos otorga.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La muchacha, lejos de sentirse agradecida por la ayuda de Kai, le dirigió al mestizo una mirada cargada de odio y asco.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Al instante, Kai se arrepintió de su gesto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro Hando continuó con la prueba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Vith, explícame por último en qué consiste el entrenamiento del arquero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—El arquero debe estar continuamente entrenándose en el manejo del arma, maestro –se apresuró a contestar el aprendiz –. No debemos descuidar nuestro entrenamiento ni un solo día, pues debemos ser protectores diestros en los que cualquier thaender pueda confiar en caso de necesidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Nilhe, ¿quieres continuar tú? –preguntó Hando, dándole una nueva oportunidad a la chica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A Nilhe le brillaron los ojos con orgullo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Debemos entrenar nuestra agilidad en los árboles y nuestra puntería y velocidad con el arco constantemente, maestro, repitiendo cada día los ejercicios que hemos aprendido y entrenado durante el segundo ciclo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro Hando se cruzó de brazos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bien, pues eso es todo. Como habéis visto, la fase del deber es una mera formalidad. Sé que todos conocéis el deber del arquero a la perfección.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A continuación dio unos golpecitos en el tronco del árbol que tenía a su vera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—La fase de habilidad –anunció –. Conocéis el recorrido de sobra, así que no me voy a molestar en explicarlo de nuevo. Debéis hacerlo en el menor tiempo posible y superar todas las marcas que, como ya sabéis, están señalizadas por munhe. Tenéis hasta que el sol alcance su punto más alto en el cielo. Si alguien llega al final del recorrido más tarde, habrá fallado esta fase y estará obligado a ganar el combate de la fase de protección. Lo mismo si no veo todas las marcas con sus respectivas flechas. ¿Entendido?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Sí, maestro –respondieron todos los aprendices al unísono, más animados por haber superado la primera fase.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Y si no ganas el combate pero bordas las fases de supervivencia y abastecimiento? –intervino Esven.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro entrecerró los ojos con agotamiento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Por enésima vez, Esven: hay que ganar el combate. Es el requisito.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El muchacho desvió la vista, avergonzado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Me preocupa no lograrlo a tiempo –se excusó en un murmullo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Lo haréis bien –lo tranquilizó Hando, y señaló de nuevo el tronco –. ¿Preparados?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los aprendices asintieron enérgicamente, ajustándose el carcaj al torso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Adelante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nilhe le pegó un empujón a Kai, lo suficientemente discreto para que Hando no se diera cuenta, pero lo suficientemente firme a su vez para que Kai se desestabilizara y fuera el último en trepar el árbol.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai masculló una maldición, entre sorprendido y hastiado, y trató de no hacer caso a su magullada autoestima para abalanzarse sobre el árbol y trepar como todos los demás. Luego se apoyó atropelladamente sobre una rama para ver cómo sus compañeros saltaban de rama en rama, desapareciendo entre la espesura.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eso significaba que todos ellos habían disparado ya la primera flecha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se volvió bruscamente y, anclada sobre un tronco a varias zancadas de distancia, vio la primera marca, un disco de madera teñido de rojo, del tamaño de una cabeza humana, sobre el que reposaban clavadas las tres flechas de los otros chicos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">«Mierda», musitó para sí mismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Alzó la cabeza en busca del munhe que indicaba la posición de tiro, y enseguida vio la luz de colores brillantes que andaba buscando, parpadeando unas ramas más arriba. Kai pegó un salto, se colgó de una rama que tenía sobre su cabeza y se columpió unas cuantas veces para darse impulso y poder trepar a la misma. Luego saltó a la que tenía enfrente, y aprovechó de nuevo la inercia para rebotar sobre ella y acabar en su objetivo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La luminosa criatura lo recibió dando una grácil voltereta. Era un pequeño ser amorfo y gelatinoso, del tamaño de una naranja, que flotaba en el aire y estaba formado de hebras traslúcidas con infinidad de diminutas articulaciones, en cuyas terminaciones se generaba una potente luz de diferentes colores primarios que iban pasando por toda la escala cromática al ascender hasta la raíz. Kai se situó junto al animal, disparó a la velocidad del rayo su primera flecha, prácticamente sin mirar, y, antes de que el proyectil acertara en la primera marca, ya se estaba alejando de allí, dejándose caer en el siguiente árbol y rebotando de rama en rama.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Todavía le tocó lanzar una flecha más antes de visualizar a sus compañeros de nuevo, con Nilhe ocupando la retaguardia. La chica de cabellos avellanados luchaba por trepar un tronco algo desproporcionado para su constitución cuando Kai le dio alcance.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Qué ha sido eso? –quiso saber, tratando de ocultar su humillación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La muchacha ni se dignó a devolverle la mirada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No te he pedido ayuda, mestizo –le espetó, resoplando por el esfuerzo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai, quien en aquellos momentos se encontraba planteándose volver a echarle una mano a su compañera al verla forcejear, cambió repentinamente de idea. Herido por las palabras cortantes de Nilhe y sintiéndose terriblemente avergonzado por haber tenido siquiera el atrevimiento de dirigirse a un thaender puro, hizo el esfuerzo de aparentar que aquello no le importaba y se limitó a adelantar a la chica de un salto para dejarla definitivamente atrás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nada más alzarse sobre la cabeza de Nilhe vio la luz de colores cambiantes del siguiente munhe y, junto a él, a Esven enfrentándose a la marca correspondiente. A Kai no le costó demasiado adelantarlo a él también tras lograr que su flecha impactara en la marca al mismo tiempo que la de su compañero, y voló hacia la siguiente con toda la rapidez que fue capaz de ostentar, donde pudo ver a Vith alejándose de allí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai clavó su flecha junto a la del chico y corrió como alma perseguida por el diablo para dar alcance a su portador. Se lanzó de cabeza hacia una rama más baja, desde donde se colgó momentáneamente para posarse sobre la siguiente, y a continuación se deslizó por un tronco para llegar a la única parte del circuito en la que había construcciones thaenderes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A pesar de haber mantenido un buen ritmo y haber sobrepasado a sus otros dos compañeros, con cada paso que daba Vith parecía coger más velocidad. Angustiado, Kai lo vio escabullirse hacia el interior de una vivienda desocupada y lanzar una nueva flecha a través del hueco de la ventana, que impactó certera en la marca más difícil del recorrido, situada sobre una pasarela que se tambaleaba a demasiada altura desde ese punto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai se mordió el labio inferior. A partir de ahí, apenas quedaban un par de marcas más para finalizar esa fase de la prueba, y, si su deseo era al menos contar con la oferta de continuar su aprendizaje en Elbor, no se podía permitir ni un solo fallo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y eso implicaba que tenía que dejar atrás a Vith como fuera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai posó sus ojos en la estrechísima tabla de madera que supuestamente tenía que atravesar haciendo equilibrios sobre ella. No tenía tiempo para eso. Dirigió una rápida mirada a su arco y, sin darse tiempo a pensarlo mejor para no echarse atrás, levantó la tabla lo justo para colarla entre el mango y la cuerda y, asiéndose de los extremos lo mejor que pudo, se lanzó al vacío deslizándose como si de una tirolina se tratase.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se arrepintió al momento, pero ya estaba hecho. Sintió el traqueteo del arco sobre la tabla de madera, temiendo por su vida, pero finalmente llegó sano y salvo a su destino. Se ahorró nuevamente el camino preestablecido a través de las pasarelas y saltó de una a otra hasta que llegó a la casa donde momentos antes había visto a Vith.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se abalanzó hacia su interior como loco y se precipitó sobre el alféizar de la ventana, donde le esperaba el siguiente munhe y desde donde vio a su compañero trepando a duras penas por un poste justo al otro lado del hueco.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ya casi le había alcanzado, se dijo a sí mismo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cargó una flecha en su arco y se dispuso a disparar a la siguiente marca, pero contempló con horror cómo la flecha caía constantemente hacia un lado, sin llegar a apoyar en el arco. Aturdido, Kai se fijó mejor en lo que hacía, y se percató agónicamente de que el reposaflechas se había resquebrajado por el rozamiento con la tabla durante su caída anterior.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Qué iba a hacer ahora?</span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/04/kai-iii-el-ritual.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Kai (III): El ritual</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> </i><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/kai-v-alma-de-arquero.html">Kai (V): Alma de arquero →</a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-9936748935335773592017-05-31T13:05:00.000+02:002018-05-08T15:47:01.015+02:00Victoria (VIII): El plan<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La noche era cerrada ya en Bridgeport cuando logré deshacer el camino hacia mi choza. El encanto que le había encontrado al metro en la ida no me había parecido tan especial a la vuelta, cuando los tiempos en los transbordos se habían alargado hasta límites insospechados y la cuesta de Silvertone Way se me había antojado eterna.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Inspiré largamente, en un intento de tomármelo con calma, y me adentré en la oscuridad de mi hogar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De pronto, tropecé con algo y caí de bruces contra el suelo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Me incorporé rápidamente y saqué el móvil de mi bolso para enfocar la luz de su linterna hacia aquello que me había obstaculizado el camino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">«¿Pero, qué…?»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era un cubo en cuyo interior se podía apreciar un banderín verde, una camiseta con un logo azulado, un muñeco de una llama, una carpeta… y un folleto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Por un momento me asusté, siendo consciente de que, para que ese compendio de objetos estuviera en el interior de mi casa, alguien tenía que haber entrado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Qué significaba todo aquello? Y, lo que era más importante, ¿quién había descubierto mi minúsculo cubículo y había decidido dejar sus cosas ahí?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pegué un bote, sacudida por un terrible presentimiento, y enfoqué la linterna hacia el camastro, esperando encontrar un agujero enorme en la tierra bajo el mismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sin embargo, el lugar donde se hallaba mi maleta no parecía haber sido alterado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Me volví hacia el cubo, reticente, y tomé el folleto, dirigiendo la luz hacia él. En la parte delantera, un grueso letrero de color azul marino rezaba: Universidad de Swinford.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">«¡La universidad!»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Recordé cómo horas antes la universidad había acudido a mi cabeza como un recuerdo lejano, cuando aún soñaba con esa posibilidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero, ¿y si…?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De un golpe olvidé todas mis inquietudes acerca de lo surrealista y extraño de la situación y comencé a leer detenidamente el folleto. A medida que se iban describiendo las maravillas que ofertaba el campus la boca se me iba haciendo agua, y empecé a imaginarme recorriendo sus calles empedradas, charlando con gente de mi edad en la residencia, asistiendo a sus clases… Casi tuve que contenerme para no emocionarme pensando en la realidad: toda aquella gente de mi edad comenzaría en septiembre su etapa universitaria, mientras yo me moriría del asco en aquella chabola sin luz ni agua…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero… ¿Y si podía no ser sólo un sueño?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Continué leyendo y averigüé que la carpeta tenía en su interior un formulario con los requisitos necesarios para cada carrera. Impaciente, me deshice del folleto y sus atractivas fotografías para abrir la carpeta a la velocidad de la luz y comprobar cuáles eran mis posibilidades.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La Universidad de Swinford parecía recientemente inaugurada y, por el momento, únicamente ofertaba las carreras de Empresariales, Comunicación, Bellas Artes, Educación Física, Medicina y algunas ingenierías. Me centré en las carreras de Comunicación y Bellas Artes, ya que eran las que más afines consideraba al trabajo que quería desempeñar en un futuro, y estudié detenidamente el temario de ambas, sin acabar de decidirme por ninguna. La carrera de Comunicación estaba más encauzada en formar futuros periodistas, cosa que no me interesaba especialmente, pero había varias asignaturas centradas en la escritura y la fotografía, que consideraba importantes a la hora de llegar a ser una buena directora de cine. Sin embargo, la carrera de Bellas Artes, aunque no estaba enfocada específicamente en ninguna materia relacionada con el cine, daba un bagaje y una cultura más amplia del mundo de las artes, y, tal y como había averiguado durante mi adolescencia en mis prolongadas sesiones de lectura cinematográfica, todas las artes se nutren de las demás artes, y el cine más que ninguna otra. Una buena película no sólo queda definida por un guión brillante y unos actores espléndidos; un profundo conocimiento sobre el color, la luz, la perspectiva, los volúmenes… era lo que acababa por marcar la diferencia en sus planos y secuencias. Por ejemplo, Fritz Lang, el director de Metrópolis, se había inspirado directamente en la corriente expresionista que imperaba en el arte en aquella época para la temática o los decorados de la película; o Christopher Nolan, que había hecho un claro homenaje a las escaleras interminables de Escher en Origen; o Cabaret, que tiene una escena que es un calco exacto de un cuadro… ¿Cómo se llamaba?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A medida que estos pensamientos germinaban en mi cabeza, me asaltó el recuerdo del día en que mi abuelo Lawrence me mostró por primera vez la sala más especial de la mansión Wright, muchos años atrás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Aquí es donde residen todos tus antepasados, Victoria –me había dicho mientras paseábamos por el mausoleo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era una habitación amplia, iluminada únicamente por la luz de algunas velas, pero, a pesar del aspecto tétrico inherente a un lugar así, era sorprendentemente acogedora. Modestos pedestales de piedra o madera se erigían como pequeños altares, sosteniendo las urnas con las cenizas de los miembros de la familia Wright que ya no estaban, y, sobre ellos, colgados de la pared, había un retrato de cada uno de los fallecidos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Mi abuelo me acercó a la pintura de un hombre de mirada tranquila y cansada al que le faltaba una mano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Éste de aquí era mi abuelo Thomas –me explicó –. La mayoría de los retratos que ves aquí los hizo él, incluido el suyo propio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿En serio? –había exclamado mi yo de doce años, estupefacta ante la idea de que un Wright hubiese sido capaz de hacer pinturas tan realistas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él asintió con orgullo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Él y su hermano Henry fueron llamados a filas en la Segunda Guerra Mundial. Allí fue donde perdió la mano, pero también algo mucho más valioso que eso: perdió a su hermano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Henry murió en la guerra?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Mi abuelo asintió gravemente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Fue un golpe muy duro para toda la familia, pero mi abuelo fue probablemente el que peor lo pasó. Él me contó que, cuando perdió su mano derecha, sintió que el mundo entero se le venía encima, pues jamás podría volver a pintar. Y, sin embargo, no fue nada comparado con lo que sintió cuando Henry cayó a su lado, atravesado por varias balas. Cuando me contó cómo la vida de su hermano menor se había ido apagando poco a poco en sus brazos… –se interrumpió, incapaz de relatarlo en palabras –. Me contó que pasó muchos años vagando por la mansión como un alma en pena, hasta que un día decidió que, aunque su hermano ya se hubiera marchado tiempo atrás, su recuerdo merecía permanecer inmortal. Y, así, se armó de fuerza de voluntad, desempolvó sus pinceles y retomó la pintura, esta vez con la mano izquierda. Pintó día y noche, casi sin descanso, hasta que logró alcanzar una maestría si cabía mayor que la que llegó a tener en su día con la derecha, y fue capaz de recrear a su hermano Henry, trayéndolo de nuevo a la vida. Desde entonces, continuó pintando a los miembros de la familia, hasta que mi tío George le tomó el relevo, superando con el tiempo a su padre en su arte. La idea de crear este santuario para honrar la memoria de Henry y de los Wright caídos tras él fue de mi abuela Susan, y, de esta forma, este lugar fue creado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Recordé cómo me había quedado embobada mirando la figura de Thomas con absoluta devoción y un profundo respeto por el difunto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Quieres ver a Henry? –había preguntado entonces mi abuelo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Yo asentí, sobrecogida, y él me llevó a continuación hacia el lienzo que había iniciado todo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cuando vi el rostro pálido y risueño de mi antecesor, con aquellos ojos azules tan alegres y esa sonrisa que parecía hecha de terciopelo gracias a la técnica pictórica de su hermano, sentí un tremendo deseo de que mi figura estuviera algún día entre aquellas que tanto veneraba, y me prometí que, cuando llegase la hora, continuaría con la tradición y me aseguraría de que se mantuviera durante las generaciones siguientes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero aquella promesa había muerto junto con mi antiguo hogar, y yo ya no era ni volvería a ser nunca una Wright.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sin embargo, en esos momentos, con el programa de la carrera de Bellas Artes en mi regazo y todos esos pensamientos sobre las diferentes artes plasmadas en el cine que habían llevado a tantos directores a la gloria, aquel recuerdo fue la chispa que necesitaba para que el deseo de estudiar arte que me había surgido leyendo aquellos papeles dejara atrás la mera fantasía para transformarse en una decisión real.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Esa misma mañana había comenzado una nueva vida, dejando atrás Twinbrook y todo aquello relacionado con la familia Wright, y, a partir de ese día, estaba poniendo la primera piedra sobre la que se asentaría un nuevo legado: el de mi propia familia. Algún día, ese solar vacío sería un hogar digno de su ubicación, lleno de amplias salas y de numerosas dependencias en donde vivirían todos los miembros de la familia Legacy. Y, entre todas aquellas estancias, también estaría la que había sido tan especial para los Wright: el mausoleo Legacy, en el que retomaría la tradición que se había iniciado en honor a mi antepasado caído en la guerra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y esta vez no sería un fracaso. Yo me encargaría personalmente de que no lo fuera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero, para que todo aquello que circulaba por mi mente fuera en el futuro una realidad, primero debía aprender a pintar. Y ahí era donde entraba la universidad, junto con la posibilidad de una prometedora carrera en el mundo del cine, que era lo que siempre había soñado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Revolví entre los papeles de la carpeta y localicé el precio que pedían por la carrera de Bellas Artes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tuve que contenerme para no caer desmayada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La carrera se completaba al cursar cuarenta y ocho créditos y, si cada uno de ellos costaba alrededor de noventa y dos dólares…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Cuatro mil cuatrocientos dólares… –calculé en voz alta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Vislumbré cómo mis ensoñaciones se hacían añicos frente a mis ojos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero si algo me caracterizaba era que era demasiado testaruda como para aceptar así como así que no podía tener aquello que quería. Necesitaba entrar en la universidad. Era la única forma que tenía de alcanzar mis metas… Y, desde luego, no iba a vivir en una chabola el resto de mi vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Busqué desesperadamente entre el papeleo alguna solución, dejándome la vista en medio de aquella oscuridad únicamente iluminada por la linterna de mi móvil, hasta que finalmente di con algo que podía resultar interesante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En un pie de página, en letra pequeña, se mencionaba como quien no quería la cosa la existencia de un sistema de becas, y aquella información remitía a otro papel donde se encontraba lo que andaba buscando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bingo –murmuré.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Resultaba que, al menos en Swinford, podías acceder a cualquier estudio universitario simplemente teniendo en posesión el graduado escolar y pagando la cantidad establecida, pero existía una prueba de aptitud generalizada a todas las carreras que ofertaba la Universidad en la que se premiaban los buenos resultados con ayudas económicas. Esta prueba consistía en una serie de preguntas relacionadas con cada especialidad en la que podías obtener un máximo de dos mil puntos, cuatrocientos por cada especialidad. Si en la especialidad correspondiente se obtenía un mínimo de doscientos cincuenta puntos, la Universidad te podía regalar hasta dieciocho créditos, según tus resultados; pero, además, si sobre el total de los dos mil puntos se sacaba un mínimo de mil doscientos puntos, podían ofrecerte una ayuda económica de hasta dos mil quinientos dólares por semestre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Así que, si lograba hacer una buena prueba de aptitud, podría estudiar la carrera que yo quería a un precio razonable y en menos tiempo del estándar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tenía que ponerme las pilas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rebusqué en mi bolso hasta dar con un bolígrafo y empleé el dorso de uno de los papeles para empezar a hacer cuentas y escribir ideas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Si conseguía hacer una prueba de aptitud lo suficientemente buena y me regalaban los dieciocho créditos que ofrecían, la matrícula se reduciría a unos dos mil setecientos cincuenta dólares en total. Es decir, que si cursaba doce créditos por año, en dos años y medio habría acabado la carrera y habría tenido que pagar quinientos cincuenta dólares cada semestre. Lograr la ayuda de los dos mil quinientos dólares en mi situación era una utopía, pero si conseguía la de mil, que era el nivel inferior, podía hacer toda la carrera becada, con una ayuda de cuatrocientos cincuenta dólares cada semestre que, si lograba ahorrar lo máximo posible, podía destinarla a ir mejorando poco a poco mi actual hogar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Conclusión, que sólo necesitaba que me contrataran en cualquier trabajo de mierda para cubrir los gastos del día a día, sacar tiempo de donde fuera para estudiar lo necesario y soportar vivir una temporada indefinida en mi choza particular hasta tener el nivel requerido para la prueba de aptitud que quería.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sólo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cogí aire.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">«Vamos allá», me dije mentalmente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/02/victoria-vii-la-primera-estrella.html">← Victoria (VII): La primera estrella</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/07/victoria-ix-una-de-cal-y-otra-de-arena.html">Victoria (IX): Una de cal y otra de arena →</a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-18832262676093333322017-04-11T15:08:00.001+02:002017-07-16T13:11:57.819+02:00Kai (III): El ritual<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai y Weid atravesaron la pequeña senda que marcaba el trazado de Hanan, de camino al claro donde los habían citado para realizar las pruebas que darían fin a su formación. Weid, todo sonrisas y encanto, saludaba sin excepción a cada uno de los habitantes con los que se iban cruzando hasta que, para alivio de Kai, llegaron a su destino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai buscó entre los rostros de sus compañeros ansiosamente, esperando vislumbrar uno en particular.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero no lo encontró.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y Weid tampoco.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Nera aún no ha llegado –comentó el grandullón de su amigo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Le embargó la preocupación. No era propio de Nera llegar tarde.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Weid!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Una muchacha de cabellos dorados y enormes ojos de color miel se acercó a ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Hola, Marha! –saludó Weid con su cautivadora sonrisa –. ¿Qué tal llevas las pruebas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bueno, no muy bien –confesó ella –. No creo que las supere.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Cómo no las vas a superar, mujer? Si todos vamos súper preparados, ¡seguro que las pasas sin problemas!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai se contuvo para no poner los ojos en blanco.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La chica sonrió tímidamente y se encogió de hombros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No soy una buena constructora, Weid. A lo mejor debería cambiar de Casa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai se preguntó qué haría él en el caso de que no pasara las pruebas. Marha era thaender pura y, después de que los aprendices del primer ciclo acabaran sus respectivas pruebas, tendría opción de incorporarse de nuevo en el segundo ciclo y entrenarse para una Casa diferente. Pero, ¿a dónde iría un mestizo si no conseguía ingresar en la Casa Arquera, la única a la que podían aspirar?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Todos los nervios que no había sentido hasta ese momento le vinieron de golpe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Weid no se dio por vencido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Pero, ¿qué dices, Marha? ¡Podrías haberme pedido ayuda! Seguro que tienes un gran potencial, sólo hay que saber sacarlo de ahí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Gracias, Weid –sonrió ella, rendida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De pronto, tres hombres hicieron su aparición en el pequeño claro donde habían sido citados, y el silencio tomó forma entre los presentes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El hombre del centro, un thaender alto y flaco con una larga cabellera de color rubio platino que le caía hasta casi debajo del pecho, dio un paso al frente, destacándose frente a sus dos compañeros. Era mayor, tenía una gran nariz aguileña y ojos calculadores de un verde acuoso que destacaban en un rostro surcado de arrugas, y vestía una túnica verde oliva larga, propia de los miembros de la Casa Mágica, que llevaba atada a la cadera con ramas finas y flexibles entrelazadas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Aquél era el maestro Eruval, el encargado del entrenamiento de los aprendices del segundo ciclo que aspiraban a formar parte de la Casa Mágica. A su derecha se erigía el maestro Manwe, el instructor de Weid y el resto de aspirantes a la Casa Constructora, un hombre maduro y fornido, de aspecto serio y facciones duras, ataviado con la blusa blanca y el pantalón caqui correspondientes a los habitantes de Hanan. Vestía el corsé de madera propio a los constructores sobre la blusa, y llevaba las perneras arremangadas y los pies descalzos como ellos, además de la media melena semirrecogida en el característico moño de la Casa; por su parte, a la izquierda del maestro Eruval y siempre un poco por detrás del maestro Manwe, se encontraba el maestro Hando, el instructor de Kai y los otros aprendices de la Casa Arquera. El maestro Hando, como todos los demás arqueros, había rasgado las mangas de su blusa y las había utilizado para atar entre sí las dos piezas de madera que llevaba a modo de hombreras. Otra pieza de una madera menos rígida se ceñía alrededor de uno de sus antebrazos, y vestía unas botas de cuero hasta las rodillas y un calzón del mismo material sobre el pantalón caqui. Mantenía su cabello oscuro corto, a excepción de un solo mechón trenzado que le alcanzaba hasta la mitad de la espalda, símbolo de los años que llevaba protegiendo la región, y sus ojos de color verde botella descansaban en un rostro que parecía más anciano de lo que era en realidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai suspiró cuando su mirada chocó con la de su maestro, desalentado al ver su futuro reflejado en las cansadas facciones de aquel que lo había entrenado durante el último año.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro Eruval juntó las manos frente a su pecho y describió con cada una de ellas un movimiento circular en sentido opuesto a la de su contraria, con las palmas hacia fuera. Cuando volvieron a reunirse, sin llegar a tocarse de nuevo, inclinó la cabeza respetuosamente hacia el suelo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Una vez hubo finalizado el saludo deiliano, el maestro Manwe y el maestro Hando imitaron a su superior, y a continuación todos los aprendices presentes respondieron con el mismo saludo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bienvenidos, aprendices –saludó el maestro Eruval, incorporándose –. Hoy comienzan vuestras pruebas del segundo ciclo, que darán fin a vuestra etapa de aprendizaje y os permitirán reconoceros como miembros consagrados de las Casas Mágica, Constructora y Arquera, respectivamente. El día de hoy es un día memorable y como tal…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Siento el retraso, maestro Eruval –intervino una voz dulce y suave a espaldas de Kai.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El chico se volvió rápidamente, reconociendo la voz al instante, y así lo hizo Weid también.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tras ellos, la figura alta y estilizada de Nera se asomaba frente a unos árboles, esbozando una sonrisa tímida de dientes blancos y alineados. Llevaba los ropajes característicos de Hanan, aunque aquel día, por algún motivo, vestía una blusa mucho más ancha de lo que correspondía a su talla, y, sobre ésta, llevaba atada una capa marrón que le caía hasta los muslos. Sus ojos grandes, de un tono castaño dorado que se asemejaba al color de la miel, relucían con agitación, haciendo que las vetas verde esmeralda que cruzaban sus irises y se reunían en un halo exterior destacaran más que nunca. La sangre se agolpaba bajo sus mejillas altas y rosadas, que resaltaban sobre sus pómulos marcados, presa de la vergüenza, y Kai no pudo evitar contener el aliento al comprobar lo bella que estaba. Su cabello le caía en una mata de mechones de color castaño oscuro y rubio claro a partes iguales que describían suaves ondas hasta sus hombros y enmarcaban su rostro de rasgos ligeramente afilados que finalizaba en una barbilla puntiaguda.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Y, perpendiculares a su rostro, sobresalían sus enormes y picudas orejas thaenderes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nera realizó el saludo deiliano con una corrección y una elegancia que convirtieron el gesto común en algo hermoso de ver.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Nera –respondió el maestro Eruval disimulando consternación, cosa que le era imposible sentir puesto que no era ningún secreto que Nera era su aprendiz predilecta –. Llegar tarde a unas pruebas tan importantes es motivo de sanción.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Lo siento, maestro –se disculpó ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro frunció los labios y le sostuvo la mirada, tratando de mantenerse en su papel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Ocupa tu lugar entre los aprendices –sentenció finalmente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A nadie le pilló por sorpresa que la chica saliera impune de la situación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nera asintió, con una sonrisa de agradecimiento pintada en el rostro, y se escabulló entre los presentes hasta situarse junto a Kai y a Weid.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Hola, chicos –susurró, henchida de felicidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Hola, Nera –respondieron ellos al unísono de la misma forma.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro Eruval carraspeó y respiró hondo antes de retomar su discurso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Como iba diciendo, el día de hoy es un día memorable y como tal…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Qué te ha ocurrido, Nera? –quiso saber Weid en susurros, presa de la preocupación, lo que despistó la atención de Kai de las palabras del maestro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Me he entretenido –explicó ella escuetamente, sin apartar los ojos del frente –. ¿No estáis emocionados? ¡Hoy nos convertiremos en servidores!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Weid no pudo evitar retener una de sus anchas sonrisas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Hoy es un día memorable –acordó, repitiendo las palabras del maestro Eruval.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai decidió no pronunciarse, no muy seguro al respecto, y volvió a escuchar al gran maestro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Todos los días debemos devoción y gratitud a Everyth, nuestra bienamada diosa –decía en esos momentos –. Sin embargo, en un día tan especial, en el que consagramos nuevos servidores a su tierra, habremos de hacerlo especialmente. Aprendices, agradezcamos a Everyth los bienes que nos ha otorgado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Como activados por un resorte, cada aprendiz encontró un lugar dentro del claro desde el que llevas a cabo su ritual. Kai escogió un rincón semiescondido, a la sombra de un árbol, sobre el que se aseguró que los demás tendrían un ángulo visual mínimo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sin necesidad de coordinación previa, los aprendices iniciaron el saludo elaborado con el que los deilianos se dirigían a los dioses, a la par que de las gargantas de todos ellos surgía un cántico con el que rezaban:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Te saludo, Everyth.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cada aprendiz, así como los tres maestros, ofrecían sin dejar de cantar algo en agradecimiento hacia su diosa. Kai observó cómo Weid, situado junto a un gran árbol, entonaba con voz grave alabanzas describiendo la grandeza de Everyth mientras que con su magia lograba hacer crecer el comienzo de una robusta rama. A su lado, Marha, arrodillada en la hierba, ejercía su magia para que unas brillantes flores azules brotasen mientras cantaba acerca de la bondad de la diosa. Otros aprendices seguían el ejemplo de Marha o de Weid, contribuyendo en el desarrollo de plantas o creando pequeños brotes en la hierba, llenando de vida la tierra que Everyth había construido y contribuyendo de esta forma en su creación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai, como siempre le ocurría con aquellos rituales, se mantenía canturreando, deliberando aún sobre qué hacer e inseguro respecto a sus habilidades mágicas, cuando su mirada se desvió inconscientemente hacia Nera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La chica no se había movido de su posición y entonaba con voz lírica y melodiosa sus oraciones, con los ojos cerrados. Sin embargo, algo no ocurría con normalidad: Kai se fijó en que su capa se movía, empujada por algo que permanecía escondido bajo ella. Entonces, Nera se llevó lentamente las manos a la espalda y, con mucho cuidado, sacó de ella un bulto de aproximadamente un palmo y medio de tamaño.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai agudizó la vista y vio a la criatura que su amiga sostenía en su regazo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era una bola de un pelaje fino y blanco como la nieve, que se asemejaba a un racimo de dientes de león, y del que asomaban unos relucientes ojos negros tan redondos que no parecían naturales.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nera depositó al tembloroso animalito sobre la hierba y se agachó junto a él. De entre el matojo de pelos blancos extrajo una patita con delicadeza, pero aún así la criatura aulló de dolor con un silbido agudo. Tenía la pequeña pata torcida en un feo quiebro y Kai dedujo al instante en qué iba a consistir el ritual de agradecimiento de su amiga y por qué se había retrasado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Aquello sí era propio de Nera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La chica cubrió la pata del animal con sus manos, y Kai sintió fluir su magia a través de ellas. Poco después, las retiró, y la pata volvía a estar recta y en su sitio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los ojos negros de la criatura relucieron aliviados. El animal se restregó con cariño contra la pierna de Nera y correteó unos pasos antes de pegar un salto y desaparecer flotando entre los árboles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nera sonrió, sin interrumpir su canto, y una lágrima de felicidad se deslizó por su mejilla.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai se descubrió a sí mismo conteniendo la respiración. Siguió observándola, como si el tiempo se hubiera detenido, hasta que sintió la mirada pétrea del maestro Eruval sobre él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro cantaba en voz baja sus oraciones, pero eso no impidió que Kai se sintiera cohibido y reprendido. Apresuradamente, se dirigió hacia el árbol bajo el que se había cobijado y optó por acelerar el crecimiento de las hojas de una de sus ramas hasta que alcanzaron el doble de tamaño.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Como controlados por un ser superior, los aprendices retornaron a sus puestos iniciales a la par que sus oraciones se unificaban en un solo cántico final:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Everyth, he aquí la vida que has creado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Finalizaron con la despedida deiliana elaborada, un gesto con el que cruzaban ambas manos bajo su rostro, y se arrodillaron para besar la tierra. Luego, permanecieron en esa postura hasta que el maestro Eruval dio la indicación correspondiente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Aprendices –dijo una vez se hubieron puesto en pie de nuevo, mirando a cada uno de ellos a los ojos -. Habéis realizado vuestras ofrendas. Si Everyth así lo desea, al concluir esta semana seréis los nuevos magos, constructores y arqueros de Hanan. Será, en consecuencia, un gran día para vosotros, pero debo recordaros que es en Everyth en quien deberéis focalizar vuestra dicha, pues es a ella a quien servimos todos los thaenderes como la gran comunidad que somos y a quien serviréis con vuestro oficio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El maestro Eruval hizo una pausa, estudiando los rostros de sus aprendices, durante la que lo único que se escuchaba era la brisa matinal escurriéndose entre las hojas de los árboles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Finalmente, el maestro Eruval alzó los brazos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Que den comienzo las pruebas del segundo ciclo –declaró.</span></div>
<div>
<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/03/zoe-vi-palabras-huecas.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Zoe (VI): Palabras huecas</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> </i><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/06/kai-iv-el-comienzo-de-las-pruebas.html">Kai (IV): El comienzo de las pruebas →</a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-65255797935215544962017-03-24T08:11:00.001+01:002017-04-11T15:09:11.773+02:00Zoe (VI): Palabras huecas<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe se quedó observando la mano de la estrafalaria mujer desde la seguridad de su posición, sintiéndose demasiado violenta como para reaccionar. Una parte de ella la impulsaba a aceptarla, pero, si lo hacía, expondría su desnudez al completo ante el grupo de desconocidos, y, para más inri, ante dos hombres. La sola idea le provocaba a la muchacha un rechazo demasiado insoportable como para poder siquiera planteárselo, pero necesitaba averiguar quién era esa gente, en dónde estaba y, lo que era más importante, qué demonios estaba ocurriendo. Nerviosa, sus ojos rebotaban una y otra vez entre la mano y los irises rosados de la mujer (deteniéndose más de lo que le habría gustado reconocer en la carne que revelaba sus prácticamente inexistentes ropajes).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Isshia la observó con desconcierto e hizo un amago de retirar el ofrecimiento, pero Zoe se descubrió volviendo la mirada hacia ella, suplicante. La mujer estudió el rostro de la chica, intentando averiguar qué sucedía, y le hizo una pregunta que Zoe no entendió. A modo de respuesta, ella lanzó un vistazo rápido a los dos hombres que se erigían detrás de la mujerona, realizando un sutil gesto con la cabeza que esperó desesperadamente que ella entendiera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Para su fortuna, Isshia captó el mensaje. Recuperando la sonrisa, se volvió hacia sus compañeros y les habló en un tono mandón y burlesco en su extraño idioma. Al instante siguiente ambos varones estaban abandonando la estancia. Desde luego, no había duda de quién llevaba los pantalones en esa casa… O, bueno, las… ¿transparencias? Zoe no lo tenía muy claro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La muchacha joven que hasta el momento no se había despegado del marco de la puerta hizo también amago de irse, pero Isshia la retuvo y, por la reacción de la niña, Zoe intuyó que le había ordenado acercarse. La chiquilla obedeció las palabras de la mujer con pasos temblorosos, manteniéndose una distancia prudencial de ellas, con aire tímido. Entonces, Isshia volvió a tender su mano hacia Zoe, pero ella no acababa de atreverse. Nada más se formó en su cabeza la imagen de ella misma saliendo del agua como su madre la había traído al mundo, la sangre se agolpó precipitadamente en sus mejillas y se acobardó. Isshia continuaba observándola llena de confusión, pero, entonces, la niña murmuró algo de forma casi imperceptible y el rostro de la mujer se iluminó. Mientras contestaba a la chiquilla, se acercó a uno de los estrambóticos muebles que adornaban las paredes y rescató de un desordenado montón algunas telas que luego llevó a la desconcertada Zoe. Ella aceptó las prendas, algo más aliviada, y, dándose cuenta de que no tenía otra opción, trató de mantener a raya el pánico que le ocasionaba esa situación. Respiró hondo, hizo acopio de valor y, finalmente, salió del agua.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe desdobló la ropa a toda prisa, con el corazón bombeando estruendosamente bajo su pecho, e intentó averiguar la forma de colocársela lo más rápido posible, con la esperanza de que, si era lo suficientemente veloz, a las presentes no les daría tiempo a fijarse en ella. Después de darles la vuelta un par de veces, se escabulló por los únicos huecos que vio, sin importarle nada más que el hecho de no quedarse desnuda por más tiempo. Isshia rió, viendo el estropicio en el que había acabado envuelta Zoe, y, ante la espantada mirada de la chica, se tomó la libertad de recolocarle la vestimenta hasta que el resultado final se asemejó al modo de vestir de ellas. Satisfecha, la miró de arriba abajo con los brazos en jarras y una gran sonrisa y abandonó la habitación diciendo algo mientras Zoe comprobaba con horror que, en contra de sus intenciones iniciales, la ropa que Isshia le había asignado la dejaba más desprotegida que antes de salir de la bañera. Inconscientemente, Zoe miró a la chica que la acompañaba en una silenciosa llamada de auxilio. Ella se sobresaltó, pero no tardó mucho en entender el problema de Zoe y se dirigió al mismo mueble, separando prendas con delicadeza hasta que seleccionó unas cuantas más opacas. Se las acercó a Zoe con rapidez y ella, agradeciéndole internamente a la chiquilla desde lo más profundo de su ser, se las caló encima de las que le había dado Isshia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La puerta, que consistía en una abertura en el cerramiento de la que colgaban delicadas tiras de caracolas de colores, se abrió de nuevo para dejar paso a la robusta figura de la mujer, seguida por el hombre de cuerpo rechoncho.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El joven del cabello azul marino y los ojos turquesas no volvió a aparecer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Fue entonces cuando Zoe se fijó por primera vez en el recinto en el que se encontraban. Se trataba de una especie de cabaña amplia, de planta circular, sustentada por unos extraños pilares arqueados de un material liso y blanquecino que no supo identificar. Formando el cerramiento del hogar, unas hebras traslúcidas de un tono más grisáceo se entrelazaban y ataban a la estructura portante de la vivienda. Cada dos pilares, el cerramiento se abría para dar lugar a unos huecos que hacían las veces de ventanas, de funcionamiento similar al de la entrada, y que daban directamente al exterior. En el centro de la estancia se tendía el lecho de hierba fresca sobre el que Zoe había estado echada minutos antes y, cubriendo las paredes, se sucedía todo un muestrario de esperpéntico mobiliario fabricado con una mezcolanza casi totalmente arbitraria de materiales, donde un caos de utensilios, ropajes y demás objetos descansaban colocados de cualquier forma sobre ellos o sobresaliendo parcialmente de sus dependencias. Por otra parte, la vivienda se hallaba excesivamente decorada, con una algarabía de estatuillas y cerámicas de colores relucientes que incluso dañaban la vista de la aturdida Zoe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Isshia pareció un poco decepcionada con el cambio de imagen de su huésped, pero no perdió su ancha sonrisa cuando continuó parloteando alegremente en su idioma. El hombre y ella prosiguieron en su intento de comunicarse con la chica, pero Zoe no tardó mucho en percibir la frustración en sus rostros. Dialogaron entre ellos con cierto tono de desesperación, hasta que el hombre sugirió algo que hizo que el rostro de Isshia se encendiera de nuevo. La mujerona se acercó trotando a otro de los desordenados muebles de las paredes y, tras trastear un poco, extrajo de un cajón unos pequeños botecitos de cerámica y una fina tabla de una madera muy flexible. Se acercó de nuevo a los presentes, abrió varios de los botes, en cuyo interior Zoe alcanzó a ver polvos de diversos colores, y sostuvo la tabla frente a ella, de tal forma que la muchacha pudiera ver la lisa superficie de madera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Entonces, sucedió algo que dejó helada a la visitante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Unos polvos azulados comenzaron a levitar de su recipiente, volviéndose líquidos a medida que trazaban su camino hacia la tabla. Ojiplática, Zoe observó cómo la artesanal tinta se iba posando sobre la tabla, formando una serie de caracteres y símbolos que, por supuesto, no se encontraba en disposición ni de intentar interpretar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Parpadeó varias veces, sintiendo una vez más el galope de su corazón, convencida de que lo que ocurría frente a ella no podía ser real y que en cualquier momento despertaría de ese extraño sueño. Pero, cuando volvía a abrir los ojos, Zoe descubría que los polvos seguían volando hacia la tabla transformados en tinta, hasta que Isshia consideró que había sido suficiente y le tendió la tabla recién decorada a la empalidecida muchacha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ella la sostuvo entre sus temblorosas manos, sintiendo que sus fuerzas iban extinguiéndose por momentos y temiendo que el regalo se le escurriera de entre sus dedos en cualquier instante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La pareja la observó, expectante, pero Zoe permaneció inmóvil, incapaz de reaccionar. Isshia, comenzando a impacientarse, gesticuló con la cabeza en dirección a la tabla, pero continuó sin obtener respuesta por parte de la chica. Entonces, el hombre volvió a dirigirse hacia la mujer y mantuvieron una acalorada conversación, durante la que Zoe comprendió, en medio de su nerviosismo, que los trazos azules que adornaban la tabla conformaban algún tipo de mensaje que Isshia había pretendido que ella leyera, evidentemente sin ningún éxito.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Las voces de ambos estaban empezando a adquirir un tono cada vez más elevado cuando el susurro de la niña interrumpió la discusión. La pareja se quedó mirando a la chiquilla, estupefactos ante lo que fuera que acabara de decir. El hombre le preguntó algo en tono suave, y la niña contestó en un tono más suave aún. Su respuesta debía de haber sido muy reveladora, porque la pareja pasó a estudiar a su huésped con nuevos ojos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se instauró un silencio sepulcral por unos segundos, durante el que se produjeron diversos cruces de miradas. Finalmente, Isshia avanzó un trémulo paso hacia la visitante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Zoe –pronunció con un acento cantarín.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ella se enderezó como un suricato al oír su nombre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En ese momento comenzó un peculiar juego de mímica que a Zoe le costó bastante captar, y que consistía en que Isshia la señalaba a ella y recitaba su nombre de nuevo, y a continuación se señalaba a sí misma. Al principio no entendía lo que quería la colorida mujer, pero, tras repetir la operación unas cuantas veces, Zoe al fin lo comprendió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La siguiente vez, cuando Isshia se señaló el abultado pecho, Zoe dijo, dubitativa:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Isshia?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El trío intercambió varias exclamaciones. Ansiosa, Isshia volvió a intervenir, hablando muy lentamente y espaciando las palabras entre sí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Isshia –dijo en su idioma, señalándose de nuevo –. <i>Ren</i>, Zoe –enunció a continuación, señalando a la chica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A Zoe le llevó un segundo traducir en su cabeza el mensaje de Isshia: «Yo, Isshia. Tú, Zoe», y sintió una extraña excitación al descubrir que había sido capaz de comprender el completamente ininteligible lenguaje de aquella gente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Isshia hizo un gesto y la miró fijamente, esperando una respuesta, y Zoe descubrió con inquietud que le estaba cediendo el turno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Zoe –balbuceó con la boca pastosa –. <i>Ren</i>, Isshia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Isshia casi se echó a saltar. Sus anfitriones se enfrascaron en una agitada pero breve conversación que el hombre no tardó en interrumpir para probar aquel descubrimiento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Medv –se presentó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe asintió con la cabeza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ren</i>, Medv –recitó, haciendo ver a su interlocutor que había entendido el mensaje.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Medv le dedicó una cálida sonrisa de dientes amarillentos a la visitante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Emocionada, Zoe se olvidó súbitamente de todos sus miedos. Deseosa por seguir comunicándose con aquellos seres, ahora que había averiguado la manera, miró con impaciencia a la niña, aguardando a conocer también el nombre de ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La muchacha se sobresaltó al percibir la ansiosa mirada de Zoe. Sus mejillas enrojecieron y desvió la vista hacia el suelo tímidamente antes de decir en voz baja:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ae</i>, Anyra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe sintió deseos de dar palmas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Ren</i>, Anyra –dijo, y no pudo reprimir añadir con emoción, demostrando lo aprendido –: <i>Ren</i>, Isshia. Ren, Medv. Ren, Anyra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Isshia sonrió con orgullo y realizó un amplio gesto circular mientras sentenciaba, en tono de bienvenida:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—<i>Amia</i>, Zoe.</span></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/01/kai-ii-mestizo.html" style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">← Kai (II): Mestizo</a><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> | </span><i style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;"> </i><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/04/kai-iii-el-ritual.html"><span style="font-family: '"times"', '"times new roman"', serif;">Kai (III): El ritual</span><span style="font-family: "\22 times\22 " , "\22 times new roman\22 " , serif;"> →</span></a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-45221567802619894562017-02-10T10:26:00.001+01:002018-05-08T15:45:46.771+02:00Victoria (VII): La primera estrella<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Salí del local de aquel desconcertante personaje, exhausta y hundida tras el horrible día que llevaba. La perspectiva de llegar a casa, quitarme los tacones y meterme por fin en la cama, que era lo único que me daba fuerzas en ese momento, quedó nublada por el recuerdo de la chabola que era ahora mi nuevo hogar. Tratando de contener las lágrimas de desesperación que se agolpaban en mis cristalinos, suspiré y decidí hacer de tripas corazón y encaminarme de nuevo al metro para volver al pequeño rincón del área adinerada de Bridgeport donde me esperaba mi desvencijada cama y mi maleta enterrada… si es que para entonces nadie la había descubierto aún y se había llevado lo único que me quedaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Apenas di unos pasos cuando, de pronto, el corazón se me paralizó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Sí, está bien, dile a Marsh que estaré en Aquarius este sábado, pero a Stella no le va a hacer ninguna gracia. Sí, Gary, tú también. Nos vemos mañana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Un hombre alto y atlético, vestido de manera informal, aunque con cierta clase, colgaba su teléfono móvil a unos pasos de mí y lo guardaba en su bolsillo. Rozaba la treintena y tenía el pelo castaño y corto, algo despeinado, con mechones largos que enmarcaban desordenadamente un rostro presidido por unos ojos rasgados y oscuros, de largas y gruesas pestañas. Sus rasgos eran incluso algo femeninos, con esa nariz redonda y esos labios rosados y carnosos, a excepción de una mandíbula cuadrada y unos pómulos altos muy masculinos que, con todo, lo hacían muy sensual sin pretenderlo. Ese armonioso contraste era el gran atractivo de Richie Striker, uno de los jugadores de fútbol más populares del equipo de Bridgeport, cuyo nombre, como poco fanática de ese deporte que era, no me despertaba el más mínimo interés.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero, tal vez, conocer a una de las celebridades de mayor renombre del momento sí podía resultar interesante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Olvidé por completo mi agotamiento físico y emocional y me acerqué con paso decidido deportista.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Richie Striker? –pregunté con voz suave.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El futbolista se dio la vuelta, con una mezcla de desconcierto y hastío, y me repasó de arriba abajo antes de preguntar:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Y tú eres…?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Sólo una admiradora.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él vaciló unos segundos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Si lo que quieres es un autógrafo o una foto, en este momento tengo algo de prisa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Hasta un niño podría haberse percatado de que lo último que le apetecía a Richie Striker en esos instantes era tener que vérselas con un fan.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tenía que actuar rápido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Ya, bueno, por suerte para ti no quiero nada de eso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él me dirigió una mirada extrañada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Entonces?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Me acabo de mudar a Bridgeport y quería saber qué sitios hay por aquí para salir de fiesta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Richie alzó las cejas, visiblemente sorprendido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Eh… ¿Por qué no le preguntas a cualquiera? Ahora mismo no tengo mucho tiempo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era evidente que estaba realmente esforzándose por no ser maleducado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Porque no me vale cualquiera –respondí –. Soy actriz y necesito ir a algún lugar donde pueda tomarme una copa sin que me interrumpan.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él me observó, a medio camino entre la sorpresa y el escepticismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Se supone que debería conocerte?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Depende de cuánto tiempo hace que no vas al cine.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Cómo te llamas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sonreí con picardía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Dejémoslo en Victoria.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él me estudió minuciosamente, intentando averiguar quién era.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Carraspeé, simulando una incomodidad que en el fondo no sentía en absoluto mientras me sonreía internamente por haber conseguido llamar su atención.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿No tenías prisa?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él apartó la mirada con nerviosismo al darse cuenta de su error.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Perdona, es simplemente que no sé quién eres. Puede que sea cierto que hace tiempo que no voy al cine.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Es curioso que digas eso teniendo en cuenta lo amigo que eres de Matthew Hamming. ¿O es que eso sólo es otro bulo de la prensa rosa?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No, es cierto que Matt es buen amigo mío, pero últimamente no he tenido mucho tiempo que digamos. ¿Es que acaso has trabajado con él?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Medité un segundo las posibilidades, pero acabé decantándome por limitarme a sonreír enigmáticamente y dejar que él sacara sus propias conclusiones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Si no vas a aconsejarme tal vez debería preguntar a otra persona –cambié convenientemente de tema –. No me sería muy difícil encontrar a alguien que también me sirva, y no eres el único que tiene prisa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Richie no contestó enseguida. Se quedó mirándome con curiosidad durante unos momentos, hasta que finalmente metió una mano en el bolsillo de su cazadora y sacó algo de ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Ten –dijo, alargándome una tarjeta –. Normalmente no llevo estas cosas encima, pero hoy has tenido suerte. Mi agente me obliga a ir a un sitio de esos que buscas este sábado. Puede que sea menos malo si tengo algo de compañía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Traté de disimular mi estupefacción lo mejor que pude y mantenerme calmada mientras guardaba el número de teléfono de Richie Striker en mi bolso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Puede que te llame. Será agradable estar con alguien que no me conoce por una vez.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Una sonrisa se asomó por primera vez a sus carnosos labios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La verdad era que sí era atractivo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Supongo que tendré que correr el riesgo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Un coche se detuvo de pronto a sus espaldas. Él volvió a sonreír, mirándome con ojos nuevos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Espero tu llamada, Victoria –dijo, abriendo una de las puertas del vehículo y subiéndose a él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El coche se puso en marcha y yo me mantuve sonriendo mientras lo vi alejarse y doblar la siguiente calle.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tardé un buen rato en volver a la realidad y digerir no sólo que había conocido a Richie Striker sino que además había conseguido su número de teléfono. Saqué la tarjeta de mi bolso, comprobando que el futbolista no se había quedado conmigo y que, efectivamente, el número estaba ahí. Su número personal, en teoría.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">«Bien», pensé, empezando a ser consciente de lo que acababa de ocurrir. «Esperemos que Richie Striker realmente no tenga mucho tiempo».</span></div>
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<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2016/06/victoria-vi-el-despiporre.html">← Victoria (VI): Port-A-Party</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/05/victoria-viii-el-plan.html"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Victoria (VIII): El plan</span> <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span></a></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-85356631359514982882017-01-29T11:27:00.001+01:002017-03-24T08:12:22.072+01:00Kai (II): Mestizo<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Como el resto de pueblos del gran bosque en que consistía la región de Thaenderia, o al menos eso era lo que se les había contado, Hanan era una minúscula civilización que vivía en las copas de los árboles. Las excéntricas cabañas de madera en donde residían sus habitantes se mimetizaban con las ramas y las hojas y creaban un entramado de cuerdas y pasarelas que las conectaban entre sí, lo que para un extranjero habría hecho que la población pasara casi totalmente desapercibida, a no ser que fuera un gran observador. Pese a que todas las construcciones se alzaban en la frontera entre el cielo y el suelo, mucha de la vida en Hanan se llevaba a cabo en tierra firme. No eran muchos los que residían en aquel pequeño asentamiento al oeste de Thaenderia, pero la gran actividad que desbordaba por todos sus rincones hacía que pareciera que en Hanan hubiera mucha más gente de la que en realidad había. Kai siempre había adorado su pueblo natal, y la perspectiva de abandonarlo, tal vez por un largo tiempo, si no para siempre, le creaba un nudo en la garganta difícil de digerir.<br />—¡Eh, Weid!<br />Una muchacha con el cabello castaño oscuro y los ojos pardos se acercó a ellos. Como con cada thaender con el que se cruzaba a lo largo del día, Kai se quedó más tiempo del debido contemplando sus enormes y puntiagudas orejas en forma de hoja.<br />La chica no le dirigió ni una mísera mirada a él.<br />—Hola, Prais –saludó Weid con una amplia sonrisa.<br />Kai notó cómo el rostro de la joven se iluminaba y sus mejillas enrojecían levemente.<br />—Me ha dicho Onie que hoy empiezan tus pruebas de fin de ciclo –dijo señalando a un grupo de chicas situado a escasos metros de ellos –. ¿Es eso cierto?<br />Las chicas, que lanzaban miraditas de reojo, voltearon rápidamente la cabeza cuando Weid reparó en ellas, y Kai alcanzó a escuchar algunas risillas nerviosas.<br />—Sí, Kai y yo comenzamos a examinarnos hoy –contestó él encantadoramente, a la par que pasaba uno de sus enormes brazos por los huesudos hombros de su amigo –. Con un poco de suerte, a finales de semana estaremos empaquetando nuestras cosas para ir a Elbor.<br />Prais echó un efímero vistazo al chico, forzada, y a continuación volvió a parlotear alegremente con Weid como si no hubiera llegado a reparar en su existencia.<br />—¿A Elbor? –exclamó entre ilusionada y entristecida –. Seguro que te cogen, Weid, eres el mejor constructor que existe, y eso lo sabe todo Hanan.<br />—Gracias, Prais. ¿Vosotras qué tal estáis?<br />Los ojos de la chica brillaron de la emoción.<br />—¡Estamos preparando las pruebas del primer ciclo! –dijo excitada –. Dentro de un par de semanas ya sabremos a qué casa perteneceremos cada una. ¡Ojalá esté en la Casa Constructora como tú!<br />—Eso sería genial, Prais, me encantaría trabajar contigo algún día. Si quieres que te eche una mano con las pruebas no dudes en decírmelo.<br />A Kai le pareció escuchar que la chiquilla dejaba escapar un gritito.<br />—¡¿De verdad?! ¡Eso sería maravi…! –carraspeó y moduló su tono de voz –. Quiero decir, me encantaría, si no es mucha molestia, claro.<br />—Dile a tus amigas que también pueden contar con mi ayuda si alguna más quiere entrar en la Casa Constructora.<br />Una sombra cruzó por el rostro de Prais.<br />—Oh, no –tartamudeó –, todas quieren ir a la Casa Mágica, como es la de rango más alto… Pero a mí eso no me importa.<br />Weid le acarició el hombro a la muchacha.<br />—Me alegro, Prais. Todas las casas son importantes, incluso la Arquera. Si todos fuésemos magos, ¿quién se encargaría de construir nuestras casas y de protegernos ante los peligros? Si no fuera por gente como Kai, Thaenderia estaría perdida.<br />—Eh… Ya –titubeó Prais –. Bueno, me vuelvo con las chicas. ¡Mucha suerte, Weid!<br />—Gracias, Prais. Por cierto, ¿has visto a Nera?<br />Prais se mordió el labio inferior, intentando ocultar sin éxito su decepción ante la pregunta.<br />—Eh… Me la he cruzado antes. No sé hacia dónde iba.<br />—Gracias, Prais. Suerte a ti también.<br />—¡Gracias!<br />La chiquilla dio media vuelta y se deslizó hacia sus amigas, quienes la aguardaban expectantes de lo que tuviera que contar.<br />Kai suspiró.<br />—¿Te has fijado? Ni me ha mirado.<br />—¿Qué dices, hombre? –replicó Weid mientras se ponían en marcha de nuevo –. Claro que te ha mirado, es solo que la pobre chica es tímida.<br />—¿Tímida? –espetó Kai, incrédulo –. Pues sí que le ha faltado timidez para venir corriendo en cuanto te ha visto.<br />—Pero eso es porque conmigo tiene confianza.<br />Kai lo miró sin dar crédito a lo que oía.<br />—¿Te estás quedando conmigo?<br />—¿Qué? ¿No pensarás que ha pasado de ti porque eres mestizo?<br />La palabra mestizo golpeó a Kai como una maza y le escoció en el alma.<br />Sonrió como pudo.<br />—No, idiota –dijo, propinándole un puñetazo cariñoso –. Lo que pienso es que esa chica está coladita por ti, como el cien por cien de la población de Hanan.<br />Weid soltó una sonora carcajada.<br />—¡Eso sí que tiene gracia!<br />—¿Crees que no?<br />—Creo que te estás confundiendo, Kai. Sólo soy amable.<br />Kai alzó las cejas.<br />—¿Insinúas que yo no? –quiso saber, en tono divertido.<br />Weid le obsequió a su amigo con una palmada en la espalda.<br />—Insinúo que, si fueras menos cerrado y dejaras de pensar que todo el mundo te mira mal por ser mestizo, igual te llevabas una sorpresa.<br />Kai trató de disimular el nuevo golpe como buenamente pudo y le devolvió la palmada a Weid.<br />Kai apreciaba mucho a su amigo de la infancia y sabía de sobra que para él todo aquello era natural y que no había ningún tipo de mala intención oculta tras sus palabras, pero consideraba que Weid vivía en una realidad alternativa.<br />Porque, al margen de que Prais o cualquier otra chica hubiese quedado prendada del grandullón de su amigo, la única razón por la que la joven había ignorado su existencia en toda la conversación era porque Kai era un mestizo.<br />Y esa era la triste verdad.</span></div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
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Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-14721510433529761602017-01-20T14:10:00.002+01:002017-06-28T15:09:50.584+02:00Iván (III): 1998<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La preciosa sonrisa de Clara recibió a Iván en el marco de la puerta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Hola –lo saludó con el rostro deslumbrante de felicidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván, como cada vez que la veía, sintió su corazón latir a mil por hora.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Hola –contestó, algo más tímido de lo que le hubiera gustado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Es Iván? –se oyó una voz en la lejanía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Clara rodó los ojos antes de gritar:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Sí, mamá!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Ay, voy corriendo a saludar!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La muchacha resopló e hizo entrar a su amigo, cerrando la puerta a su paso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La madre de Clara no se hizo de rogar. En cuestión de segundos ya estaba en el recibidor de la casa, abrazando fraternalmente al chico.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Madre mía, Iván, qué guapo estás! Has crecido desde la última vez que nos vimos, ¿verdad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Mamá, si le viste el fin de semana pasado –replicó Clara con un tono entre molesto y divertido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Chica, ¡con razón de más! Estos niños a estas edades no hacen más que crecer y crecer. ¡Hasta los veinte no paran!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Mamá…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván soltó una risilla nerviosa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No he crecido, Isa, eres tú, que me ves con buenos ojos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Anda ya! –rebatió la mujer –. Y encima de guapo, humilde. ¡Si es que cómo no voy a querer a mi niño!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Mamá… –protestó de nuevo Clara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Isabel por fin se separó del chico, no sin antes propinarle un sonoro beso en la mejilla.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bueno, ¿qué hacéis? –preguntó, dirigiéndose a Iván –. ¿Vais a la habitación de Clara?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No –intervino ella –, vamos a la salita de estar. Vamos a ver fotos nuestras de pequeños.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Ay, qué buena idea! ¿Puedo verlas con vosotros?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván no pudo evitar sentir cómo su ilusión se hacía añicos y se descubrió deseando internamente que eso no llegara a suceder.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Afortunadamente, Clara estaba de acuerdo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Ya las veremos tú y yo en otro momento, mami.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bueno, está bien –aceptó ella a regañadientes –. ¿Queréis algo de merendar? ¿Un cola cao templadito, Iván? ¡Ay! –se interrumpió a sí misma de pronto –. Rodrigo trajo ayer unas napolitanas que están de muerte. ¿Os pongo unas pocas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván adoraba a la madre de Clara, pero en ocasiones como aquella su excesivo entusiasmo por todo le saturaba un poco.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No hace falta, gracias –sonrió modestamente –. Vengo merendado de casa. Por cierto, muchas gracias por el libro de biología, me has hecho un favor enorme.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Ya sabes que si necesitas clases o lo que sea me lo puedes pedir, ¿verdad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En ese momento, Clara se colgó del brazo de Iván.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bueno, mamá, nos vamos ya, que eres una plasta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Si cambiáis de idea sobre esas napolitanas me avisáis, ¿de acuerdo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Que sí, mamá –respondió la chica con hastío mientras arrastraba a Iván hacia el pasillo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Clara cerró la puerta de la sala de estar tras de sí y se apoyó en ella, poniendo los ojos en blanco.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Qué pesada que es mi madre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Qué va. Sólo es exageradamente simpática.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Y tú exageradamente paciente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">«No lo sabes tú bien», pensó Iván, pero se limitó a sonreír.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Clara se acercó a una estantería y eligió un pesado álbum de la colección.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—1998 –leyó mientras se sentaba –. Aquí yo tenía un año y tú debías de tener tres.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Dio unas palmadas sobre el sofá, invitando a su amigo a sentarse a su lado, y procedió a abrir el álbum con emoción.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Ay, mira qué monos éramos!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván se asomó al tomo y vio un par de fotos de ellos dos de pequeños, prácticamente idénticas. En ellas, los dos niños estaban sentados sobre la hierba, abrigados hasta las cejas y jugando con el manto de hojas secas que cubría todo en torno a ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván no pudo evitar ahogar una risita.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Pero si ni siquiera se te ve.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La Clara de las fotos era un bulto mullido de colores y abundantes tirabuzones castaños del que solamente se reconocían los dos luceros azules de su pequeño rostro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Mi madre ya debía de ser la paranoica que es hoy en día por aquel entonces. Fíjate, ¡si parezco un repollo multicolor!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván soltó una carcajada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—A mí me pareces una bolita adorable.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Tú sí que eras adorable. ¡Mira qué rubito!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él suspiró.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Qué lástima de pubertad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Anda, no seas bobo –replicó ella, pasando un brazo por los hombros de él y apretándolo cariñosamente contra ella –. Ni que estuvieras mal ahora.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván se volvió hacia ella, sorprendido, pero descubrió con decepción que su amiga estaba demasiado concentrada averiguando el contenido del álbum como para darle importancia a lo que acababa de decir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Mira, Iván, del día de Reyes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él se giró de nuevo hacia el libro y contempló cómo los dos niños pequeños que habían sido ellos abrían regalos entre un mar de globos, desbordantes de ilusión.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Es verdad, antes lo celebrábamos juntos –comentó él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Sí, ¿te acuerdas? Siempre os veníais a dormir a casa y luego nuestros padres juntaban todos los regalos y se tiraban toda la noche inflando globos y decorando el salón para hacerlo lo más mágico posible.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Qué buenos tiempos… –suspiró él con algo de amargura.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván fue incapaz de impedir que su cabeza hiciera de las suyas, imaginándose que en esos momentos seguían manteniendo esa tradición y despertando junto a Clara en la mañana del día de los Reyes Magos…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Mira –la voz de Clara interrumpió sus pensamientos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván rehuyó las imágenes de su mente y se concentró en la foto que señalaba Clara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Casi se le paró el corazón.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La fotografía había sido tomada en un parque, frente a unos columpios, en una mañana con un cielo tan azul que resultaba casi sobrecogedor. El sol bañaba la imagen con fuerza y, en el centro de ella, un Iván de entonces tres años se inclinaba para besar en los labios a la pequeña Clara del pasado mientras jugaban con cubos y palas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Iván se quedó petrificado durante unos segundos que se le hicieron eternos, sin saber cómo reaccionar. Aquello que tenía frente a sus ojos, inmortalizado en aquel invierno de 1998, era justo lo que llevaba deseando en secreto durante tanto tiempo que había perdido la cuenta, y acababa de descubrir que, de hecho, ya había sucedido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Miró de reojo varias veces a Clara, esperando algún tipo de movimiento por su parte en un intento de averiguar cómo debía actuar él, pero ella sólo seguía observando la foto, embobada, como si los críos que la protagonizaban nada tuvieran que ver con ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No me acordaba de esta foto –dijo finalmente, como ensimismada en sus pensamientos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Yo no sabía de su existencia –se apresuró a coincidir Iván con torpeza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Acto seguido se arrepintió. ¿Por qué intentaba justificarse? ¿Acaso trataba de desentenderse de aquello como si sólo por el hecho de dejar claro que no había sido consciente de ello no hubiera pasado? Por supuesto que no era consciente, ¡tenía tres años! Los nervios comenzaron a apoderarse de Iván y éste se sorprendió a sí mismo temiendo absurdamente que ella lo rechazara y sintiéndose a su vez tremendamente estúpido por ello, como si ese beso acabara de tener lugar diez segundos antes y no catorce años atrás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero Clara hizo caso omiso del comentario de Iván y siguió a lo suyo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Qué monos éramos! Esta foto podría estar en cualquier marco de cualquier tienda, ¿verdad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En ese momento, Clara se volteó hacia Iván con su radiante sonrisa, buscando una respuesta en él y, sin pretenderlo, quedándose tan cerca del chico que éste se sintió desfallecer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él fue a responder a su sonrisa, pero, de pronto, la fotografía vino a su cabeza como un centellazo y se percató con horror de que entre esa escena y la que estaba viviendo en esos instantes únicamente distaban unos centímetros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El corazón de Iván comenzó a galopar como si se hallara en la recta final de una carrera de caballos, siendo consciente de que, de un segundo para otro, el momento con el que tanto había soñado había pasado de quedar totalmente fuera de su alcance a poder hacerse realidad. Sudores fríos bañaron todo su cuerpo, y miles de pensamientos de todo tipo lo atravesaron como balas, dejándolo totalmente paralizado. Sólo tenía que acercarse un poco y…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero no, ella no le iba a corresponder. ¿Cómo iba a hacerlo? Era su amiga de la infancia, ella lo veía como a un hermano mayor. Y no podía hacer eso, no podía arriesgar la relación tan especial que tenían… ¿Qué decía, arriesgar? No era un riesgo, era una realidad. Ella no volvería a mirarlo a la cara, la perdería para siempre, y, ¿qué iban a hacer sus dos familias en adelante? No, era una locura. No pudo evitar imaginarse la reacción de Clara de las maneras más horribles y humillantes posibles, a cada cual peor que la anterior.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Así que, disimulando sus ganas como buenamente pudo, Iván le dedicó a Clara la sonrisa más relajada que fue capaz de expresar y retiró la mirada de ella para fingir que seguía contemplando las fotos durante lo que quedaba de tarde… sin llegar a tener ni idea de hasta qué punto se arrepentiría de esa decisión en adelante.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2015/06/ivan-ii-solo-toda-la-vida_5.html">← Iván (II): Solo toda la vida</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/06/ivan-iv-un-plan-genial.html" style="font-family: times, 'times new roman', serif;">Iván (IV): Una noticia genial →</a></div>
</div>
</div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-11813506799108915022016-08-09T16:16:00.000+02:002017-01-29T11:28:15.403+01:00Kai (I): Hanan<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La piedra lisa y plana rebotó dos veces sobre la cristalina superficie del estanque antes de que las aguas se la tragaran como a sus hermanas.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai había perdido la cuenta del número de cantos rodados que había lanzado ya al que consideraba su pequeño santuario en Hanan, su pueblo natal. En aquel pequeño y recogido lugar, fuera de miradas de curiosos, Kai pasaba los ratos muertos en los que necesitaba estar solo. Allí era donde realmente dejaba que sus pensamientos fluyeran y sus emociones le embargasen, y en donde había tomado la gran mayoría de sus decisiones. Para él era como una especie de ritual: cuando no era capaz de analizar con claridad lo que estaba sucediendo dentro de su cabeza, Kai escogía un momento en el que tuviera la certeza de que nadie iba a estar allí y se refugiaba en aquel silencioso y minúsculo paraíso para tratar de entenderse a sí mismo.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La luz de la mañana se filtraba entre las hojas de los árboles en una danza de tonos rosados y anaranjados. Aquel día, Kai había abandonado su lecho al rayar el alba, una vez hubo asumido que no iba a ser capaz de dormir más en toda la noche. A hurtadillas, había huido de su hogar procurando no despertar a su madre y se había escabullido entre la penumbra para adentrarse en ese diminuto vergel. No tenía ni idea del tiempo que llevaba ahí resguardado, pero sabía que pronto la actividad en Hanan daría comienzo y debería marcharse de allí.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se asomó al estanque y su reflejo le devolvió la mirada con expresión seria y el ceño fruncido. Contempló sus profundas ojeras y casi no se reconoció a sí mismo. Su pelo era una maraña de mechones de color rubio cenizo sin ningún tipo de sentido, y Kai se descubrió a sí mismo intentando poner algún orden en él antes de dejar escapar un suspiro. Reparó una vez más en sus pequeñas orejas redondeadas, su condena desde el día de su nacimiento, y las odió con todo su ser como había hecho día tras día desde que había entendido lo que significaban. Aquel era el distintivo de que ese no era su lugar, a pesar de haber transcurrido toda su vida en el pacífico pueblo entre los árboles que era Hanan. Por culpa de ellas y de sus intensos ojos negros no podría elegir jamás su destino, resignándose a ser un simple arquero durante el resto de su existencia.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai se tapó las orejas con el pelo en un ademán violento y retiró rápidamente la mirada del estanque.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Kai?</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El muchacho se volteó repentinamente para ver quién lo llamaba.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Un chico alto y fornido, de pelo rubio y piel clara, lo observaba con los musculosos brazos en jarras y una amplia sonrisa entre sus finos labios. Tenía la nariz ancha, los ojos verdes con esas vetas amarillas que tan cautivadores los hacían y la mandíbula cuadrada, lo que le confería un rostro muy agradable, a pesar de que Kai siempre había pensado que tenía las facciones algo duras para ser un thaender de raza pura. Sus grandes orejas picudas en forma de hoja sobresalían perpendiculares a su rostro, y el chico no pudo evitar detenerse en ellas más de la cuenta, lamentándose internamente. Mostraba su musculado torso desnudo, vistiendo únicamente con el pantalón de tela caqui común a todos los habitantes de Hanan, arremangado por debajo de las rodillas, y aparte de eso solo llevaba su blusa blanca al hombro. Así, irguiéndose en todo su esplendor, aparentaba ser bastante más mayor que Kai a pesar de tener la misma edad que él, y el muchacho fue consciente más que nunca del enorme atractivo del joven.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Weid –lo saludó.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Weid ensanchó su luminosa sonrisa.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Sabía que te encontraría aquí, Kai –se acercó a él y se sentó a su lado –. ¿Qué, preparado para las pruebas de final de ciclo?</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai se encogió de hombros.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Supongo que sí.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Weid soltó una carcajada y le palmeó la espalda.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Claro que sí, eres el mejor arquero de todo Hanan, y cuando acabe esta semana serás un miembro más que consolidado de la Casa, sin ninguna duda. ¿Has pensado ya si irás a Elbor?</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai lo miró de reojo con recelo.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Weid, para eso primero me tienen que seleccionar –dijo, aunque en el fondo podía dar por sentado que iba a tener esa opción a su alcance. Por algo había pasado toda la noche en vela.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Weid volvió a palmearlo.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No te hagas el modesto ahora, sabes de sobra que te van a coger. Solo hay que ver cómo sostienes el arco para darse cuenta de que tienes talento. Entonces, ¿qué? ¿Lo harás?</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai tardó unos segundos en contestar.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No lo sé aún.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—No sabes las ganas que tengo de ir contigo y con Nera a Elbor –exclamó él con entusiasmo, como si no hubiera escuchado la respuesta de su amigo –. Ya me lo estoy imaginando: los tres juntos aprendiendo nuestros respectivos oficios, convirtiéndonos en los mejores profesionales de toda Thaenderia. Y, algún día, yendo finalmente a Eleon y viviendo allí.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai dejó escapar una risilla.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Deja de soñar, Weid. ¿De verdad crees que con la de gente que hay en Thaenderia el Consejo de Sabios va a escoger a tres pringados de Hanan para entrar en la Escuela Especializada de Elbor? –replicó haciendo énfasis en las últimas palabras para tratar de que Weid se percatara de lo lejano que quedaba todo aquello.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Su amigo, lejos de eso, se limitó a hacer un gesto con la mano.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Bah! No seas aguafiestas, sabes de sobra que vamos a entrar.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¿Por qué estás tan seguro de ello? No sabes cómo son los demás aspirantes y solo entran veintisiete cada año.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—¡Porque somos los mejores, Kai! Tú tienes un don para el arco, yo no he parado de construir cosas desde que empecé a gatear y tengo mucha inquietud por seguir aprendiendo, y Nera… Bueno, es absolutamente imposible que no cojan a Nera.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Hubo un silencio en el que Weid se quedó con la mirada perdida, en dirección al estanque. Kai desvió la vista y se forzó a contener un suspiro.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De pronto, Weid volvió en sí y obsequió a su compañero con una nueva palmada en la espalda.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Bueno, es la hora de la verdad –anunció, poniéndose en pie –. ¿Vamos?</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai sintió con la cabeza, resignándose.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">—Vamos –coincidió, en un hilo de voz.</span></div>
<div style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Weid se puso la blusa y, en ese momento, encontrándose vestidos de la misma manera, Kai no pudo evitar compararse con su amigo. A su lado, Kai parecía un fideo pequeño y esmirriado, a pesar de ser un chico fibroso y esbelto. Sus espaldas apenas eran la mitad de anchas que las de Weid, por no hablar de que, si quisiera, su compañero podría darle capones con la barbilla. </span></div>
<div style="line-height: normal; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai ahogó un nuevo suspiro y juntos salieron del pequeño claro para regresar a la vida real.</span><br />
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2016/06/zoe-v-heridas-sin-sangre.html">← Zoe (V): Heridas sin sangre</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/01/kai-ii-mestizo.html"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kai (II): Mestizo</span> <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span></a></div>
</div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-84990416390756474112016-07-07T11:21:00.003+02:002016-07-07T11:22:04.575+02:00Tu Luz<div class="p1" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Aun en la más profunda oscuridad, siempre habrá una luz que te guíe.</span></i></div>
<div class="p1" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ten fe en la luz, y la oscuridad nunca te derrotará.</span></i></div>
<div class="p2" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Kingdom Hearts</span></i></div>
<div class="p3" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cuando una puerta se cierra, otra se abre.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">A veces esa puerta no será más que un ventanuco colgando del techo, un hueco tan pequeño que no podrás evitar preguntarte cómo diablos vas a entrar por ahí; a veces será un portón gigante, tan hermoso y magnífico que te costará acordarte de la puerta que se acaba de cerrar; a veces la puerta será difícil de encontrar, y puede que la halles escondida al final de un laberinto de obstáculos; a veces se alzará ante ti desinhibida y segura de sí misma, como la entrada a una ciudad. Pero, sea de la forma en que sea, siempre existe esa puerta. Solo es cuestión de darle una oportunidad y buscarla.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Así que abre los ojos.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Abre los ojos y dime qué ves a tu alrededor. Más allá de las ruinas que te aprisionan el pecho, más allá de las cenizas de tu mundo arrasado por las llamas, más allá del polvo que colma el aire y te impide respirar. Mira más allá del cielo ensangrentado, del humo que te quema las entrañas, mira más allá de este manto de huesos astillados que algún día fueron tus sueños, más allá de los rostros grises e inertes de los que han luchado a tu lado. Observa a través del paño de lágrimas que se ha mimetizado con tus pupilas, a través del abanico de muerte que ha dejado esta guerra al marcharse, a través de esta oscuridad.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿La ves?</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Está sola y perdida en algún lugar de esta ciudad de hielo, escondida entre el polvo y las cenizas, oculta tras el humo y los cristales. Es pequeñita y tiende a pasar desapercibida si no te fijas en ella bien, pero su esencia es la más grande y bella de todas. Está por ahí, agazapada bajo las ruinas de tu corazón, tiritando de frío e incertidumbre, aterrorizada como un cachorrillo abandonado, contemplando con los ojos como platos este páramo de vacío y tristeza que ahora son los cimientos de tu mundo. Y probablemente ella todavía no sepa quién eres, pero te está buscando.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿No la ves aún? ¿No la ves encogida sobre sí misma, atrapada entre los escombros de todas las cosas que salieron mal? ¿No escuchas su suave respiración entrecortada como un soplo de esperanza entre toda esta destrucción? ¿No sientes su inmensa fuerza, no notas toda la vida que desprende incluso desde esta orilla de dolor? ¿No la ves brillar como el sol a través de este océano de oscuridad que lucha por ahogarla?</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿No ves la luz?</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Acércate a ella. Más. Haz a un lado la pena, acalla los recuerdos que gritan en tu cabeza, ignora los fantasmas de lo perdido. No la pierdas a ella, camina hacia ella, deja que ilumine tu noche de luna nueva y estrellas ausentes. Escarba entre la escarcha y la desolación y rescátala. Porque está esperando ser encontrada, y en el fondo tú sabes que nunca has dejado de buscarla. Que nunca has dejado de creer en ella, que nunca la diste por vencida, y que tampoco te has dado por vencido a ti mismo. Porque, a pesar de todo, a pesar de las ruinas y el hielo, a pesar de las cenizas, el polvo y el humo, a pesar de las astillas y los huesos, de los cristales, los escombros y la escarcha, a pesar de todo eso, a pesar de que todo ahora esté roto y perdido, no existiría la oscuridad si no existiese la luz. ¿Y sabes lo que eso significa? Que, hasta en la más profunda oscuridad, siempre habrá una luz.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Tu luz.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Así que tómate tu tiempo, y, en cuanto estés preparado, sécate las lágrimas, coge mi mano y vamos a buscarla.</span></div>
<div class="p4" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Vamos a buscar tu puerta.</span></div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-33623245073043610022016-06-17T13:28:00.001+02:002018-05-08T15:44:35.015+02:00Victoria (VI): Port-A-Party<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">«No lo he conseguido», fue mi primer pensamiento. Me maldije por ser tan bocazas. Era cierto que por lo poco que había leído del guión, la película tenía de buena lo que yo de bromista, pero debía haber sido más humilde teniendo en cuenta que aquella era la primera puerta que debía cruzar en el camino que yo misma me había trazado.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Una vez fuera de los estudios, decidí no pensar en ello y darme un día de tregua. Al fin y al cabo llevaba una temporada muy dura, el viaje desde Twinbrook había sido muy largo y, lo que llevaba de día hasta el momento, una jornada muy intensa, entre la estafa de la inmobiliaria y la espera y los nervios del casting. Me apetecía sentarme en algún bar y tomar algo, aunque con lo que me quedaba de ahorros poco más podía hacer que pedir un vaso de agua. Sin embargo, eso no me frenó, y caminé un poco hasta que llegué al primer sitio con pinta de pub que encontré.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El lugar se llamaba Port-A-Party y, fuera de lo que cabría esperar de un lugar con ese nombre, tenía una pinta decente. De hecho, mucho más decente de lo que buscaba. </span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era una especie de club para fiestas, con apariencia de discoteca pequeña. Los colores azulados, oscuros y violetas inundaban el lugar, que contaba con una moderna barra de bar, una mesa de mezclas que presidía una de las esquinas sobre un podio y un pequeño escenario, por lo que deduje que además podría ser un lugar para conciertos. También había una zona de sofás para poder sentarse, y unas escaleras estratégicamente colocadas conducían a un piso superior del que nada podía saber desde mi posición.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Debía de tener pinta de despistada, porque un hombre se acercó a hablarme.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Era de raza negra, vestía completamente de negro y era alto y fornido. Tenía el pelo rapado al cero, nariz ancha y labios grandes, y los ojos ocultos tras unas gafas de sol, cosa que vi algo estúpida teniendo en cuenta que estábamos en un sitio cerrado cuya iluminación no era su mayor fuerte. Imaginé que sería una especie de guardaespaldas.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Hola, preciosa, ¿te puedo ayudar en algo?</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Mal empezábamos.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Me llamo Victoria, no “preciosa” –respondí en tono hiriente.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él, lejos de sentirse cohibido por mi respuesta, se echó a reír.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>¡Vaya, con una chica con carácter hemos topado! Tienes un bonito nombre de todas maneras, así que creo que sobreviviré llamándote por él –me guiñó un ojo –. No se puede decir lo mismo del mío, pero puedes llamarme Champ.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Qué clase de nombre era Champ? ¿Y por qué no desistía en su empeño por adularme? Tomé la decisión de largarme de allí.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Eh... Mira, Champ, será mejor que me vaya. Creo que me he equivocado. O mejor dicho –rectifiqué –creo que tú te has equivocado.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él volvió a reírse, esta vez más fuerte. Comenzaba a darme miedo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Hay que ver lo rápido que se asustan las niñas de hoy en día. No te preocupes, no voy a intentar nada contigo. ¿Te quedas más tranquila?</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Champ me sonrió ampliamente, pero lo cierto era que no sabía si confiar en él o no.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Dime, ¿buscas a alguien?</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Alcé las cejas, sorprendida por la pregunta.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>¿Qué? No, ¿a quién voy a buscar? Si no conozco a nadie –se me escapó, y ya me resigné a dar explicaciones –. Me acabo de mudar.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>¡Ah! ¿Estabas de visita cultural por Bridgeport y te ha llamado la atención mi humilde local? Lo comprendo, tiene un encanto particular –dijo con un suspiro, sin dejar de mostrar su desfile de blanquísimos dientes, que contrastaban con el color oscuro de su piel.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Aquel lugar tenía más bien poco de humilde, pensé echando un vistazo a mi alrededor, perpleja.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Es broma –me susurró al ver mi expresión –. No estés tan seria, que se te va a caer la cara de lo poco que la usas.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No pude evitar sonrojarme. Nunca se me había dado demasiado bien captar las bromas, y la gran mayoría de las veces ni siquiera me hacían gracia.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>En realidad solo buscaba un lugar donde tomar algo –dije, cambiando de tema.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él se encogió de hombros, apenado.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>En ese caso creo que te has equivocado de sitio. Esto es una nave para fiestas, así que me temo que no es exactamente el lugar que tenías en mente. Pero por ser tú podría ofrecerte una copa, si quieres, claro.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Rechacé la oferta inmediatamente.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>No, gracias, no tengo ganas de tomar alcohol –«por no tener no tengo ni la edad legal para beber», pensé para mis adentros, «ni dinero para pagarlo... ni ganas de que tú me invites» –. Creo que buscaré otra cosa.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Champ asintió.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Hay un bar relativamente cerca de aquí. El camino no es directo, pero no es difícil de encontrar. Si quieres puedo indicarte yo mismo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Consideré la propuesta, pero finalmente decidí que en realidad tampoco me merecía la pena desvivirme por un mísero vaso de agua.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Gracias, pero creo que he cambiado de idea.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El hombre dejó de sonreír por primera vez.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>¿Te he hecho sentir mal? –preguntó –. Lo siento, no era mi intención.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Parecía sincero en sus palabras, así que reconsideré si no lo habría juzgado antes de tiempo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>No, no –respondí –. Perdona, es que ha sido un día largo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él me sonrió nuevamente, y esta vez su sonrisa estuvo cargada de comprensión.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>No te preocupes, todos tenemos un mal día de vez en cuando –metió su mano en un bolsillo y de él sacó una tarjeta blanca que me tendió –. Toma. Ahora tengo algunos asuntos que atender, pero si en algún momento necesitas que te echen una mano con algo puedes llamarme. Esta ciudad es muy grande y cuesta adaptarse a ella.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Vacilé, pero finalmente acepté la tarjeta que me ofrecía.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Él sonrió.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Bien, Victoria, pues hasta otra. Espero verte pronto, no todos los días se tiene el placer de conocer a una chica como tú.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Su voz quedó flotando en el aire mientras yo acababa de leer la tarjeta que me acababa de alargar:</span></div>
<div class="p2">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div class="p3" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Champ Ward</span></i></div>
<div class="p3" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Propietario de "Port-A-Party"</span></i></div>
<div class="p3" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Nave de fiestas</span></i><br />
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></i>
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></i>
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2016/01/victoria-v-el-casting.html">← Victoria (V): El casting</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span></span><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2017/02/victoria-vii-la-primera-estrella.html">Victoria (VII): La primera estrella</a></span> <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">→</span></div>
</div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-78050473363359120142016-06-10T13:33:00.002+02:002016-08-11T13:31:39.632+02:00Zoe (V): Heridas sin sangre<div class="p1">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El dolor de cabeza era insoportable. Zoe ya no sabía cuánto tiempo llevaba despierta, ni cuánto llevaba dormida. La transición entre el sueño y la vigilia se había producido lenta y confusamente. De hecho, Zoe todavía tenía dudas acerca de si seguía o no durmiendo. Sentía su boca pastosa y los párpados le pesaban tanto que era incapaz de levantarlos. Era como si se los hubieran sellado con alguna clase de pegamento extrafuerte. Se sentía mareada y desubicada, y no recordaba absolutamente nada de las últimas horas, incluso días, no podía saberlo con exactitud. Su mente era una tábula rasa que en esos momentos lo único que hacía era luchar por funcionar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Muy lenta y casi dolorosamente, Zoe fue notando cómo su cabeza se iba despejando, y empezó a escuchar a su alrededor voces que su mente apenas se esforzaba por procesar. Poco a poco, los recuerdos se fueron acumulando en la retaguardia de su cerebro: los gritos de su padre, el dibujo del claro roto, la discusión con su madre, el dolor en sus pies mientras corría descalza... El estanque tragándola hacia el fondo... </span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Frunció el ceño. Vaya sueño más extraño había tenido.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De pronto, se dio cuenta de que no la cubría ningún tipo de manta. Se habría dormido de cualquier forma sobre la cama por el agotamiento. Alargó un brazo para alcanzar su edredón, pero su mano gimoteó en el aire antes de dejarse caer sobre su piel desnuda. ¿Ni siquiera había hecho la cama? Y, ¿por qué no llevaba puesto el pijama? Extrañada, se palpó el cuerpo, y descubrió no sólo que no llevaba el pijama encima: no llevaba literalmente nada puesto.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eso sí que era raro. Podía creerse que su cansancio la hubiera llevado a quedarse dormida a mitad de cambiarse de ropa, pero, ¿dormirse tal y como su madre la había traído al mundo? Zoe se guardaba mucho de no quedarse desnuda más de una milésima de segundo. ¿Cómo había podido ocurrirle eso?</span></div>
<div class="p1">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Alarmada, recayó en las voces que segundos antes había ignorado. Se desvivía por creer que no se encontraban en la misma habitación que ella, pero sonaban demasiado cercanas como para que no fuera así. Intentó escuchar lo que decían, pero aún con la cabeza completamente despejada no hubiera sido capaz. Hablaban un idioma extraño, suave y envolvente, con un acento cantarín que alargaba las eles y lo que parecían vocales. Trató de identificarlo con todas sus fuerzas, pero no se parecía a nada de lo que había escuchado con anterioridad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Qué demonios estaba ocurriendo?</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se percató de que esa gente, fuera quien fuera, estaba ahí, a su lado, charlando alegremente mientras ella “dormía” sin ninguna clase de ropa encima. Deseando que estuvieran demasiado ocupados hablando entre ellos como para que les hubiera dado tiempo a reparar en su desnudez, Zoe buscó a tientas su edredón para deshacer la cama sigilosamente, pero pronto descubrió con pavor que no reconocía el lugar donde se hallaba tendida. Aquella superficie era mullida, pero no era una cama. Al tacto, aventuró que descansaba sobre un lecho de alguna especie de hierba, mucho más suave y esponjosa que la que ella conocía, que se deshacía entre sus dedos. Presa de un ataque de pánico y sin atreverse aún a abrir los ojos, rodó hacia un lado y se encogió lentamente lo máximo que pudo, deseando con todas sus fuerzas que lo que estaba ocurriendo no fuera más que una terrible pesadilla.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">De repente, una voz femenina cortó la conversación de sus compañeros y dijo algo en ese extraño y cantarín lenguaje. Se hizo un profundo silencio. Zoe notó las miradas de esos desconocidos clavadas sobre ella, y no pudo evitar encogerse un poco más, clamando internamente por que se la tragase la tierra. La voz de un hombre murmuró algo, y entonces no solo sintió cómo los ojos de los presentes la atravesaban, sino que escuchó pasos que cada vez sonaban más próximos.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe contuvo la respiración, con el corazón latiéndole a una velocidad tan endiablada que temió que le fuera a estallar de un momento a otro, y sintiendo tanta vergüenza que su cerebro se negaba a trabajar pese a las millones de preguntas que circulaban por él en esos instantes. Apretó los párpados muy fuerte, encogiéndose aún más de manera inconsciente, y fue entonces cuando sintió esa mano sobre su piel.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe pegó un chillido y brincó como un resorte nada más notó el contacto con el desconocido. Movida por un total instinto de supervivencia, corrió como alma llevada por el diablo hacia el primer lugar que vio, buscando con desesperación algo tras lo que esconderse, y acertó a taparse con lo que parecía una especie de manta arrugada en un rincón. Se acurrucó lo máximo que pudo contra la pared, echándose rápidamente la manta por la cabeza, y comprobó con pavor que la “manta” en cuestión era la tela más transparente que había visto en su vida. Histérica perdida, volvió a gritar, notando lágrimas de desesperación agolparse en sus pestañas. Le dio mil vueltas a la tela buscando la manera de cubrir su desnudez de la manera más efectiva, y comenzó a hiperventilar al darse cuenta cada vez con más certeza de que era imposible. Con el corazón a punto de salírsele del pecho, buscó de nuevo por la habitación, y de pronto vio lo que parecía una especie de bañera de un extraño material llena de agua. Sin pensárselo dos veces, corrió hacia y ella y saltó dentro, derramando parte del agua fuera. Se aseguró de cubrirse lo máximo posible con brazos y piernas y confió desconsoladamente en que el efecto óptico del agua la mantuviera a salvo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Fue entonces, aún con el corazón luchando por salírsele del pecho, cuando observó por primera vez a las personas que compartían habitación con ella, y no pudo evitar pegar un pequeño bote dentro del agua.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eran cuatro, una mujer, dos hombres y, al fondo, junto a la puerta, una chiquilla en la frontera entre la niñez y la adolescencia. La mujer debía de rozar la cuarentena, y era una mujer imponente, de anchos hombros y caderas, algo entrada en carnes, que la observaba sonriente. Tenía el pelo de color verde lima, con mechas anaranjadas, rosadas y de un brillante amarillo a partes iguales, revuelto en un enmarañado recogido que en esos momentos Zoe no se encontraba ni en la capacidad de entender. Iba vestida con un extraño atuendo de telas imposibles que revelaba más carne de la que Zoe estaba dispuesta a soportar, la mayoría de ella impregnada de coloridos tatuajes, y parte de la ropa que sí la cubría dejaba entrever la desnudez de la mujer a través de transparencias que definitivamente Zoe no necesitaba conocer.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Los hombres no tenían nada que ver entre sí: mientras uno, el mayor de ellos, que rondaría la cincuentena, era bajito y bastante regordete, el otro era un muchacho alto y joven, de unos veintipocos años, delgado y musculado. Ambos también tenían el pelo de colores extraños, el mayor de un curioso verde botella y el joven de un profundo azul marino, aparte de poseer la piel bronceada plagada de tatuajes como la mujer que los acompañaba. Apenas iban vestidos, con un pedazo de tela amarrado a sus piernas que a duras penas cubrían sus partes íntimas y poco más.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La chiquilla del fondo, por su parte, debía de tener unos doce años. Agazapada contra la puerta, cabizbaja y en una actitud incluso más tímida que la de la propia Zoe, dejaba que su larguísima melena, que le caía hasta la cintura en una cascada de cabellos negros con reflejos violetas, ocultase parte de su rostro. No parecía muy alta y vestía unas telas opacas que tapaban bastante más parte de su piel que la de sus compañeros y que apenas insinuaban las incipientes curvas propias de la preadolescencia.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero lo que más impactó a Zoe no fue el extraño y revelador vestuario, ni los coloridos tatuajes, ni los estrambóticos colores de sus cabellos; ni siquiera llegó a reaccionar como se merecía ante el intenso azul marino de los ojos del hombre mayor, ni el sobrenatural turquesa de los del joven, ni siquiera el antinatural rosa pálido de los irises de ambas mujeres. Lo que realmente hizo que el pulso de Zoe se detuviera fueron las extrañas y desagradables heridas sobre la caja torácica de todos ellos, una especie de aberturas horizontales que parecían haberles practicado con un cuchillo sobre la piel que cubría sus costillas. Todos tenían seis, tres a cada lado, siendo las inferiores las más largas y las superiores las más cortas, como pliegos de piel colgante que dejaban entrever algo de la carne que había debajo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe ahogó un chillido. Deseó con todas sus fuerzas desmayarse, pero no fue capaz. A cambio, se quedó con la mirada clavada en los cortes de los seres que la estudiaban, incapaz de apartarla, casi esperando a que empezaran a sangrar en cualquier momento, pero eso no sucedió. De pronto, algo hizo clic en su cerebro y se percató de que había visto esa clase de “heridas” en alguna parte... En otro tipo de ser vivo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Eran branquias.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Antes de que Zoe pudiera cuestionarse nada más, la mujer del cabello verde lima se acercó unos pasos hacia ella, vistiendo una sonrisa divertida, y comenzó a hablarla en su irreconocible idioma. Zoe se echó hacia atrás dentro de su bañera todo lo que pudo, cubriéndose inconscientemente con las manos. El hombre rechoncho avanzó hacia la mujer y posó una mano sobre su hombro, diciéndole algo que Zoe no comprendió. La mujer le replicó, y a continuación volvió a dirigirse hacia Zoe y le habló de nuevo. Zoe permaneció callada, ahora sin poder apartar la vista de sus antinaturales ojos rosados y sintiendo se le escapaba la respiración por momentos.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El muchacho joven intervino entonces, hablándole a la pareja más mayor. Intercambiaron unas palabras entre ellos con expresión confusa y, tras un breve silencio, la mujer se dirigió una última vez hacia Zoe. Los ojos de la chica bailaron nerviosos entre los presentes, de color vivo de tatuaje a color vivo de cabello y a color vivo de ojos a posteriori, y preguntándose cómo a esas alturas no se había desmayado aún. </span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La mujer se acercó un par de pasos más, muy tranquila y portando una cálida sonrisa. Posó una mano sobre su pecho y pronunció una palabra que Zoe no acertó a descifrar. A continuación, extendió la misma mano hacia la chica y volvió a sonreírla.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe se dio cuenta de que la mujer esperaba una respuesta por su parte. Súbitamente, su miedo y su nerviosismo disminuyeron, percatándose de que la mujer, fuera la criatura que fuera, no deseaba hacerla daño sino comunicarse con ella. Para su propia sorpresa, se descubrió a sí misma arrepintiéndose de no haber prestado más atención a la palabra que había pronunciado la mujer y agudizó el oído por si volvía a decirla.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Ella pareció haber escuchado su súplica interna, porque, sin dejar de sonreír, volvió a colocar la mano sobre su pecho y a repetir la palabra:</span></div>
<div class="p1">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Isshia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Esperó un par de segundos y de nuevo extendió la mano hacia ella. Zoe se quedó unos momentos dubitativa, hasta que comprendió de repente. </span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La mujer acababa de decirle su nombre, y en esos momentos aguardaba a que la muchacha le dijera el suyo.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Zoe dudó unos instantes antes de decir, finalmente, con la voz pastosa:</span></div>
<div class="p1">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span class="s1">—</span>Zoe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">La sonrisa de la mujer se ensanchó, y, asintiendo con la cabeza, le ofreció la mano para ayudarla a salir del agua.</span><br />
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif";"><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2015/08/zoe-iv-el-estanque.html">← Zoe (IV): El estanque</a> </span><span style="font-family: "open sans" , sans-serif;"><span style="font-size: large;">|</span><span style="color: #303030; font-size: 1.75rem;"> </span></span><a href="http://ellaberintodelaluna.blogspot.com.es/2016/08/kai-i-hanan.html?spref=fb" style="font-family: 'times new roman', serif;">Kai (I): Hanan →</a></span></div>
</div>
Zyanyahttp://www.blogger.com/profile/01607941494132048699noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7945546484051877712.post-67072411985014485712016-03-17T13:34:00.000+01:002016-03-17T13:34:11.550+01:00El camino correcto<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Llega un momento en tu vida en el que cualquier consejo o frase motivadora que puedas recibir del exterior deja de aplicar.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Si algo he aprendido últimamente es que no hay una sola solución para un mismo problema, y hay veces que ni siquiera hay solución. No existe una verdad generalizada a la cual te puedas agarrar como un clavo ardiendo, pensando que de esa manera solucionarás mágicamente tu vida. Mucha gente se cree en la potestad de decirte lo que debes o no hacer dadas unas determinadas circunstancias, y, aunque sea con buena intención y lo digan con un convencimiento absoluto, esto no quiere decir que lo que según ellos debas hacer sea lo que tú necesites hacer. Y esto sucede porque cuando te aconsejan, no lo hacen pensando en ti, no se ponen realmente en tu piel e intentan pensar y sentir como tú lo haces, sino que piensan en lo que ellos mismos harían en tu lugar… Claro, que tampoco tienen ni idea de cuál es tu lugar realmente, porque es muy fácil quedarse en la perspectiva cómoda de contemplar el problema desde lejos.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Todas las complicaciones que te puedan surgir en la vida se circunscriben a un contexto y una situación concretos. Esto quiere decir que puede que para un problema cuya solución pueda parecer obvia, en realidad puede que no lo sea tanto. ¿Acaso saben lo que piensan o sienten las personas implicadas, saben cómo son y cómo reaccionan ante los problemas y saben por qué momento de su vida están pasando como para juzgar lo que es correcto y lo que no? Por mucho que te esfuerces en explicarle a alguien los detalles de tu problema, por mucho que tengas la capacidad de expresar en palabras tus sentimientos y por mucho tiempo que inviertas en contarle a alguien la historia de cómo has llegado hasta el punto en el que estás, siempre va a haber cosas que se escapen tanto a tu entendimiento y conocimiento como a los de la persona que te intenta (o no) ayudar. Y esto no es porque no les importe aquello por lo que estás pasando (o tal vez sí, también hay que considerar esa posibilidad), sino porque, hasta en el supuesto caso de que fueras capaz de expresarte con la suficiente claridad como para transmitirle a alguien lo que te está pasando por dentro, siempre lo van a mirar desde el prisma de su experiencia. Y la voz de la experiencia es una voz peligrosa, porque puede que esa voz sea la de alguien que ha perdido la fe en la vida. </span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Aunque este no fuera el caso, la gente, y me incluyo, tiende a pensar que otras personas, en el supuesto de que se sientan igual, reaccionarán igual ante un mismo problema, y para nada esto es cierto. Alguien echado para adelante le plantará cara al problema y se devanará los sesos día y noche hasta encontrar una solución. Alguien inseguro e indeciso se devanará los sesos como el primero, pero nunca logrará averiguar cuál es la solución al problema y se quedará estancado en él. Alguien abierto y transparente hablará con muchas personas para que le intenten ayudar. Alguien cerrado y hermético intentará solucionar el problema por sí mismo y, además, procurará que nadie se entere de que tiene un problema. Hay gente que tiene una capacidad de expresión fantástica, y hay gente que es incapaz de ponerle palabras a lo que le pasa por dentro. Y hay gente que tiene muy claros sus sentimientos y gente que por mucho que intente entenderse a sí mismo no llega a tener jamás ni puñetera idea de lo que quiere o siente. Dependiendo de con qué tipo de persona te topes, puede que lo que a simple vista parezca que sucede no tenga absolutamente nada que ver con lo que está pasando en realidad, y esto es un factor muy importante que la gente suele pasar por alto.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">No digo que haya que menospreciar la opinión de los demás, al contrario, porque siempre he pensado que cuantas más opiniones recibas y más diferentes sean, mejor. Ya no solo porque resulte muy útil para uno mismo contrastar puntos de vista de distintas fuentes y sacar tus propias conclusiones, sino porque sencillamente a veces necesitas sacar lo que llevas dentro, o recibir criterio de alguien que ve las cosas desde fuera para asegurarte de que no te vuelves loco y de que no te estás ahogando en un vaso de agua. Pero que eso no te impida valorar las cosas desde tu posición, porque al fin y al cabo eres tú el que las está viviendo y eres tú el único que sabe con certeza qué siente y qué necesita para volver a estar bien.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Hay un consejo muy recurrente ante muchas situaciones que es: “pasa del tema”. Lo ideal, si fuera posible. Pero, desgraciadamente, simplemente porque te digan esta frase no te curan. A veces cuesta poco, pero otras veces cuesta mucho, mucho tiempo “pasar del tema”. Y, a veces, por mucho que te esfuerces, nunca acabas de “pasar del tema”. Entonces, si no pasas del tema nunca, ¿qué sucede? ¿Acaso es que no eres lo suficientemente fuerte? ¿Acaso es que estás roto y no eres capaz de hacer las cosas “bien”? </span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Ni una cosa, ni la otra: eres humano y, te digan lo que te digan, es completamente lícito no ser capaz de superar algo, porque eso simple y llanamente significa que fue tan importante para ti que aún te sigue doliendo. Y puede que abandonarte al pasotismo haga que, con el transcurso del tiempo, logres que el dolor remita… Pero siempre quedará ahí la cicatriz, y lo malo de las cicatrices es que forman parte de ti y es imposible olvidarlas.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Tenemos una imagen preconcebida de que el fuerte es aquel al que no le duelen las heridas y que es capaz de continuar con su vida pase lo que pase. Y, sin embargo, creo que a veces el más fuerte no es el menos débil, sino el que es capaz de mirar a los ojos a su dolor y hacer lo que sea para curar esas heridas, por mucho que escuezan. Porque la realidad de la vida es que “el fuerte”, el que “siguió adelante”, fue un cobarde y se rindió. Y por las mañanas se levanta y continúa con su vida, pero por las noches, en la soledad de su cama, la incertidumbre del qué pudo pasar le sigue atormentando, y no puede evitar que esas heridas que en su día simuló ignorar sangren como el primer día.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">A veces el camino correcto no es el más evidente, ni es el más fácil. A veces, ni siquiera es el correcto. Porque el único camino que debes seguir es el que en el fondo de tu ser sabes que necesitas seguir. Y la gente se empeñará en guiarte por caminos lisos y rectos, sin obstáculos, para que no te hagas daño. Pero, a veces, por paradójico que suene, es que necesitas hacerte daño para poder curarte. A veces, sencillamente no estás dispuesto a rendirte. Que la gente diga lo que quiera, que digan que eres un kamikaze y que estás loco por meterte por todo el puñetero medio de un bosque de espinas, pero si arriesgándote a salir peor parado es la única opción que tienes para liberarte de una carga que no estás en la obligación de llevar durante todo el resto de tu vida, si te puedes librar de convertirte en un alma en pena compañero de piso del demonio de la incertidumbre… Pues a la mierda. A la mierda el miedo, a la mierda el orgullo, y a la mierda la opinión de los demás. Y sí, podría ignorar mis heridas, podría dejar que cicatrizasen solas y bordear seguramente el bosque de espinas… Pero es que yo quiero curarme.</span></div>
<div class="p1" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Al final, da igual qué te digan ni quién te lo diga. Olvídate de estigmas, no existen los caminos correctos e incorrectos, y olvídate de pensar que alguien que no seas tú te va a solucionar la vida con una frase mágica. Lo único que te puede aportar alguien externo a ti son herramientas para ayudarte a entenderte mejor y averiguar qué es lo que quieres y lo que necesitas para poder salir de tu agujero. Porque al final, lo único que importa, lo que verdaderamente importa, es que tú estés bien, y nadie más que tú mismo</span><span class="s1" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">puede saber cuál es el camino que debes seguir para que eso suceda.</span></div>
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